Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.

Los Emethia.

(Por razones... especiales, he cambiado a guión largo. Desde ahora lo usaré y cuando edite todo lo demás lo cambiare en los capítulos pasados. Esperó que no moleste)

—¿Antes de la magia? ¿Qué no siempre existió? —pregunto Aria, mirándome con curiosidad.

—He escuchado historias, sobretodo de una, este... Amiga, ella me solía contar historias sobre eso, aunque me hablaba de aquello a modo de leyendas, no creo que alguna vez creyera realmente en ellas.

—No me sorprende que no lo sepas —dijo Shien, suspirando—. A pesar de ser una raza igual de vieja que la nuestra, los humanos no guardan mucha información, menos aún de lo que ocurrió hace tanto tiempo. No al menos en este mundo.

El Emethia dijo eso mirándome. Me sorprendí un poco, pero luego recordé que él vio nuestros recuerdos.

—Por favor, continúe —le pedí, quería saber lo antes posible que había pasado en ese tiempo, algo me decía que podría tener importancia en algún futuro. Además que mi sed de información lo pedía a gritos.

—Muy bien niño, pero no desesperes, eso puede traerte grandes males a la salud —me dijo, sonriendo un poco, después paso las páginas del libro hasta llegar a otra ilustración, en ella se podían observar a más miembros de su raza, en lo que aprecia una ciudad sobre los arboles—. En ese tiempo éramos muchos, vivíamos de la agricultura y la caza, nuestros miembros eran idóneos para vivir en ambientes con alta vegetación, así que mayormente habitábamos en bosques y selvas, aunque podían encontrarse pueblos viviendo cómodamente sobre el suelo.

"En ese entonces comerciábamos con algunas otras razas, pero la mayor parte del tiempo mi pueblo se mantenía al margen de ellas, sobre todo por lo belicosas que eran. Los humanos, sobretodo, siempre se encontraban en guerra con alguna otra raza o entre ellos mismos. No es que hayan cambiado mucho.

"Un día comenzaron fenómenos naturales que azotaron el mundo; inundaciones, terremotos, tornados, cientos de desastres que destruían todo a su paso. En tan solo tres años desaparecieron civilizaciones enteras, ciudades en llamas, poblados destruidos o mar en donde antaño había aldeas pesqueras, eso era todo lo que se podía encontrar.

"Y luego ocurrió lo peor. Una sombra cubrió el cielo y se escuchó un rugido que hizo a todos mis ancestros creer que había llegado el fin. No se equivocaban mucho. Una explosión de dimensiones abismales se originó en el cielo y sus restos cayeron hacia Theria. Esa era la representación de la muerte de un dios. Poco después varias figuras que se podían ver a cientos de kilómetros descendieron e impactaron contra el suelo, para luego hundirse en la tierra.

El Emethia nos mostró otra página, donde se podía ver como del cielo caía fuego, como si lo vomitara, en el suelo personas corrían, algunas siendo alcanzadas y muriendo debido a la explosión. Sobre eso estaban dibujadas tres figuras caían en diversas direcciones y una cuarta en el centro.

—Aquella catástrofe acabo con la mayor parte de las cosas en el mundo. Las plantas y los animales desaparecieron casi por completo, los pocos que quedaron comenzaron a mutar de una forma espantosa. Esos días fueron terribles, ante nuestros antepasados solo se extendía un desierto interminable

"De todos los pueblos de nuestra raza que existían en esos momento, solo tres quedaron de pie. En un acuerdo se unieron para volver a formar una civilización como la que existía antes de la destrucción. Sin embargo poco a poco se fueron dando cuenta de la horrible verdad: ya no podían vivir en este mundo, había cambiado demasiado. En solo pocos años la vegetación volvió a crecer, pero poca era comestible para nosotros, algunas plantas incluso comenzaron a devorar a quienes se acercaban. A pesar de ser una raza que se crió en los árboles, los cambio hicieron que eso nos fuera imposible, el simple contacto con la mayoría de ellos nos enfermaba. Y lo peor es que tampoco podíamos cazar.