CORAZONES DESTROZADOS

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Estaba inmóvil, su cuerpo estaba magullado y desgastado. En su rostro había rastro de lágrimas y sangre seca. Su cabello se encontraba tieso y pegado entre sí debido al mismo fluido carmín.

Sasuke había hecho su aparición y tan solo bajó la cabeza esperando la agresión. Sin embargo esta vez solo fue para burlarse de él, mientras le sujetaba el rostro, el solo se dejaba hacer.

-¿Quieres que este sufrimiento acabe? -De pronto esa pregunta hizo un eco tormentoso en su cabeza. Sin pensarlo asintió con temor. -Bien, lo único que tienes que hacer es servirme. ¿Estás de acuerdo? -preguntó retóricamente.

-Si...-su voz sonaba tan pesada y sin vida que costaba creer que estuviera consiente. Recibió una mirada de parte de Sasuke esperando algo más. –Si señor.- se apresuró a contestar.

-Perfecto - esbozó una sonrisa triunfal mientras que abandonaba la habitación.

Naruto se encogió haciéndose bolita en su sitio, a su alrededor yacían varios cadáveres, de personas que habían sido amables con él y a costa de eso terminaron muertos. El más cercano era Kiba agradecía que este permaneciera boca abajo, no soportaría verlo.

Rápidamente vagos recuerdos de lo acontecido en la semana le llegaban, en su mayoría eran recuerdos de Sasuke. No sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde que no veía la luz, realmente eso ya ni le importaba.

Incluso llegó hasta un momento en el que su mente se había quedado en trance mientras era torturado o violado, llegar hasta un punto en donde ni siquiera recordaba quien era y porque existía y se formaba un hueco en su ser el cual era llenado por el temor a la única persona que su mente se rehusaba a olvidar.

Se sobresaltó y un temor inimaginable llegó a todo su cuerpo como corriente eléctrica al ver ingresar a un grupo de hombres, y él sabía bien que seguía después de eso, ya ni siquiera se resistió cuando uno de ellos lo tomó del brazo, había aprendido que mientras no se resistiera todo pasaría rápido.

-Llévenlo con la mujer.- Habló con voz de advertencia un hombre alto con cabellera naranja y expresión serena. –Rápido.- apresuró a los hombres los cuales tuvieron que seguir órdenes.

Se acercó al rubio tembloroso y confundido, intentó poner su mano en el hombro ajeno, pero Naruto repudiaba cualquier tipo de contacto con otra persona.

Suspiró, era normal después de aquella desagradable experiencia. –No temas, ya estarás bien. –Le comunicó con una voz apacible. Poco después salió del lugar.

. . .

Caminaba de un lado a otro en la misma habitación, sentía que el aire le faltaba, también podía jurar que su corazón amenazaba con salir de su pecho. Estaba preocupada.

-Te lo ruego Sasuke.- Perseguía al moreno hasta su oficina, el Uchiha decidió parar sus pasos. –Déjame verlo.- Sasuke no respondió. – Seguro que necesita atención médica y..."- fue interrumpida por la dura voz de Sasuke.

-No interfieras, yo diré cuando podrás verlo. –La miró con ojos de advertencia. –No sigas insistiendo. –Dicho esto dejó a una cabizbaja Sakura.

-Lo siento Naruto, pero no puedo hacer nada.- Y de nuevo contuvo sus deseos por la voluntad de Sasuke.

Suspiró al recordar esa pequeña charla de aquella tarde. Toda una semana solo podía escuchar los gritos de auxilio, dolor y desesperación de Naruto, de forma impotente no podía hacer más que eso. Y durante noches esos lamentos la habían perseguido por no ser capaz de ayudarlo.

Me enamoré de mi secuestrador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora