Capítulo 9

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POV  Basago

La verdad es que los lentes de contacto no tienen nada que ver con las matemáticas, es obvio, pero me gusta ver sus ojos, son demasiado perfectos, son hermosos y me parece que esconderlos del mundo es un pecado, pero no hay nada que yo pueda hacer, excepto engañarla cuando esta conmigo para poder observarlos.

-Bas, la verdad es que no entiendo nada de matemáticas

-mi nombre no es "Bas"- digo haciendo comillas con los dedos

- es que así le digo a mis amigos- pone carita de inocente

-vaya que tienes problemas de atención, que yo no soy tu amigo- digo esto ultimo separándolo por palabras - además como no vas a entender nada, ni siquiera te he explicado- esta niña acaba con mi paciencia

-lo se, pero era para avisarte, he notado tus problemas de ira.

-yo no tengo problemas de ira, tu eres exasperante

-¿por qué será que todos mis amigos dicen lo mismo?- dice colocando una mano en su mentón y mirando a la nada

-¿cuales amigos? Solo somos yo y el otro rarito del colegio.

-sabia que eras mi amigo, deberíamos tener una manilla de la amistad- se nota su sarcasmo

-no abuses, creo que es mejor que empecemos a estudiar ya, presiento que mañana habrá examen.

-ok- después de decir eso se dirige a mi mesita de noche, saca una hoja y un lápiz.

-¿qué crees que haces?- esta niña tiene serios problemas de exceso de confianza

-¿no es obvio? Estoy cogiendo algo en que escribir

- lo sé, pero ¿quien te dijo que lo hicieras?- me va a volver loco

-no me digas que esperabas a que escribiera en las paredes- su sarcasmo me desespera

-no pero...

-¿no me digas que acá se puede escribir en el aire?- parece sorprendida por su propia afirmación.

Comienza a dibujar cosas en el aire con sus dedos.

-creo que solo funciona con demonios porque yo no veo nada- dice haciendo un puchero

-eso no funciona con nadie, porque simplemente estas loca

- pero debes admitir que eso seria genial, algún día Inventaré algo así

-ajam, como digas- esta chica me va a volver loco - ¿qué tal si por fin empezamos?

-bueno, pero acuerdate que no soy muy buena en matemáticas que digamos.

Pero Lili mentía, ella no era mala, era pésima, llevo casi 2 horas explicándole y no ha podido entender más allá de la primera derivación.

-creo que me duele la cabeza- se queja mientras se acuesta en mi cama

-yo estoy igual, eres un desastre para las matemáticas- digo bostezando y acostándome a su lado

-creo que no queda de otra- habla muy despacio, se nota que se va a dormir -debes viajar al futuro, ver las preguntas de los exámenes y enseñarme las respuestas.

-primero, ¿por qué crees que me interesa que ganes ese examen? Y segundo, yo no puedo viajar al futuro

-primero, sino te interesara no habrías estados dos horas intentando enseñarme- tiene los ojos cerrados, no me cabe la menor duda que el sueño la venció - y segundo- continua hablando- leí que puedes viajar en el tiempo

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora