-Itachi y tu madre volverán en dos semanas, procura portarte bien. Sabes que yo trabajo. –dijo fríamente como usualmente se dirigía a su hijo menor.
-Si, padre. –respondió bajito, temiendo disgustarlo o enfadarlo.
En cuanto el mayor se fue a su despacho, Sasuke corrió a su habitación para encerrarse, planeando no salir hasta que Itachi regresara.
Las horas pasaban y parecía aburrirse, no aguantaría dos semanas más, inconscientemente miró hacia la ventana la cual daba a la calle.
Varios chicos jugaban con una pelota, reían y en general se veía divertido. Las ganas por correr, caerse, ensuciarse y sentirse aceptado, lo tentaban. Quería salir y unirse a esas risas, tener amigos.
Aunque sus voces interiores siempre que podían le decían que todos lo querían atacar, que él era su único amigo.
Se mordió el labio inferior, le habían prohibido salir con otros niños después del incidente de hace tres años; cuando preso de un brote psicótico lastimó severamente a su prima.
Las únicas veces que podía salir era cuando iba acompañado, incluso en la escuela tenía su propia maestra/enfermera. La cual solía decir que era su amiga y no su maestra.
Desobedecer no era una opción, un escalofrío le recorrió la espalda. Luego del ataque a su prima fue encerrado en un hospital psiquiátrico por un año y medio. En ese lugar trataban como basura a los pacientes. Siendo él una excepción pues todos parecían tenerle más paciencia y cariño a un tierno niño de seis años.
Pero a pesar del "trato especial" nunca pudo estar en paz, tuvo que ver escuchar como lastimaban a otros solo por molestar a una enfermera, los castigos eran horribles.
Sacudió la cabeza de un lado a otro tratando de alejar esos recuerdos turbios. Con resignación miró a los infantes jugar, se retiró de la ventana para empezar a hacer su tarea o leer algún libro.
Serían dos largas semanas, sin Itachi sería muy problemático.
-¿Sasuke? –le habló al ausente pelinegro.
El Uchiha al salir de su trance miró en silencio al rubio, este mismo lo observaba con curiosidad, algo que nunca había visto en él.
Nunca había notado que sus ojos eran tan azules...
El blondo se quedó extrañado por el comportamiento del moreno, estar cerca de él le causaba muchas sensaciones, una de ellas era confusión. Pues a pesar de haber estado mucho tiempo juntos, -e incluso después de que va a tener un hijo suyo- no lograba comprenderlo al cien porciento. Era como si tratara con una persona que recién conocía. Necesitaba respuestas y muchas aclaraciones.
Uchiha se levantó buscando vestirse y salir lo más rápido que pudiera, Naruto notó su inquietud, suponiendo que tenía bastantes asuntos que atender.
-Sasuke. –volvió a llamarlo, esta vez usando un tono bastante seco y serio, sorprendiéndose a sí mismo.
Los ojos negros miraron al doncel sentado, su mirada azulina lo penetraba como dos cuchillos. No lo entendía, esa mirada nunca la había sentido tan pesada.
-¿Qué? –pronunció insistiendo ya con fastidio contenido, no podía permitirse caer así como así. Es más, nunca debió permitirse preocuparse por el rubio.
-Quiero hablar sobre el bebé que estoy esperando. –soltó, de algún modo le incomodaba tocar el tema con Sasuke, la cuestión era ¿por qué?
El moreno volvió a sus asuntos, girando con rumbo a su enorme closet para sacar algo al azar. –Lo que quieras saber consúltalo con Karin. –
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Me enamoré de mi secuestrador.
FanfictionLuego de ser secuestrado y torturado las cosas se tornan más oscuras para él. Donde anhela su libertad pero al mismo tiempo desea ser devorado por Sasuke. -Sasunaru