Capitulo 34

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POV  Vassago

A Marco se le ilumina la cara.

--también me dará chocolate a mi?- pregunta ingenuamente.

-No- respondo con sequedad, ese "chocolate" es mío, solo mío.

-¿y tú no quieres compartirlo conmigo?

-No, no quiero- lo miro mal y él camina hacia Lili como si quisiera acusarme y eso es lo que hace.

Marco comienza a decirle cosas al oído y ella comienza a reír a carcajadas mientras voltea a verme.

-no te preocupes, también habrá chocolate para ti- le dice Lili a Marco y el sonríe triunfante.

Espera, a caso ¿de que chocolate le dará? Porqué él no va a probar el mío

Entramos a una tienda de zapatos deportivos, los tres nos quedamos sentados en una banca mientras Lili habla con el chico que atiende.

Éste la mira mucho, de pies a cabeza y le sonríe coquetamente y a ella parece no molestarle; le señala unas zapatillas deportivas de color negro que están en la parte superior de la vitrina. Ella se pone en puntas y aún así no logra alcanzarlas, se ve muy tierna así toda pequeñita. Antes de que el chico trate de ayudarla llegó yo a su lado y cojo las zapatillas, ella me lo agracede y él me mira como diciendo "¿quién mierda es este tipo?"

-¿puedes llamar a los otros dos por favor? Necesito que vengan a probarse los zapatos- me dice Lili y yo hago caso cómo si fuera un perro faldero.

Nos medimos las zapatillas y  al igual que en la otra tienda salimos con ellas puestas.

-¿y ahora que haremos?- pregunta Taylor sin mucha emoción

-ya lo veran- dice Lili con una risita maliciosa.

Salimos del centro comercial y tomamos un taxi que está aparcado en la entrada, Lili nuevamente se sienta en frente y le dice la dirección al taxista, él la mira extrañado y ella sólo asiente.

Después de unos minutos el taxi se estaciona en una calle vacía y de mal aspecto, hay carros abandonados en las aceras y uno que otro perro callejero buscando comida en las basuras.

-aquí es- indica el taxista y Lili paga y se baja del vehiculo, nosotros igual.

-¿acaso pretendes que nosotros?- pregunta Taylor mirando a Lili y ella sonrie maliciosamente.

-¿de qué no perdimo?- pregunto mirando a Taylor

-siganme- dice Lili mientras comienza a camibar hacia un callejón.

Se empiezan a escuchar voces que rápidamente se transforman en gritos incomprensibles.

-esto me está dando un poquito de miedo- Marco me dice en voz baja mientras comienza a caminar más lento hasta quedarse atrás.

Lili se adentra en el callejón y los demás la seguimos. El lugar huele horrible, tiene una mezcla entre orines, alcohol y humo de cigarro y marihuana. Unos metros más allá se logra ver un espacio con más claridad.

Cuando por fin terminamos de cruzar el tetrico callejón, me llevo una sorpresa. Hay aproximadamente unas 50 o 60 personas, algunas están bebiendo, otras estás rodeando a individuos que pelean, otros gritan su apuestas, unos ensultan al peleador que quizás les está haciendo perdee una buena cantidad de dinero. Pero hay algo más, no hay ningún humano, todos son, bueno, somos demonios.

-¡sorpresa!- dice Lili presa de la emoción.

-¿esperas que nos pongamos a pelear?- pregunto bastante confuso.

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora