14 • No importa •

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— Hace mucho tiempo que pensaba en volver a verte, JongWoon. — Siwon me entregó una rosa. — Siempre pensé en ti.

— ¿De verdad?

Se acercó lentamente hasta besar mis labios con ternura.

— Sí… cuando me dijiste que te mudarias y dejarías de ir a la escuela, sentí que mi vida estaba vacía. Te extrañaba. — Su bonita sonrisa fue contagiosa.

— Yo también te extrañé. — Lo abracé con fuerza.

— Me gustaría saber en donde vives para que pueda visitarte. — Acarició mi cabello.

— A unas cuantas cuadras de los licuados-bala.

— ¿Realmente vives en ese lugar? — Cuestionó. Me alejé para mirarlo con una media sonrisa.

— Sí, es Horrible, pero ya me acostumbré. Además Kyuhyun es un buen amigo.

— ¿Kyuhyun? — Levantó una ceja.

— Sí, comparto mi casa con él. Me ayuda a pagar algunas cosas. Además una vez me llevó al doctor, nos gusta mucho la música, cocina muy bien, y la otra ocasión me…

— Creo que son buenos amigos. Y espero que todo se concentre en eso… una amistad. — Mencionó interrumpiendome. Ok me sentí ignorado.

— Sí… ¿Y tu qué tal? — Intenté cambiar el tema.

— Ha ido muy bien todo, estoy a cargo de la empresa de mi mamá mientras ella viaja con algunas personas, he conocido gente muy importante, empresarios que han hecho tratos muy grandes. Es un buen trabajo.

Con cada frase me sentía extraño, como si fuera un insecto ante un gigante. Siwon se había preparado y yo… por simple capricho no.

— Me alegra. — Masculle cabizbajo. — ¿Y qué música escuchas?

— La que sea, no tengo tiempo para hacer caso a esas cosas.

וווו

— Si aguanto un mes, probablemente no quede como una mala persona, sólo pase como una relación que no pudo funcionar. — Me dije llevandome una mano a la boca. Estaba desesperado, llevaba dos citas con Siwon y dos días sin ver a Kyuhyun.

¡Voy a morir!

La puerta de la casa se abrió. Por puro instinto, al parecer, me levanté de la cama y fui directamente a ver al recién llegado.

No dijo nada, noté que se había cortado un poco el cabello, sonrió de lado levemente y se deshizo de su chamarra.

¡Que hermoso era este hombre! Por todos los cielos.

Sus ojos, sus gestos, ese cabello brillante.

Tragó saliva y de una bolsa sacó una pequeña cajita de madera. Me la extendió y cuando la tomé, la dejó entre mis manos mientras eran acariciadas por las suyas lentamente. Se inclinó un poco para dejar en mis labios un casto beso.

Ese beso me hizo tocar el cielo por un segundo. Sin palabras, sólo acciones. Simples acciones que me impulsan a seguir preguntándome.

¿Qué hice?

Kyuhyun acarició mi rostro y caminó hasta su habitación.

Avance hasta ahí con la intención de tocar la puerta…

Pero no lo hice, crucé a mi habitación y me senté en el suelo.

Abrí la cajita, encontrando en ella un muñequito de cabellos negros que cubrían su frente, era un niño que cargaba un pequeño osito entre sus brazos acompañado de una suave melodía.

EVIL CRUSH (Kyusung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora