Capítulo 2

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Este día ha sido muy largo, no solo porque sea lunes, sino porque desde que llegó el chico nuevo, algo ha cambiado dentro de mi, me siento mas activa, es como si toda mi vida hubiera estado dormida, además de que cuando me mira pareciera que conociera todos y cada uno de mis secreto, como si pudiera leer mi alma, según mis amigos el debe ser algo así como un ex-convicto, por su aspecto rudo y fuerte, pero yo no lo veo así, lo veo como alguien misterioso y tal vez vulnerable.

...
Por fin llegue a casa
-como estuvo la escuela?- Pregunta mi mamá desde la cocina
-pues bien- respondo sin mucho animo, la verdad lo último que quiero hacer es hablar sobre mi día, pero al parecer mi madre si quiere hablar sobre eso
- y que paso de nuevo?-

-pues llegó un chico nuevo- ya puedo imaginar la sonrisa de picara de mi mamá

- y es lindo?- y obvio no podía falta la incomoda pregunta

-pues no lo se, sólo se que es diferente, tiene un olor muy peculiar, intenso, fuerte y dulce- como él, pienso pero no le diré eso a mamá

- que loción sera?- la verdad es que no creó que sea una loción, era mas bien como su esencia, era como si pudiera oler su alma, un olor que solo él podía tener, un olor único y perfecto.
Pero en lugar de decir esto solo acato a responder - jum, ni idea.

Me encierro en mi habitación, me pongo mis auriculares y me recuesto en la cama, cuando estoy a punto de dormir, llegan a mi mente imágenes de mi sueño, de la niñita, la señora y la cosa que apareció detrás de ella, pero esta vez veo bien a la niña, y tiene un ojo azul y otro verde, tal cual como yo. Me despierto abruptamente algo agitada por el "recuerdo" y mejor me pongo a escribir en mi diario sobre mi día, así es, tengo un diario en el cual apunto todo lo importante que me pasa, una vez un señor me lo regaló cuando yo era muy pequeña, y desde entonces siempre escribo en el todo lo que me sucede. Es extraño, porque llevo mas de 13 años con el diario y todos los días escribo en él, pero las hojas nunca se acaban, ni se deterioran, siempre permanece igual.

Mi madre entra a mi habitación, con una bandeja con comida - hija, ya te traje la cena- dice mientras pone la bandeja sobre una pequeña mesita que hay en mi habitación.

-gracias mami, ahora como-

-¿en que piensas tanto?- me quito los auriculares y me acomodo en la cama.

-en nada, solo que me siento rara-

-¿tienes algo? ¿estas enferma?¿te duele algo- pregunta con evidente preocupación en su rostro

- no, solo me siento rara, como si algo hubiera cambiado, como si algo dentro de mi estuviera esperando algo, pero no se que es- la frustración es evidente en mi voz

-No te preocupes, todos pasamos por esa etapa en la vida- se que trata de animarme, pero se que lo mio no es igual a las demás dudas existenciales de la humanidad -pronto encontrarás las respuestas que quieres- continua mi mamá mientras yo miro a la nada -así que haz caso a mi consejo y relajate; cena y acuestate a dormir temprano que mañana hay que ir a estudiar- me da un beso en la frente y sale de mi habitación.

....
Sé que estoy dormida, porque de repente aparezco en un lugar que no conozco pero me resulta sumamente familiar, parece que la gente no me ve, porque al pasar por mi lado me ignoran, pero un señor muy elegante, alto, parece de unos 40 años pero aun así se ve muy conservado, me mira y se ve demasiado sorprendido, casi asustado pero no dice nada, solo se limita a mirarme estupefacto, entonces veo sus ojos, son verde claro, tan claro que parece casi blanco, no decimos nada, solo nos miramos.

El Infierno En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora