Capítulo 10

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Me despierto con un poco de dolor de cabeza, debe ser por que estudie demasiado, miro el reloj de la pared, 3:00am, ya ni siquiera sé para que miro la hora.

Creo que hoy no haré mi chequeo diario, estoy mentalmente agotada, así que decido dormir de nuevo.

-Lili despierta- es nuevamente esta voz en mi cabeza, pero decido ignorarla -despierta- repite de nuevo, pero me concentro en seguir durmiendo, hasta que siento que alguien me observa, es una presencia desconocida y bastante amenazante, es ahí cuando abro los ojos, pero sea lo que sea que me estaba observando desaparece.

-Lili- despierta ya que se te va a hacer tarde

-¿mamá?- hablo sin siquiera abrir los ojos -¿por qué no me despertó Lui?-por cierto, Lui es mi hermanita, se llama Luisa pero le digo lui de cariño.

-ella no se siente bien, creo que hoy no ira a estudiar

-suertuda- digo bajo, pero al parecer mamá escucha porque hace cara de desaprobación.

Me levanto, busco el uniforme y voy directo a bañarme.

Cuando ya estoy lista paso por el espejo para retocar detalles, cuando caigo en cuenta que he dejado los lentes en casa de Basago ¡mierda! No puedo ir así al colegio ¿y si me hago la enferma como lui? mi madre jamás me creería.

-Basago- comienzo a hablar a la nada - si me escuchas por favor me podrías traer las lentillas- parezco haciendo suplicas al baño.

Espero unos segundos pero nada sucede, así que salgo derrotada del baño, hoy será un día bastante largo.

Me dirijo a la habitación a recoger mi mochila, cuando siento el olor de Basago, lo busco por todos lados pero no lo encuentro sin embargo, al pasar por la mesita de noche, veo el estuche con mis lentes de contacto.

-Lili- grita mi madre -ya vino tu amigo, apurate.

-enseguida bajo- grito en forma de respuesta mientras me pongo los lentes

-hola arli- lo saludo como de costumbre, antes de salir de la casa me doy la vuelta y abrazo a mamá -chao, mami, te quiero- es lo último que digo antes de marcharme al colegio.

Las dos primeras horas del colegio estuvieron tranquilas, ahora sigue la verdadera lucha, el examen de matemáticas, la verdad es que aunque estudie anoche sigo con un poco de miedo.

-por favor sustentan los ejercicios al inverso de la hoja- dice el profesor quien parece demasiado feliz por el examen sorpresa.

Comienzo a responder las Preguntas que estudiamos anoche, y sorprendentemente las resuelvo con gran rapidez.

Miro el reloj, 10:40am, en este preciso momento levanto la mirada y sonrío a nada, recordando que justo ahora en algún lugar del espacio-tiempo yo estoy observándome y pensando que estoy loca.

-todos dejen sus exámenes- cuando estamos a punto de festejar añade - cambio de metodología.

Miro a Basago como preguntándole ¿ahora que?, pero él solo me hace ademanes de que debo relajarme.

Comienza en orden de lista, todos han perdido el examen, obviamente exceptuando a Basago.

-señorita Thompson- miro a todos lados en busca de ayuda, pero solo me encuentro con la mirada de burla de Arli y la mirada inescrutable de Basago.

Le paso la hoja del examen al profesor para que la califique mientras yo resuelvo el ejercicio en el tablero, para mi sorpresa el ejercicio resulta aparentemente sencillo, siento a mis espaldas la mirada de Basago, me pone nerviosa pero aun así termino mi ejercicio.

-felicitaciones Thompson, tiene un 10- el profesor parece igual de sorprendido que yo.

Suena el timbre para el receso y cuando Basago se pone de pie para salir del salón lo abrazo, es mi manera de darle las gracias.

-soy genial, creo que en poco tiempo seré mejor que tú en matemáticas- le digo aun pegada a su cuerpo

-no sueñes, además tuviste un gran profesor

-¿profesor? Yo no necesito eso

-ajam- dice de modo sarcástico mientras pone un brazo sobre mis hombros.

-ni sueñes niño lindo- digo mientras quito su brazo y doy media vuelta para ir a buscar a Arli, pero no fue necesario, él estaba mirando atentamente la escena.

-no digas nada- le advierto antes de que comience a inventar historias.

-solo tengo una duda- sabia que no se podía resistir, así que me limito a rodar los ojos.

-dime, ¿qué quieres saber?

-¿como es posible que alguien un día te odie, después sea un nerd y ahora sea tu súper amigo y posible conquista?- yo si sabía que iba a salir con un disparate

-primero, creo que aun me quiere matar, segundo, sigue siendo un nerd y tercero, NO somos nada- hago énfasis en la palabra "no" pero al parecer a Arli le resulta lo más gracioso del mundo porque comienza a reír como un retrasado.

.....

-mamá, ya llegue- grito desde la puerta de la casa pero no recibo respuesta, por lo que supongo que no esta en casa.

Subo al segundo piso y me dirijo a la habitación de lui para ver como sigue, al parecer esta dormida, así que ya un poco más tranquila bajo hacia la cocina y me preparo un sándwich para el almuerzo.

Trato de dormir un poco, pero se me es imposible, así que deseo que Basago estuviera aquí, y sorprendentemente en pocos segundos lo veo aparecer como por arte de magia en mi habitación.

-¿cómo mierda llegué acá?

- yo desee que vinieras- digo con cierto tono de duda - aunque aun no entiendo como funciona esto

-¿crees que no tengo nada mejor que hacer que cumplir tus caprichos?

-si tuvieras algo mejor que hacer, lo estarías haciendo y no estarías acá

-buen punto, pero ¿cómo me trajiste hasta acá?

-tú más que nadie sabes, que no tengo ni idea de que pasa últimamente- me acomodo en la cama para hacerle espacio.

-¿para que querías que viniera?- pensé que jamás lo preguntaría

-no lo sé, no quería estar sola- digo encogiendome de hombros -además, no pensé que si fueras a venir.

-si pensabas que no iba a venir, ¿por qué deseaste que estuviera aquí?

-.... Porque eso es lo hacemos las personas, deseamos algo absurdo, para luego decepcionarnos y seguir con nuestras mediocres y patéticas vidas.

-que raros son los humanos ¿qué sentido tiene desear algo imposible?

-no son tan imposibles, tú estas aquí ¿no?

-si, pero...

-pero nada, me vas a decir que nunca haz deseado algo imposible.

-la verdad es que para mi nada es imposible.

-para ti, yo soy imposible.

-por eso no te deseo

-aun..

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora