21 • Estoy aquí •

518 88 15
                                    

Mi cuerpo comenzó a temblar, apreté los dientes y di un paso al frente.

La señora se alejó y cuando me dispuse a acercarme, mi respiración se agitó, sentía los latidos del corazón en la garganta.
Debo hacerlo.
Junté todo el valor que pude y avancé.

— ¡Aquí estás!

Sungmin se paró frente a mí causándome un mini paro cardíaco.

— ¿Te asusté? — Ignoré su pregunta, estiré mi cuello y… lo ví alejarse.

Sí era él.
Sí era.

Mi corazón brincó de alegría, mis ojos se llenaron de lágrimas. Me llevé una mano a la boca.

— En verdad lo lamento, es que ví a… ¿Te sientes bien?

— Sí.

Mejor que nunca.

Necesito volver, de una o de otra maldita forma. Necesito verlo, sin importar nada.

ווו

Caminaba impaciente de un lado a otro en mi habitación.
Ya no tenía uñas.

— A ver, a ver. ¿Estás completamente seguro?

Y Heechul no me creía.

— Yo lo ví Heechul. Era él, podría jurarlo ante lo que sea.

—Está bien… Y, ¿qué piensas hacer? — Preguntó al otro lado de la línea.

— Necesito regresar a ese lugar.

— Te acompañaría, pero Kangin me puso a cargo, otra vez. — Dijo con voz cansada.

— No… Necesito ir sólo. Lamentablemente tendré exámenes pero debo encontrar un espacio para poder verlo.

¿Por qué tanta obsesión?

Es sólo un chico, un chico extraño y rebelde.

Es un sujeto cuya única especialidad es quebrantar reglas, y tener un enorme corazón.

— Mira JongWoon, tú dijiste verlo de espaldas únicamente. ¿Si no es él? ¿Qué vas a hacer?

Pasé una mano por mí cabello.
Suspiré y me dejé caer en la cama.

— No lo sé.

Colgué la llamada y alguien tocó a la puerta.

— Adelante. — Anuncié con voz fuerte.

— Hola, chico bonito.

Abrí los ojos como platos cuando ví que Sungmin entraba a mi habitación.

— ¿Cómo llegaste tú solo a mi casa?

Él regularmente venía acompañado por alguien más o me llamaba para que lo trajera a casa.

— Uy! Perdón. — Comenzó a reír mientras cerraba la puerta y se iba a sentar sobre mi cama.— Ví tú dirección en los documentos que entregaste el Viernes pasado. Además, deberías sentirte importante, ya aprendí cómo llegar a tu casa, y las direcciones que me aprendo son sólo de personas importantes.

— Aah… De acuerdo. ¿A qué debo tu visita, Min?

— Quería hablar contigo.

— Claro, ¿sobre qué?

— ¿Me dices por qué lloraste está tarde en el centro comercial? — Preguntó con carita de perrito regañado.

— ¡Sungmin!

EVIL CRUSH (Kyusung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora