Caso 21» j.b

Capítulo 41

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Ni siquiera el sonido de la ambulancia y el alboroto de todos los agentes entrando en el lugar hicieron que ________ saliera del shock en el que había entrado desde que vio el estado en el que Justin se encontraba. Varios agentes entraron en la habitación y uno de ellos cogió violentamente a _______ inmovilizándola y amarrando sus muñecas con esposas. Otro agente también detuvo a Taylor, el cual tenía una mirada perdida en cualquier punto. Era imposible describir lo que transmitía su cara, pero desde luego se quedaba muy lejos de ser un jefe de policía. Por último entró Trevor con el terror reflejado en su rostro y cuando vio a Justin tirado en el suelo sangrando sus ojos se cerraron con fuerza mientras se acercaba a él y le intentaba reanimar. Cuando comenzó a intentar revivirlo con más fuerza, ________ reaccionó y comenzó a llorar.

- Justin... Justin, por favor... - Se había soltado del agarre del agente y aunque todavía tenía las manos atadas a la espalda, se había podido agachar junto a él. Trevor la miró con lágrimas en los ojos y ______ lo miró también. – No... no, no, no... - _______ comenzó a ponerse histérica y con ayuda de dos agentes consiguieron sacarla.

Dos auxiliares de ambulancia entraron y comenzaron a conectar cables al pecho de Justin, mientras otros dos que acababan de entrar empezaron a administrarle oxígeno y a hacerle maniobras de reanimación. Trevor se había apartado para dejar trabajar a los médicos, pero seguía viendo la escena horrorizado.

- Vamos, Justin... - Se había acercado un poco a él y lo había tomado de la mano. – Justin, hermano. – Su voz apenas era reconocible porque estaba totalmente quebrada. No recordaba haber llorado así en su vida.

_______ todavía observaba la escena aunque no podía ver con claridad porque, aparte de que las lágrimas no la dejaban ver, se estaba comenzando a marear. Volvió a soltarse como pudo de los agentes y corrió de nuevo al lado de Justin.

- Justin... - ______ tenía la voz totalmente quebrada también y Trevor la miró por segunda vez con una mueca de compasión. Ella lo miró y negó.

De repente el pulsó subió, pero no lo suficiente como para poder sobrevivir.

- Justin... - ______ se apresuró a ayudar a los médicos. – Justin escúchame; vas a vivir. Confía en mí, por favor. Todo va a salir bien pero te necesito aquí conmigo. Sé que eres capaz de poder con esto... - El ritmo cardíaco de Justin volvió a aumentar un poco más y uno de los médicos gritó que continuaran con la reanimación. – Justin... por favor. – Trevor aferraba la mano de Justin como si no hubiera otra ocasión para hacerlo mientras comenzaba a rezar una oración por la vida de su amigo. – Por favor, cariño. Te quiero mucho...

Trevor observó el rostro de ______. Estaba totalmente pálido y mojado por las lágrimas. Las esposas tras su espalda la impedían tocar a Justin y tampoco podía inclinarse a besarle o algo parecido porque los médicos estaban haciendo su trabajo.

De repente, el pulso de Justin volvió a la normalidad (aunque todavía un poco débil) y Justin abrió los ojos mientras tomaba una gran bocanada de aire. Al principio ni siquiera recordaba dónde estaba o qué es lo que había pasado, sólo pudo ver a cuatro médico rodearle, a Trevor a su izquierda llorar y sujetarle su mano y a _______ llorar a su derecha con las manos en la espalda y dos agentes que la cogían y la arrastraban hacia atrás. Pero ella ya no luchaba. Ella había visto a Justin revivir y para ella eso había sido suficiente para poder marcharse tranquila.

- Nos le llevamos. – Gritó un médico

Cargaron en una camilla que acababan de traer a Justin y, sin quitarle ningún cable ni el oxígeno, le transportaron entre todos a la ambulancia. Ya afuera, la luz del día golpeó a Justin en los ojos y tuvo que cerrarlos para no quedarse ciego. _______, a lo lejos, a punto de entrar en un coche patrulla, observó cómo metían a Justin en la ambulancia y Trevor subía para acompañarlo al hospital. La ambulancia marchó con la sirena puesta y _______ terminó de ser empujada dentro del auto. En otras circunstancias hubiera intentado escapar y hubiera insultado al agente, pero después de todo lo que acababa de pasar ya no la quedaban fuerzas. Sólo permanecía en ella los ojos hinchados, la cara llena de lágrimas secas que, sin embargo, algunas se perdieron en algún punto del asfalto mal cuidado de Budapest y las interminables ganas de llorar.