2 Después del paseo...

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-Iker, Iker, Iker, ¡IKER!-Resonaba la voz de Tim de una manera molesta. - ¡Es todo lo que oigo desde hace semanas!

-Perdón pero... ¿Qué quieres que haga? Va en mi salón y me siento junto a él. -Le explicaba Maney, tratando de justificarse.

-Desde que estás con él ya no eres la misma... -Le insinuaba, en un tono más bajo.

- ¿De qué hablas? ¡No he cambiado!-Prosiguió ella, exaltándose.

-Ya no vienes a mi casa como antes, ya no platicamos ni jugamos tanto... Y ahora para todo sacas a Iker. -Reprochaba, desanimado.

-Ahora estoy en tu casa ¿No?-Le dijo dulcemente, llevándose su mano al hombro de su amigo. - Con la escuela no tengo tanto tiempo... Y él es el único al que le hablo de mi salón...

-... ¿Te quedarás a dormir?-Preguntó a modo de cambiarle el tema, aún sonaba apagado.

-No puedo... Le prometí a mi tía llegar temprano... -Contestó desanimada, bajó la mirada.

-Ya veo...-Respondió molesto. Volteó la mirada hacia el otro lado.

-P-pero si quieres... Me puedo quedar mañana. -Maney intentaba reponer su falta. Quería acercarse a Tim, pero él se alejó de ella, caminó unos pasos hacia el comedor, dejando a Maney sola en la sala.

-No te preocupes, ve a quedarte con tu "amigo" Iker...-Se mofaba de él, sacando la lengua y frunciendo su cejo; cruzó los brazos.

- ¡Ay no puede ser!-Gritó Maney desesperada, colocó sus manos en la cabeza y jaló sus cabellos. -Sigues celoso por Iker ¿Verdad? ¡Ash! ¡Ya te lo dije! ¡Es mi amigo también! ¡Y más te vale que te acostumbres!-Lo señaló amenazadoramente.

-Haz lo que quieras...-Rezongó.

-No te entiendo. Puede ser tu amigo también... Él es una persona muy alegre y es muy agradable. Seguro que te cae bien, te cayó bien en el paseo ¿No? Incluso se ponen a platicar cuando se encuentran, así que no seas hipócrita.

-Es que sí me agrada pero no tanto. -Mentía. -Lo intentaré...

-Me alegra. -Ella sonrió y acarició su cabeza. -Algo me dice que se llevarán muy bien.

-Sí, puede ser... -Volteó a verla y sonrió; tomando la mano que Maney había recargado en su cabeza. Y en ese momento, la puerta de la casa de Tim se abrió:

- ¡Hola mamá! Hoy llegaste temprano. -Saludó Tim desde la sala.

-Tim, pensé que estarías haciendo tu tarea... -Comentó su madre al ver que Maney estaba con él. La madre de Tim era una mujer bajita, muy delgada, su cabello era de un verde más vivo que el de Tim, sus ojos eran azules y en ellos comenzaban a haber marcas de la edad, su piel era un tanto más morena que la de su hijo.

-Buenas tardes señora Abi, la está haciendo, yo le estaba ayudando. -Le decía cordialmente, la señora volteó la mirada con desgano.

-Deberías ir a tu casa, Maney...-Le insinuaba la Mamá de Tim. -Tim tiene demasiadas cosas que hacer. No puede estar perdiendo el tiempo...

- ¡Mamá!-Se opuso Tim. - ¡Siempre haces lo mismo! ¡Deja de ser grosera con Maney! Por tu culpa ya casi no viene. -Se acercaba a donde estaba su madre.

- ¡No me contestes!-Le gritó la Sra. Abi. -Respétame porque soy tu madre. Harás lo que digo y digo que Maney tiene que irse.

- ¡Pero mamá...!-Alegaba cada vez más molesto; Maney lo interrumpió:

-Ya, está bien Tim. Te veré mañana es la escuela, ¿De acuerdo?-Lo miró con una sonrisa, después miró a la señora y agregó, muy seria: -Me dio gusto verla, nos veremos.—Maney caminó hacia la puerta que ya había sido abierta por la madre de Tim. Tim tenía un gesto de molestia en su rostro. Su madre avanzaba hacia él y le decía, muy enojada:

— ¡Te he dicho mil veces que dejes de juntarte con esa niña!

— ¡Maney es la única amiga que tengo gracias a que tú me los espantas a todos! ¡Y los demás no me importan! ¡Pero ella sí! ¡¿Y tú quieres que se esfume?! ¡No es justo!— Le gritó enojado, dejándose caer en el sillón.

— ¡Si es necesario lo haré!—Gritó con una entonación de predominio. —Esa chica no te conviene. Sólo quiero lo mejor para ti, hijo.

— ¿Ah sí? Maney es "lo mejor para mí"...—Discutía, cada vez más enfadado.

La cara de su madre cambió a una de sorpresa, y balbuceó— ¿N-no... no me digas que te gusta?

— ¡ASH! ¡NOOOOOOOOOOO!— Gritó desesperado. — ¿POR QUÉ TODOS PIENSAN LO MISMO? ¡Maney no me gusta! Es mi amiga, la que más he querido. ¡Y si tú haces que la pierda, no te lo perdonaré!—Al decirlo, Tim se levantó y con mucha energía corrió hacia la puerta y salió corriendo en busca de su amiga que llevaba unos cuantos pasos lejos de la casa...

Memories 1 Inicia el viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora