Capitulo 35

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Me quedo dormida en casa de Vassago, puedo escuchar latir su corazón, eso es algo propio de los demonios enamorados, lo hice como un símbolo de que se volvían más humanos. Que cursi.

Sabía que se enamoraría de mí, pero esperaba que fuera más inteligente y no lo hiciera. Me tengo que ir, eso es inevitable, lo nuestro no puede ser y no va a ser así pudiera, al salir de la tienda 24/7 lo vi; con tanta claridad que me abrumó, lo vi. Vi mi futuro y también vi porque fue que vine acá, es curioso que me sometiera a todo eso sólo por un capricho. Ahora sé que mi ida está cerca, tal vez meses o quizás semanas; todo depende de que tan fuerte logre ser.

Abro los ojos y Vassago está profundamente dormido, es lógico, está agotado mentalmente.

Me bajo lentamente de la cama y busco la bolsa de las compras, tomo las camisas que compramos en la tienda y las meto en una cajita junto con la camisa que me devolví a comprar, sé que en el fondo le gustó y le gustará resivirla. Lo vi.

Empujo la caja con cuidado bajo la cama, hasta el fondo. Donde se pierde bajo las sombras. Regreso a la cama pero no puedo dormir de nuevo, mi corazón palpita como loco, a mi mente vienen imágenes de aquella visión, imágenes que me torturan y me confunden.

Pienso Lui, en mamá, en papá y en Vassago ¿cómo voy a dejarlos sólo? Que malos planes hago.

Recreo una imagen en mi mente hasta que puedo hacerla real, viajar en el tiempo es sencillo.

Ahí estoy yo, jugando con los hilos blancos en un lugar vacío.

-¡oye!- digo para llamar mi atención y volteo sobresaltada

-¿quién eres y cómo llegaste aquí?

-soy tú, la tú que si vive

-¿entonces funcionará?- pregunta mi otra yo que no se parece en nada a mí, porque literalmente no es un cuerpo, es una fuente de energía inagotable, sólo estoy ahí. Siendo infinita

-claro que funcionó ¿en que pensabas cuando planeaste esto?- digo señalando mi cuerpo

-no pensaba, no lo planeaba. Sólo lo deseaba. Pero calla, Dejame verme.

Se acerca a mi y comienza a tocar mi cabello y mi rostro. Se siente calido.

-¿qué me pasó en los ojos?- pregunta al notar el cambio de color.

-no lo sé ¿acaso tú no lo sabes?

-no, eso pasó una vez nací y de ahí en adelante esos recuerdos te correspondían a ti.

-pues no los tengo, los he perdido.

-¿cómo mierda pierdes un recuerdo? Alguien debió de quitarlo pero ¿por qué?

-esperaba que tú me lo dijeras- digo miemtras me siento.

-lamento decirte que no puedo, porque no lo sé, de hecho es raro que puedas venir a verme. No pensé que tuviera "habilidades" allá en la tierra.

-¿cómo así tú no sabes nada de mi? ¿ni quienes son mis padres?¿ni conquien me relaciono? ¿o si tengo habilidades?

-no, mira. Cuando desee ser humana quise serlo y ya, no planee nada, sólo me convertí en un espermatozoide al azar, que fecundaría un óvulo al azar y tendría una vida al azar.

-vaya, el azar es cruel- suelto una risita falta de gracia.

-no me cuentes nada, podría alterar la linea del tiempo, sabes de que hablo.

-lo sé, es más, creo que no debí haber venido.

-yo también lo creo, pero antes de que te vayas recuerda que tú no estás condenada, tú puedes elegir que quieres hacer. Tu linea va a estar vacía, tú la llenaras como creas necesario. No tienes un destino, ni leyes que cumplir antes de venir acá, puedes tener una vida extraordinaria u ordinaria, ya eres tú quien decide que quiere hacer.

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora