El despertar

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Menma se removió en su asiento, estaba cansado de dormir incómodamente y sumado a un malestar que crecía a cada minuto.

Entreabrió los ojos y pudo ver que seguían conduciendo sin parar, la radio reproducía una canción que no conocía pero escuchaba a su padre tararear "Billie Jean is not my lover"

De nuevo ese dolor en su estómago y la sensación de que todos los dulces que comió antes regresarían por donde entraron.

-Creo que algo está mal conmigo. -habló quedamente esperando que el rubio le prestara atención.

Naruto lo miró regalándole una sonrisa radiante, sintió la mano meterse entre su cabello y removerlo con cariño. -No hay forma de que algo esté mal, toooodo está muy bien. -le contestó regresando su atención al camino.

El niño se irguió en su asiento y miró por la ventana, esperando ver algo que le diera esperanza; una cabaña tal vez...

-Me duele aquí. -señaló su estómago, hasta ahora nunca se había enfermado ya que Itachi solía monitorear cuidadosamente su alimentación y su estado de salud. 

-Oh no, supongo que comiste demasiado hace unas horas, tan pronto encontremos una gasolinera irás al baño. - 

Menma no volvió a quejarse pero seguía incómodo. Se dedicó a mirar distraídamente por la ventana ignorando su entorno, extrañando en silencio a sus tíos en la montaña. Aún no comprendía por qué tuvieron que irse a escondidas, estaba preocupado de las consecuencias.

Pasó aún más tiempo y Naruto nunca se detuvo, parecía estar en una burbuja alejada de la realidad de su hijo que se sentía peor. 

El Uchiha más pequeño sentía que su cabeza daba vueltas al ritmo de la camioneta, una sensación agria escaló por su garganta y entonces sin poder evitarlo expulsó todo lo que estaba atascado en su estómago.

Naruto lo miró al instante, encontrándose con el niño vomitando sobre su ropa y manchando el piso debajo del asiento y todo en general. 

-Oh, que asco...-murmuró el adulto, disgustado.

Menma se sentía avergonzado y devastado, de pronto todo el estrés y su tristeza explotaron en forma de un llanto ruidoso. Hipaba violentamente mientras las lagrimas gruesas caían una tras otra. 

El rubio salió del camino para estacionar su vehículo, las luces de la camioneta eran su única iluminación ya que todo estaba oscurecido por la noche.

-Shhh, no llores todo está bien. -Intentó acercarse para limpiarlo pero el niño lo alejó de un manotazo rechazándolo.

-¡no! -gritó rencoroso, su pequeña cara comenzaba a verse roja debido al llanto. Menma estaba convencido de que era capaz de hacer cosas por su cuenta, así le habían enseñado de todas formas.

Se quitó hábilmente la sudadera que vestía y la usó para limpiarse a sí mismo.

-No seas un niño llorón, déjame ayudarte, tengo ropa limpia en la mochila no te preocupes. -escuchó a su padre sin embargo no quiso mirarlo y continuó con sus esfuerzos de limpiar el desastre él solo.

Naruto se pasó a la parte de atrás para buscar cosas de utilidad en su improvisada maleta, solo encontró billetes arrugados y pocas prendas de ropa de Menma, no había demasiado para ser sinceros, rebuscó en las pertenencias del difunto Charlie y halló un trapo que supuso usaba para limpiar los cristales o algo así.

Escuchar a su hijo tan deprimido y enojado casi le arruina el buen humor, casi.

Tuvo que bajar de la camioneta para poder rodear y abrir la puerta del asiento de Menma, el aire frío golpeó la piel expuesta del niño que ahora temblaba. 

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2023 ⏰

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