3.6.8 La ira de la Sra. Abi

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— ¡SALGAN DE MI CASAAAAAAAAAAAAAAAAA!—Gritó la señora a todo pulmón, señalándolos a todos con el dedo índice. Los seis corrieron lo más que pudieron fuera de la casa. — ¡TÚ NO! ¡TIM!—Su mamá casi echaba fuego por la boca, sujetó a su hijo de la nuca de la camisa y no lo dejó escapar. Los demás salieron y cerraron la puerta de la casa de Tim, que por cierto, es grande y tenía un pequeño jardín en la parte de enfrente.

—Eso estuvo cerca. —Suspiró Iker. —Sentí que esa señora me comía...

—Qué mala suerte...—Se lamentaba Zuley. —Ahora quién sabe qué le harán a Tim.

—Yo ni debí estar aquí...—Se quejó Derek.

— ¡Nadie te obligó a quedarte!—Iker le reclamó.

— ¡Claro que sí!

— ¡Ay por favor! Ambos sabemos que te quisiste quedar por...

—QUE SE LARGEEEEEEN DE AQUÍIIIIIIIIIIIIIII. —Se escuchó el grito de la mamá de Tim desde dentro de la casa.

— ¿Ves, estúpido? Por tu culpa nos ha gritado esa mujer, ¡Qué pulmones tiene!—Reprochó Derek.

— ¡Deja de culparme e insultarme! ¡No me gusta!—Iker se cruzó de brazos.

— ¡Yo te digo como quiera!

— ¿Ah, sí? Pues entonces a ver quién se ocupa de tu ropa, tu habitación, la cena, los trastes, la casa...—Y comenzó a caminar hacia su casa.

— ¿Qué? Pues en ese caso olvídate del dinero. Yo no te daré nada, ¡Trabaja tú!—Derek lo siguió, aun discutían.

— ¡Pues trabajaré! ¡Y entonces no haré nada del hogar!—Sacaba la lengua sin dejar de caminar.

—Pequeño idiota...—Derek corrió tras él para golpearlo. Pero Iker corrió más rápido y comenzaron su carrera. Suemy suspiró y caminó hasta estar a la par con Zuley y Maney.

—Bueno...—Exclamó Zuley al ver que esos dos ya se habían alejado. —Supongo que nos iremos juntas nosotras, ¿No?

—Yo me quedaré aquí...—Le dijo Maney.

—Pero si su mamá nos acaba de correr...—Decía confundida.

—Esperaré a Tim aquí sentada...—Se sentó en un árbol que tenía el jardín de Tim—Seguramente, cuando su mamá se calme, lo dejará salir a jugar...

—Parece que son buenos amigos, muy unidos...—Zuley sonrió al ver la disposición de Maney al quedarse para continuar con su amigo.

—Tim es...—Volteó a ver la casa donde aún no se mostraba señales de su amigo y reiteró la mirada con Zuley, dejando escapar una leve sonrisa—Muy importante para mí...

— ¡Qué lindo!—Zuley juntó sus manos y las puso frente a su cara. — ¡Eso sí que es amor!

— ¡No es amor!—Maney cambió su sonrisa por una cara molesta. —No de esa forma, es mi amigo...

—Di lo que quieras, pero yo pienso que terminarán casados. —Le insinuó con una sonrisa discreta pero llena de maldad.

—Zuley... ¿Hacia dónde te vas?—Por fin Suemy había hablado, cambiando la conversación.

— ¿Quieres que vayamos juntas?—Le preguntó con una sonrisa.

—Sí. Tengo que ir al taller de mi papá. —Le explicaba.

— ¡Te acompaño!—Le dijo sonriendo y agarrándola de un hombro.—Vamos, solo dime hacia dónde está el taller.

—Sí...—Comenzaron a caminar para alejarse de la casa de Tim, no sin antes despedirse de Maney, quién se quedó sentada en el árbol por un largo tiempo..

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