Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.

Una llama en la oscuridad: Parte 1

(N.A: este era un intermedio, pero creó que queda mejor aquí)

-Ya veras cuando lleguemos, la vista desde ahí es increíble, se puede ver como el valle se extiende a tus pies, incluso, si te fijas bien, puedes alcanzar a ver el pueblo -me dijo George mientras nos dirigiamos a las colinas de Giley. Íbamos a cazar algunos conejos de montaña, numerosos en ese lugar, su carne era de las más valoradas por la gente del pueblo por su sabor. Una vez la probé, en realidad no era tan buena como decían, pero cada quien tiene sus gustos.

-Oh, pero ¿acaso no lo sabes? Dicen que ahí hay monstruos horribles, ellos te comerán si te descuidas -comentó  Verty, haciendo sonidos que intentaban imitar el gruñido de un animal en un vano intento de asustarme. Se unió a nosotros poco después de dejar el pueblo, antes de que siquiera nos diéramos cuenta, llevaba puesta su típica armadura esmeralda y su espada en la cintura, era como si fuera a trabajar.

-No le creas, hijo. Por cierto ¿que haces aquí?

-Escuche que saldrían a algo peligroso, así que los seguí. Seria malo si algo te llegara a pasar, solo me harías trabajar más, además vine a cuidar al niño, siendo tú, seguramente harás algo que lo termine matando -dijo, acariciándome la cabeza. No es que me molestara, pero tampoco me agradaba.

-No soy un niño -le respondí, quitando su mano, no me gustaba que me tratara como a un niño pequeño, soy casi tan viejo como ella, al menos en el interior-. No necesito una niñera.

-¿Quien dijo que vine en calidad de niñera? -refutó ella, saco una fruta rojiza de la bolsa de su cintura y le dio una mordida antes de sonreirme y continuar-. Si algo le llega a pasar a tu padre te puedo vender en el mercado negro. Aunque pensándolo bien, mejor no, eres muy endeble, nadie te querría, es más, yo tendría que pagar para que te llevaran.

-Ja, ja, muy graciosa -replique, no era la primera vez que me hacia esa broma y ya me estaba cansando-. Mejor, ya que nos seguiste ¿no podrías hacer eso que haces con tus manos?

-¿Qué? ¿Acaso soy tu distracción personal? -Verty fingió estar indignada, pero después sonrió con picardía y creo dos esferas de fuego en sus manos, que rotaban cada vez mas rápido, hasta formar dos esferas luminosas perfectas que comenzaron a flotar alrededor de ella en una hermosa danza.

-Deberías trabajar como bufón -dijo George, riendo, Verty no le hizo caso y siguió haciendo el truco, creando más esferas de fuego que danzaban de un lado para el otro, al final daba un parecido a un sistema solar con ella en el centro. Era muy bonito, sobre todo de noche.

-Me gusta el fuego -dije. Al escucharme los dos comenzaron a a reír, en ese momento sentí como la cara se me ponía roja de la vergüenza. No debí decir nada.

-Un momento -George se pronto de puso serio y se acerco lentamente a unos arbustos cerca de nosotros, cuando estuvo lo suficientemente cerca metió sus manos en el arbusto y saco de adentro a una niña rubia cubierta de hierbas y con algunos raspones.

-Viene siguiéndolos desde que salieron del pueblo ¿que acaso no te diste cuenta? -comentó Verty, burlándose de George-. Bueno, tampoco se dieron cuenta que yo los seguía y eso que yo no me oculte.

-¿Como te llamas, pequeña? -le preguntó George a la niña, ignorando por completo a Verty.

La niña no respondió, simplemente se lo quedó mirando con algo de miedo, qué pareció incrementarse cuando dirigió su vista hacia mi. Su rostro es familiar, creo que la conozco de algún lado, pero no estoy seguro.