Capítulo 23

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La oficina a las doce ese día no estaba muy llena. La gente había pedido días libres para irse con su familia a algún lugar exótico y realmente en su planta solo estaban Justin, Trevor y alguna que otra secretaria yendo de un lado hacia otro clasificando informes y paseando por los pasillos.

- ¿Has visto la nueva secretaria que ha contratado Taylor?

Justin desvió la vista que tenía en unos informes y miró a Trevor. Él levantó repetidamente las cejas y luego hizo una señal con su cabeza para mirar a través del cristal hacia el pasillo. Justin también echó una mirada a la chica.

No estaba mal. Era alta y con un cuerpo precioso que se notaba gracias a la falda de tubo marrón que tenía y la camisa blanca de botones que hacía notar un busto notablemente grande. Su cabello rubio, que parecía natural, estaba recogido en una cola alta y sus labios gruesos se movían sensualmente cuando hablaba con las demás chicas y además, formaban una sonrisa muy bonita.

- Vaya... no está nada mal.

- ¿Nada mal? Eso es una mujer y lo demás es tontería.

Trevor soltó una carcajada y Justin lo acompaño con una sonrisa.

- Me gustaría saber qué formación tiene para el trabajo. - Justin sonrió de nuevo y Trevor negó mientras reía.

- Tiene apariencia de ser inteligente, ¿no crees?

Justin no contestó, solo volvió a los documentos y se produjo un silencio largo.

- ¿Estás bien? -Trevor habló mientras se acercaba a su mesa.

- ¿Yo? - Contestó pero sin despegar su vista de lo que estaba haciendo.

Trevor, que se había sentado en la mesa de Justin, retiró los papeles que estaba mirando, el cual lo observó rápidamente y Trevor levantó una ceja.

- Llevas todo el día mirando el mismo papel sin escribir nada, y cuando te hablo asientes cuando ni siquiera te estoy preguntando. - Trevor se acercó más a él - ¿Qué - te - está - pasando?

Había pronunciado la pregunta haciendo una parada en cada una de las palabras, haciendo que Justin tragara saliva sonoramente. Y sabía muy bien que le pasaba. Era obvio que estaba así por Elisabeth pero sabía que si no le preguntaba no iba a contarlo, con lo cual haría que todo se volviera raro porque si algo caracterizaba su amistad era la sinceridad y la confianza de contarse las cosas entre ellos.

- He dejado a Elisabeth. - Su voz era monótona y su tono era bajo.

El cigarro que había encendido Trevor hace diez minutos ya estaba casi consumido y no había fumado ni tres caladas. Solo lo había dejado ahí sin prestarlo mucha atención.

- ¿Y eso por qué?

Justin se levantó y se asomó al ventanal de su oficina. Pudo observar que las calles de Nueva York estaban poco transitadas para ser un lunes, luego se acomodó en la pared del despacho y miró a Trevor, el cual le miraba con una mueca imparcial.

- Inventó que estaba embarazada para que no la dejara, luego se enfadó y se fue de casa.

- ¿Se inventó que estaba embarazada? Pero... ¿Qué pasó para llegar a eso?

Trevor ya no estaba sentado en la mesa, ahora estaba en la máquina de café, dando la espalda a Justin, porque no podía mirarlo a la cara en ese momento. ¿Embarazada? ¿Acaso Elisabeth era capaz de hacer eso?

Pero luego recapacitó. Si era capaz de serle infiel a su prometido, era capaz de mucho más.

- No lo sé, pero de verdad no quiero saberlo.

Caso 21» j.b Donde viven las historias. Descúbrelo ahora