Ataque 2da parte (titulo provisional).

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Tyna


Aurien no se movía. Solo estaba ahí, de pie, esperando algo, sonriendo con asqueroso placer, disfrutando. Era mi oportunidad de atacarlo, pero no me podía mover, era como si una fuerza invisible me detuviera. No solo era yo, todos en la sala estaban quietos, la mayoría sin saber ni siquiera lo que estaba ocurriendo. Había demasiada tensión por ver quien actuaba primero.

—¡Lord Dariele! ¡Ci'lefanie esta en llamas!

Un joven elfo entro a la sala. Venia gritando, pero calló al darse cuenta de la presencia de Aurien y sus esbirros. No. Calló porque de pronto yacía muerto con una espada ardiendo sobresaliendo de su pecho. Tras el se encontraba Verty.

Fue muy rápida, nunca vi cuando se movió.

La muerte del joven hizo reaccionar a todos. Los guardaespaldas de los invitados sacaron sus armas para defenderse, siempre cuidando a sus maestros, mientras que los invitados se levantaron y se acomodaron en una esquina, rodeados de sus vasallos.

—¡Tenia que arruinar tan maravillosa escena! —murmuro Aurien, mientras observaba con repulsión el cadáver—. Pero bueno, no podía haber durado para siempre.

—¿Ha-has prendido fuego a nuestro árbol sagrado? —Dariele murmuro eso como si no pudiera creerlo, lo cual era sencillamente estúpido. Ese sujeto era capaz de cosas atroces, quemar un simple árbol no seria nada para él.

—¡Oh, no! ¡Yo no he sido! —Aurien mostró una falsa sorpresa en su repugnante rostro—. Fue mi mascota. Veras, el necesitaba... Distraerse.

—¡Pagaras por tú osadía! ¡Fehre, Hojve! ¡Atrapenlo!

Los guardaespaldas de Dariele desenvainaron sus armas, pero antes de que se pudieran mover sus cuerpos cayeron al suelo con cuchillas de luz atravesándolos. El otro esbirro de Aurien también era muy rápido, apenas logre verlo atacar. El pensador solo miro a Dariele con esa sonrisa de autosuficiencia en su rostro, mientras Verty regresaba a posicionarse en su espalda.

Todos los presentes se hallaban estupefactos al ver a esos títeres moverse tan rápido. Solo nosotros tres sabíamos que habían sido modificados, aunque no realmente hasta que grado. Si Hill estuviera aquí tal vez tendría ideas, pero lo mas probable es que enloquezca, gracias a la presencia de Verty.

Era mi oportunidad, ahora que estaba distraído. Si tan solo lograba hacer que algunas sombras lo cubrieran, lo atraparía y  entonces deshacerme de él no seria problema. Puede que sus esbirros fueran fuertes, pero él no. Deslice las que pude con la mayor delicadeza posible, pero antes de que llegaran a él, el hombre que tenía como títere las destruyo con su magia de luz.

—Ni lo pienses, niña —Aurien de pronto me miro con su único ojo. No se como supo lo que tramaba. Pero si ser sigilosa no funcionaba, nada mejor que un ataque de frente.

Cree miles de agujas y las lance contra el pensador, pero ninguna logró darle, justo antes de que impactaran él desaparecía y volvía a aparecer. Demonios, de haber sabido que pasaría eso, habría raptado a Sarah para aprender como funcionaba esa magia.

—Bien, si eso quieres.

Alrededor de Aurien comenzaron a flotar varias piedras de color negro que habían salido del bolsillo de su abrigo. Todas tenían runas grabadas que brillaban siniestramente. Cuatro de esas piedras se dirigieron rápidamente hacia mi, pero antes de que llegaran fueron interceptadas por otras cuatro de color blanco. Al impactarse, las piedras explotaron con una gran fuerza, tuve que hacer una barrera de tierra para protegernos. Una de las guardias de raza Fide'il también creo una barrera, solo qué de agua, para con ella proteger a todos los invitados. Debo decir que fue sumamente rápida.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora