Me enamoré de mi secuestrador.

Reunión Familiar (1ª parte)

Kakashi, Minato y Shikamaru llegaron rápidamente a la oficina de la jefa de la organización Konoha, Hokage como le llamaban.

-Venimos en cuanto nos llamó. –Anunció el mayor de todos.

-¿Qué sucede ahora? –Cuestionó Shikamaru. –Es algo que tenga que ver con Sasuke Uchiha? –Cuestionó.

La mujer rubia suspiró. –Encontraron el cuerpo de Orochimaru. –soltó de golpe haciendo que los recién llegados se sorprendieran.

-¿Cómo es posible? –Kakashi el cual por tanto tiempo trató de atraparlo quedó mudo.

-Según la autopsia que le fue realizada nos dice que el sufría de una enfermedad terminal, pero tiene una bala incrustada en sus tejidos cerebrales, así como en distintas partes del cuerpo. -

-¿Quién habrá sido el que dejara como colador a ese desgraciado de Orochimaru? –Rápidamente Shikamaru intentaba unir cabos.

-Eso no lo sabemos. –Suspiró. –Me gustaría decir que es un enemigo menos en la lista, pero lamentablemente no es así. –Su mirada ámbar se paseó por los tres hombres frente a ella. –Lo que nos resulta aún más extraño es que el responsable prácticamente nos dejó el cuerpo de Orochimaru en la puerta envuelto en moños. –

-Él quería mostrárnoslo, quiere que sepamos de esto, pero no entiendo el porque. –Minato se puso en pose pensativa. –Dudo que se trate de un héroe anónimo.-

-Sasuke Uchiha está detrás de esto. –Afirmó Shikamaru a lo que todos lo miraron sorprendidos por esa conclusión.

-No lo creo. –Dijo Kakashi. –Para empezar aún no sabemos si Sasuke Uchiha realmente existe como tal, quiero decir, no sabemos si es un sujeto que usa ese sobrenombre, pues no hay registros en la familia Uchiha de ese individuo. –

-Y la poca información que sacamos de Tayuya no es suficiente. –continuó Minato.

-hmn. – Asintió no muy convencido, el no era de los que se quedaba a debatir su punto, si había dudas de sus casi siempre acertadas teorías solo volvería a tocar el tema cuando ya tuviera la evidencia que lo confirmara en sus manos.

-Orochimaru no solía mostrarse. –Mencionaba la mujer rubia.

-Y para nada era un hombre descuidado. –Meditaba con cuidado el relámpago. –Debió ser alguien de confianza, eso o alguien bastante astuto. –concluyó ganándose la aprobación de todos.

Algo en el fondo le decía que su hijo menor estaba envuelto en terribles problemas, ante este pensamiento algo en su pecho se estrujaba, no perdería la esperanza de que siguiera vivo y salvo. Lo traería de vuelta a casa, de eso no había duda alguna.

. . .

Lo observaba fijamente, de nuevo estaba atado en el suelo, lastimado y sucio....

Su demonio personal le daba la espalda, se acomodaba los pantalones mientras que al mismo tiempo se ajustaba el cinturón.

¿Llorar? Ja, lagrimas ya no le quedan para hacerlo. ¿Suplicar? Su garganta se ha roto por cada grito de piedad que se ha escapado de su boca.

No. Todo eso se ha terminado para Naruto. Tanto tiempo creyendo que el mundo es un lugar agradable en donde solo las buenas personas con gran corazón son capaces de cambiar al mundo.

Vaya estupidez, el nunca fue malo, nunca tuvo pensamientos impuros, nunca robó y nunca lastimó a otra persona, al contrario amaba hacer amigos y sobre todo amaba pensar que el era especial, que el podía cambiar a la gente... no.... toda esa utopía fue desmentida dejando ver la mierda que es el mundo. Sasuke se encargó de mostrarle todo eso y más.