Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.

La semana más larga: El cubo.

Hill

Mientras el túnel tras la pared descendía aún mas, el frío también se intensificaba. Pero ya no había necesidad de las piedras mágicas, una luz grisácea proviniente de símbolos grabados en las paredes iluminaban el camino con un tono espectral. Eran runas que formaban un patrón en espiral, las cuales recorría todo el túnel.

Tampoco teníamos que buscar las joyas, ya poseíamos varias, la planta que daba los frutos crecía como una enredadera, intentando cubrir las runas, como queriendo alimentarse de ellas.

El túnel parecía haber sido creado por seres inteligentes, estaba hecho de enormes bloques del tamaño de casas y, además de la runas, había símbolos grabados que ni había visto jamas. Era un lenguaje extraño, mezclaba imágenes y formas geométricas para intentar dar un mensaje que se repetía una y otra vez en las paredes, techo e incluso en el suelo.

—¿Que son esos? —pregunto Sarah.

—Los símbolos brillantes son runas—le respondí—, pero no entiendo lo que dicen. Lo demás no lo se.

Llevábamos bastante tiempo caminando, muy pocas veces nos deteníamos a descansar o a hacer alguna otra necesidad, como comer debido a la necesidad que teníamos de salir de ahí lo antes posible.

Sobre nosotros teníamos puesta toda la ropa que llevábamos con nosotros, pero aun así era ineficiente. Yunei y Sarah caminaban muy juntas, casi abrazándose, para intentar compartir su calor entre ellas, mientras que yo iba delante, revisando el camino.

Por alguna razón parecía que ellas sentían más el frío que yo. Y también comenzaron a palidecer un poco.

—¿Saben una cosa? —dijo Sarah después un rato en silencio—. Creo que la criatura no nos quería atacar, me dio la impresión de que estaba asustada. Solamente estábamos en su camino.

—¿Asustada? ¿De que se asustaría algo como eso?

No sé ellas, pero a mi me pareció un ataque en toda regla.

—Seguramente de lo que sea que haya al final de este túnel —contestó Yunei—. Esto no me agrada, tengo un mal presentimiento, de tener la opción regresaría, pero ni con toda la voluntad que tengo podría mover las rocas que bloquean la salida.

No bromeaba, lo intentamos. Ninguno pudo mover ni siquiera un poco la pared de piedras que bloqueaban el camino y Sarah no podía transportarse del otro lado, era muy arriesgado, pues podía quedarse atrapada entre las rocas. Solo nos quedaba un camino, seguir el túnel.

—Por cierto, Yunei, antes dijiste algo interesante ¿cual es la diferencia entre un monstruo y una criatura mágica? -—pregunte, un poco por curiosidad y más que nada para distraernos.

—¿Quieres ir al continente mágico y no lo sabes? —preguntó, incrédula—. De veras que contigo...

Yunei lanzo un suspiro. Oye, que yo no lo sé todo.

—Muy bien, la diferencia más notable es que los monstruos poseen un núcleo que les permite absorber magia ambiental. Las criaturas mágicas no, su propio cuerpo ya tiene esa cualidad. Eso hace que las criaturas mágica sean mucho más poderosas que los monstruos. Incluso hay quienes dicen que las propias razas son criaturas mágicas, por eso les llaman razas mágicas, eso incluye a especies como las hadas. Lo que nos ataco entra en la categoría de "criatura mágica".