Capítulo 16

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POV Basago

No he dejado de pensar en lo que me contó Lili de Kayla, no entiendo que sentido tiene reaparecer después de más de una década en la casa de una humana cualquiera, bueno, no tan cualquiera, esta chica es especial pero no sé en que concepto lo digo, es probable que me agrade un poco, pero no se lo diré, suele tener exceso de confianza.

La veo caminar junto al chico rubio que siempre la acompaña ¿sera su novio? Tal vez aunque tampoco es que me importe demasiado, me acerco a ellos y paso un brazo sobre los hombros de Lili, parece que a su "amiguito" no le hace mucha gracia que estemos hablando, porque se adelanta unos cuantos metros.

Escucho a la distancia el sonido de una carro que viene a una velocidad poco prudente, aunque esta un poco lejos, sé que en pocos segundos cruzará esta calle, parece que Lili también lo escucha y gira en dirección a su amigo que esta justo en el camino del vehículo; trato de detenerla pero ella ya ha corrido a salvar al rubio.

El carro impacta su costado derecho con una fuerza impresionante, su delgado cuerpo se eleva unos dos metros en el aire antes de caer sobre el asfalto bruscamente, no tengo tiempo de mirarla, salgo corriendo tras el carro, que no se detuvo ni siquiera para ver los daños ocasionados, me toma unos cuantos segundos alcanzarlo, el auto se detiene en seco, abro la puerta del piloto, no hay nadie ¡¿qué?! Esto no puede ser, debió de haber escapado, pero ¿donde? No hay donde escapar, junto al acelerador hay una pequeña tarjeta, no tiene nada salvo la letra «k» volvió, realmente volvió ¿por qué ahora? No es momento para mis preguntas, en estos momentos Lili debe estar muriendo, de solo pensarlo me duele el pecho y me falta el aire, si muere, elegiré ser su demonio custodio, no dejare que nadie la utilice.

Miles de pensamientos pasan por mi mente Mientras camino de vuelta hacia Lili, la gente rodea su cuerpo impidiéndome ver el daño ocasionado, me abro paso entre la multitud y logro llegar a ella.

La escena parece sacada de una película de juegos macabros, al verme se sienta pese a las objeciones de los espectadores, su ojos se encuentran inyectados de sangre, varias de sus costillas desgarran su piel, su brazo izquierdo está evidentemente fracturado al igual que sus piernas, de una de estas se puede ver su fémur astillado, es evidente que va a morir pronto, no entiendo como no ha muerto aún.

-¿Lili?- no puedo evitar sonar preocupado, el solo hecho de pensar que está sufriendo hace que le falte el aire.

-estoy bien- mira su cuerpo estropeado, parece algo impactada y no es para menos - no confíes en lo que ven tus ojos.

No entiendo que quiere decir, es evidente que su juicio se ha visto alterado por el fuerte golpe.

Se toma unos segundos más observando su cuerpo y comienza a organizar los huesos de su muñeca y posteriormente los de su antebrazo izquierdo; todo esto escapa de mi compresión, ni los demonios podemos hacer eso, ¿se esta sanando a sí misma? Esto es impresionante, la gente mira estupefacta este majestuoso espectáculo.

Termina de «sanar» sus costillas y se pone  de pie, me sorprende que no tambalee ni un segundo, es como si nada le hubiese pasado.

-no se preocupen, estoy bien- su anuncio hace que algunas personas se sobresalten, otras murmuran y unas cuantas graban este «milagro».

-¿niña, enserio esta bien?- pregunta un señor ya un poco mayor, que mira con algo de escepticismo.

-si señor, ahora sino les molesta, debo ir a casa porque mi madre me esta esperando- sin decir ni una palabra más, toma su mochila de mi hombro y va a buscar al rubio.

El chico ese se encuentra sentado en la acera con un vaso entre su manos, probablemente agua que alguien le regalo, al ver a Lili se levanta y corre hacia ella para abrazarla, comienza jugar con los rizos de su cabello «solo yo, puedo jugar con  su cabello»  que estúpidos pensamientos, alrededor las personas comienzan a disiparse al ver que ya no hay espectáculo.

Esos dos aun continúan abrazados, el rubio le dice le dice algo al oído y ella sonríe, no sé porque este simple acto me llena de rabia, y aprieto mis puños para no golpearlo.

-creo que será mejor que me vaya, tú debes descansar- ambos desasen su abrazo, lo que me llena de alivio.

-si, yo también creo que así es mejor- habla el rubio quien me mira lleno de odio

-no te hablaba a ti, rubio, le estaba hablando a Lili- doy media vuelta para marcharme pero un brazo me detiene.

-no, tú no te vas, tenemos mucho que hacer- esta chica no deja de sorprenderme.

-¿estas segura? Acabas de tener un accidente y creo que debes descansar.

-nada de eso, tú vienes conmigo y punto- toma mi mano y la entrelaza con la suya -además creo que ya es hora que mamá conozca al chico con el que paso todas las noches- no puedo evitar sonreír ante el tono de picardía que uso para decir aquello.

-¡¿qué!?- el rubio parece algo alterado ante el comentario de Lili- ¿pasan la noche juntos?

-si, en sus sueños- me adelanto a la respuesta de Lili, y ambos reímos.

Parece que el rubio no le hace mucha gracia nuestra broma porque tensa sus músculos y se despide unas cuadras después.

-¡mami! Ya llegue- grita Lili desde la puerta, deja su mochila sobre un sofá de estampado de rosas.

-¿quién es este muchacho tan lindo?- creo que me comienza a agradar esta mujer.

-mamá, el es Basago, el chico nuevo

-oh! ¿El chico sexy que huele rico del que me contaste?- su madre me regala una mirada cómplice.

-¡mamá! Eso no se dice, eso era un secreto de madre e hija- Lili se queja pero su madre parece ignorarla.

-mucho gusto Basago, soy Rosali, la mamá de esta niña loca.- definitivamente me agrada

-lo sé, ella esta loca- le doy la mano a sola Rosali

-bueno, me alegra que se agraden pero este chico y yo tenemos cosas que hacer- Lili toma mi brazo y me lleva con ella hacia las escaleras.

-voy a estar los vigilando- el tono de advertencia de Rosali hace que sonría.



El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora