Capítulo 20

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-¿por qué lo dices?- Vassago ha dejado a un lado su nutella y ha concentrado toda su atención en mi.

-porque el día que Kayla vino a mi casa, le dije que yo tenía su sangre y ella en ningún momento refutó la idea- el solo hecho de pensar que tengo algún tipo de parentesco con ella hace que sienta escalofríos.

-tal vez, no fue algo tan literal, además no entiendo porque una madre querría hacerle daño a su hija.- también había pensado en eso, pero no hallaba respuestas.

-¿por qué ella está loca?- Vassago suelta una pequeña risita.

-en ese caso, la locura sería algo hereditario- lo miro mal y el ríe de nuevo.

-tú dijiste que tenias preguntas ¿qué quieres saber?- parece que lo había olvidado.

-... No son preguntas tan complejas como las tuyas, solo quería saber un poco más de ti.

-¿por qué quieres saber más de mi?- elevó una ceja y lo miro fijamente.

-porque... No tengo respuesta para eso, simplemente me causa curiosidad tu vida.

-esta bien, pero después tú me cuentas de tu vida.- él se limita a asentir.

-cuentame sobre tu vida.- es evidente que no sabe que preguntar.

-solo tengo recuerdos después de mis 4 años, nunca conocí a papá, bueno si, pero no lo recuerdo, antes tenia un psicólogo llamado Larry...

-¿así que eras loca desde pequeña?- sonríe, a lo que yo sonrió igual.

-no, pero mamá me cuenta que desde que nació Lui yo decía que papá venía a jugar conmigo en las noches, según Larry eso se debía a un trauma producido por el abandono de mi padre.

-¿qué pasó con tu padre?- cómo otro poco de nutella y suspiro.

-nos abandonó cuando Lui nació, mamá casi nunca nos habla de él, pero las pocas veces que lo hace nos dice que tuvieron una perfecta historia de amor, hasta que él se dedicó a las drogas.

-wow! pero no entiendo , si tu madre te cuenta todas esas historias ¿por qué crees que tu madre es Kayla?

-porque algo me dice que ella y yo estamos unidas por algo más que simple odio.

-continua hablandome sobre tu vida ¿como conociste al rubio?- sonrío pícaramente.

-a Arli lo conocí hace años, aunque no lo creas, yo era una niña tímida y callada, y él me hacia bullying, hasta que un día lo golpeé y él se convirtió desde entonces mi alma gemela.

-¿son novios?- no puedo evitar soltar una carcajada.

-¿celoso, príncipe?- eleva una ceja y sonríe divertido.

-¿príncipe?- me acerco lentamente a él y le doy un beso corto en los labios.

-así es, príncipe- vuelvo y me siento en mi lugar - y no, no somos novios, solamente somos amigos, como tú y yo.

-¿tú y yo somos amigos? ¿así que sueles besar a tus amigos?- se acerca a mis labios y me comienza a lamer el suyo.

-generalmente, mis amigos no están así de sexys- bajo la mirada hacia sus labios -no lamas más tus labios que me dan ganas de besarte.

-¿sí? Pues tú me provocas lo mismo con tu pijama de panda- no puedo contenerme más, me acerco a sus labios y lo beso.

Sus labios están húmedos y saben a nutella, una combinación perfecta, el beso es intenso, esta cargado de deseo, me toma de las cadera y me sienta en cuclillas sobre sus piernas, paso una mano hacia la parte trasera de su cabeza, sus cabellos negros hacen cosquillas en mis dedos mientras él sostiene mi cintura y me pega más a su cuerpo.

Separamos nuestros labios y unimos nuestras frentes, no abro lo ojos aun, quiero guardar este momento en mi mente.

-creo que esto es más que simple atracción- el aliento de Vassago choca contra mis labios.

-lo sé- abro los ojos y él me está observando -pero me asusta.

-a mi también- me da un beso corto en los labios.

-ya dejemonos de cursilerías y mejor cuentame la historia de tu vida.- se acuesta en el sofá y yo quedo sentada sobre su pelvis.

-soy un demonio de "alta categoría" lo que quiere decir que para el infierno soy algo así como un príncipe, jamás he tenido a un humano como esclavo, y nadie conocía mi verdadera forma.

-¿conocía?- este chico si que es raro.

-generalmente los demonios pueden tienen dos formas predeterminadas una animal y una "humana" pero yo no tengo formas preestablecidas, bueno si, Pero solo la animal...

-¿qué eres? Dejame adivinar... ¿un perro? ¿un koala?

-¿te parezco un koala?- eleva una ceja y sonríe.

-no, los koalas son tiernos, y tú tienes cara de chico malo.- ríe bajo y vuelve su mirada a mi.

-¿parezco un chico malo?

-si, ahora dime que animal eres.

-pues este chico malo no te lo dirá.- sonríe y me abraza haciendo que quede acostada sobre él.

-si querias besarme, me lo hubieras dicho- rueda sus ojos y yo comienzo a reír.

-no te rías, las vibraciones de tu cuerpo hacen que cierta parte de mi cuerpo reaccione- no había caído en cuenta que estoy sobre su... Masculinidad.

-tienes razón- trato de contenerme pero no puedo evitar seguir riendo, las situaciones incomodas crean esa reacción en mi.

De repente comienzo a sentir un bulto crecer en medio de mi entrepierna, no puedo negar que se siente sumamente placentero.

-esto es algo nuevo- sé a que se refiere, aun puedo sentir su pene erecto justamente bajo mi zona intima, además esta rojo como un tomate.

-¿nunca habías tenido una erección?- me mira a los ojos y niega con la cabeza - ¿eso quiere decir que nunca haz tenido sexo?- niega nuevamente y yo estallo en carcajada.

-¿es que acaso tú si?- su semblante es serio.

-no, pero a diferencia tuya, yo no llevó miles de años viviendo en la tierra- me río nuevamente.

Siento las manos de Vassago en mi cadera haciendo presión hacia abajo, a nuestros genitales solo los separa la tela de nuestras ropas.

Él se sienta y comienza a besar mi clavícula, luego pasa a mi cuello «esto se siente muy bien » comienzo a mover mis caderas sobre su erección, él gruñe y comienza a besar mis labios, va dejando besos húmedos hasta llegar al lóbulo de mi Ojera y lo muerde suavemente, se acerca a mi oído y susurra.

-que nunca haya tenido una erección, no quiere decir que no la sepa usar, princesa- abro los ojos, ni siquiera recuerdo haberlos cerrado.

Me levanto del sofá y acomodo mi cabello y mi pijama.

-eres malo- entrecierro los ojos y el suelta una carcajada ronca.

-no tanto como tú- se pone de pie a mi lado y me da un beso corto.

-ven, vamos, necesito.... Necesitamos un vaso de agua bien fría.

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora