2.5 Un lindo gesto

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...Y Zuley, llegaba tarde como siempre a la escuela. Corrió lo más que pudo, entró antes de que cerraran la puerta y se apresuró hacia el edificio de su salón, cuando chocó violentamente con alguien.

— ¡AAAAAAYYYY!—Gritaron los dos.

— ¡Mi nariz!—Dijo la persona con la que había chocado.

— ¡PERDÓNAME! ¡POR FAVOR!—Se sobaba la cabeza, cerrando los ojos.

—Estoy sangrando... ¡Tienes la cabeza dura!—Le reclamaba.

—Te llevaré a la enfermería, yo... —Alzó la mirada, y se sorprendió cuando vio quién estaba frente de ella. — ¿¡TIM!?

— ¿¡Zu-ZULEY!?—Él también se sorprendió. — ¿Me golpeaste por lo que dije el otro día sobre tus zapatos feos?—Le preguntó con temor, los dos estaban aún en el suelo. — ¡Perdóname!

— ¿Qué? ¿Cuáles zapatos feos? ¡No! Choqué contigo sin querer. Disculpa, tu nariz... Debe revisarla un doctor. —Se levantó y ayudó a Tim a levantarse.

— ¡Mi gorra!—Dijo Tim alarmado.

—En tu cabeza...

— ¡Ah sí! Jejeje... —Alzaba su cabeza y sujetaba su nariz con sus manos para detener la hemorragia. Comenzaron a caminar a la enfermería.

—De verdad perdóname, tenía mucha prisa. Y ayer no dormí muy bien...

—No te preocupes, yo estaba distraído. Buscaba a Maney, ¿La has visto?—Le preguntaba con una voz chistosa por que se agarraba la nariz.

—Jijiji... No, ¿No estará con...

— ¿¡Iker!? ¡Por favor no lo digas! ¡No quiero saber nada de él!—Le interrumpió con una voz fastidiada.

—Jaja, ok, ok... Hablemos de otra cosa...

—De acuerdo... ¿Por qué estás triste?—Le dijo con gran sutileza. Zuley se sorprendió y se quedó callada por unos segundos, luego dijo:

— ¿C-Cómo lo supiste?

—No sé, como que brotas tristeza... —Le intentó contestar.

—Ayer golpee a una amiga con una almohada y le rompí la nariz...—Explicaba muy triste, quería llorar de nuevo. —Ahora ellas no me quieren hablar más.

—Ellas se lo pierden. —Le comentó Tim. —Deberías alegrarte porque eres fuerte. —La intentaba animar.

—Gracias. Creo que me hace sentir mejor. —Sonreía levemente.

—Ahora que nos conocemos más, me doy cuenta de que si eres popular, es porque eres muy gentil y amable. —Hizo un esfuerzo por sonreír sin que su nariz sangrara más.

—Muchas gracias. —Sonrió acariciando su cabeza. —No te preocupes, mira, ya llegamos a la enfermería. —Le señaló a la puerta que estaba frente de ellos.

—Sí. Gracias por traerme.

—De nada. Ahora debo dejarte porque se me hace muy tarde.

—Claro. Con traerme fue más que suficiente, no debiste molestarte. —Le agradecía Tim.

—Revísate esa nariz por favor... ¡Después te buscaré!— Le sonrió. Tim asintió con la cabeza y se metió a la enfermería, y Zuley corrió hacia su aula con una gran prisa porque se le hacía muy tarde para su clase, más de lo normal.

Memories 1 Inicia el viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora