Capítulo 15

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-Espera!- Basago viene caminando tras de mi; que curioso que ahora sea él quien desee hablar.

No me detengo, lo último que quiero hacer es escuchar a alguien que recién me ignoró como si fuera una mierda.

-creo que te hablan- Arli siempre con sus observaciones ridículas, lo ignoro también y sigo de largo.

La ira me nubla los ojos, maldito habito de llorar cuando me siento impotente, todos deben disfrutar de este patético espectáculo, uno que otro estudiante se queda mirándome y los demás miran tras de mi.

-espera!- siento la leve presión de la mano de Basago en mi hombro obligándome a girar para mirarlo.

-¡¿qué quieres?!- las palabras salen con suficiente brusquedad de mi boca para hacer que los pocos estudiantes que no estaban pendientes de nosotros ahora lo estén.

-¿qué te pasa?- no es la reacción que esperaba, su voz suena preocupada al ver mis lágrimas.

-nada- sé que tal vez mi reacción sea un poco exagerada pero no puedo evitar sentirme ofendida.

Mis ojos arden de nuevo ante el Recuero de Kayla en mi casa, la ansiedad me invade ante la posibilidad de que regrese; no puedo evitar que más lágrimas se desborden por mis ojos; siento el suave contacto del pulgar de Basago apartando las lágrimas de mis mejillas, me aparto y paso la manga de mí chaqueta por mi cara para limpiarla bruscamente.

-ven- toma una de mis manos y me dirige a la zona más solitaria del colegio, la biblioteca, sus paredes blancas y estantes de madera llenos de cientos de libros no la convierten en un lugar muy llamativo para los estudiantes.

-ahora si estamos solo- dice mirando a ambos lados, solo se encuentra la bibliotecaria que no nos presta ninguna atención
-¿quieres hablar?

-que ironía, hace unos minutos era yo quien quería hablar, ahora han cambiado los roles- aunque ya he dejado de lloras supongo que aun debo tener los ojos irritados

-lo siento, yo pensé que tú... Querías hablar de otra cosa- su tono de disculpa es verdaderamente sexy, pero no se lo diré.

-esta bien, ¿de que quieres hablar?

-¿qué fue lo que paso con Kayla?- le cuento todo que ha sucedido en estos últimos días, aunque me reservo ciertos detalles.

-... Y eso fue todo lo que pasó- su cara de asombro no deja lugar a dudas de que todo lo que le he dicho es nuevo para él -ahora tú debes decirme todo lo que sabes sobre Kayla.

-es una muy larga historia, te haré un resumen -asiento con la cabeza - es una humana, con sangre de demonio, es ambiciosa, abara y muy peligrosa, la hemos buscado durante décadas, pero ella siempre se escabulle.

-¿y qué tengo yo que ver en todo esto?

-no lo sé, tal vez tú tienes algo que ella quiere

-¿yo?- digo con cierto tono de escepticismo - ¡por dios! Mirame, ¿que tengo yo que ella no tengan? Absolutamente nada- la bibliotecaria me indica que baje la voz -todo esto es una locura.

-lo sé, pero tal vez... Tú... Antes... No me escuches, estoy divagando, será mejor que vamos a clase- toma mi mochila y se la cuelga al hombro.

-yo también la puedo llevar- señalo mi mochila - estoy preocupada pero aun tengo mis brazos.

-eres imposible- sin decir ni una palabra más, sale de la biblioteca y yo voy tras él.

La mañana ha pasado rápido, ahora solo falta terminar la clase de religión para poder irme a mi casa y pasar un fin de semana de entrenamiento, Basago se ofreció a entrenarme para así poder proteger a mi familia ¿por qué tratará de ayudarme? No lo sé.

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora