1.3 Esa gorra...

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—Maney no está en su lugar...—
Se percataba Iker, que buscaba a Maney con la mirada. —Tampoco ese chico Tim... Son agradables. —Se reía. —Creo que seremos muy buenos amigos...—Se levantó de su asiento, y comenzó a caminar, cuando el camión frenó de improviso y de manera muy brusca. Todos los jóvenes que se encontraban de pie cayeron contra el suelo. En el autobús se escucharon gritos ensordecedores, y golpes.

— ¡Ay! Qué daño...—Lloriqueaba Tim, en el suelo.

— ¡Cállate y levántate de encima de mí!—Decía Maney.

— ¡Lo haría si las 300 personas que hay arriba se quitaran!—Se quejó, llevándose las manos a la cabeza y sintiendo que algo le faltaba — ¡Mi gorra!

— ¿Qué?—Le preguntó Maney desconcertada.

— ¡Mi gorra! ¡No está! ¡Ayúdame a buscarla! ¡Quiero mi gorra!—Tim se sacudía intentando zafarse para buscar su gorra, sin ella sus cabellos despeinados lo hacían ver llamativo y unos años mayor a su apariencia infantil.

Al mismo tiempo...

— ¡Auch!—Se quejaba Mara sobándose la cabeza, levantándose del suelo. — ¿Estás bien, Sue?

—Sí... gracias. —Se levantó. Muchos intentaron ayudar a Mara a levantarse, pero ella se negó, tomó nuevamente a Suemy de la mano y siguieron caminando.

— ¡Quítense de encima!–Gritaba Iker, sepultado entre una gran masa de gente. Sin embargo nadie hacía caso, se levantaban de forma lenta.

—Ya lo oyeron. —Se escuchó una voz desde el fondo del camión. — ¡Muévanse todos!—Los estudiantes se asombraron al ver que esas palabras provenían del carismático Derek. Esta vez, miraba de una manera muy seria, se veía molesto. Como un rayo, todos se levantaron y dieron espacio a Iker para que pudiera levantarse también, él se sacudió, volteó hacia Derek que se acercaba a él.

—Gracias...—Dijo débilmente.

—Idiota. —Contestó y acto seguido dio media vuelta volviendo a su asiento.

Iker siguió caminando con cuidado, buscando a Maney y a Tim.

— Veamos, él tenía una gorra, y ella... Ese cabello negro súper lacio y asombrosamente largo...—Seguía pensativo mientras la buscaba, ya nadie estaba en su asiento, todos estaban parados y eso era un problema, ya que apenas se podía permanecer en el estrecho y largo pasillo del camión.

— ¡Maney no la encuentro!—Sollozaba Tim, arrastrándose entre la gente, debajo de los asientos, por todas partes.

— ¡Cállate y sigue buscando! ¡No puede perderse!—Lo mismo hacía Maney, pero ella cuidaba que nadie pisara su cabello. Cada alumno metido en su asunto, que ninguno advirtió que pasados unos minutos ya habían llegado a su destino. Los estudiantes bajaron de sus camiones y con sus mochilas y pertenencias fueron formados por semestres y aula, exceptuando el camión mixto que formaba un grupo especial.

—No es justo... Mi gorra no aparece... Mi gorra... —Lloraba Tim quejándose con Maney al salir del camión, reuniéndose con los demás.

—No creo que no la vuelvas a ver. No creo que termine así...—Le animaba Maney, dándole una palmada en la espalda y tratando de ahogar la molestia que también le causaba el que hubiese perdido esa gorra.

— ¡Hasta que te veo, Maney!—Gritó Iker a unos metros de distancia, corrió con ellos y al estar cerca sonrió, volteando hacia Tim diciéndole: — ¿Quién eres?

—Soy Tim. —Contestó enojado y cruzando sus brazos.

— ¡Oh, sí! Es que no te reconocí jajaja discúlpame. ¿Y tu gorra? Creí que la usarías más ahora que hay sol...—Se disculpaba con una risa muy energética.

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