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hoseok entró al cuarto de yoongi con la taza de café en su mano, al igual que el resto de la casa, todo estaba oscuro; excepto un poco de luz que entraba por la persiana del cuarto.
yoongi estaba acostado en su cama un poco sentado, tenía una almohada en su espalda, y estaba tapado con las frazadas hasta su regazo.

—yoongi hyung... —el menor musitó entrando a la habitación.

—hobi... —el mayor susurró a modo de respuesta.

el pelirubio llegó hasta la cama, y se sentó en un costado de esta—. toma esto, te hará sentir mejor.

hoseok le ofreció el café a yoongi, este lo tomó entre sus manos, por suerte no estaba muy caliente.

—¿café?

—exactamente, al parecer alivia la migraña, o eso leí en internet.

el pelinegro asintió mientras bebía un poco—. está delicioso —suspiró.

yoongi siguió bebiendo el café, y hoseok notó por la poca luz que entraba a la habitación, que su mejor amigo estaba muy blanco.

—estás pálido, más de lo normal —dijo mientras tocaba la frente de yoongi, fijándose si tenía fiebre.

el mayor iba a hablar, pero un gemido salió de sus labios mientras se tocaba la cabeza.
hoseok sintió sus mejillas arder al mal pensar aquello.

—yoongi...

—me duele demasiado la cabeza, agh —rezongó.

—¿tienes alguna pastilla para esto? —inquirió.

—en el baño, son las que dicen...

—lo sé —interrunpió—. tranquilo, busqué en internet.

yoongi sólo asintió y siguió bebiendo su café.
hoseok se paró de la cama y salió del cuarto para ir al baño, abrió la alacena que estaba sobre en lavabo en donde encontró la caja que tenía todas las pastillas.
la abrió y comenzó a buscar la caja que contenía ergotamina.
sonrió cuando se acordó que una vez cuando se quedó a dormir, le había agarrado un pequeño dolor de panza por haber comido tantos dulces. claro, no fue bonito haber padecido aquello, pero había sido agradable que yoongi lo haya cuidado aquella noche. se había sentido especial de que el pelinegro le haya dedicado su tiempo exclusivamente a él a pesar de tener mucho sueño. recordó que se terminó quedando dormido junto a hoseok en la cama, mientras miraban televisión y se regalaban algunas caricias inocentes de por medio.
encontró la caja violeta que decía "migranol", la abrió y sacó de ella una pastilla color rosa rectangular. llenó hasta la mitad el vaso blanco que estaba al lado del lavamanos con agua y volvió con yoongi.
este le dio la taza de café, y hoseok le entregó la pastilla y el agua.

—gracias, hobi, en serio —susurró mientras llevaba la pastilla a su boca antes de rascar su nuca.

hoseok fue hasta la cocina y lavó la taza en la cual estaba el café, para luego volver con su mejor amigo.

—ahora sólo esperemos, ya te recuperarás oppa.

—esperemos que sí —suspiró.

hoseok se alarmó un poco.

—yoongi hyung, estás sudando...

—pero tengo frío —el mayor elevó una de sus cejas.

el pelinegro usaba un pijama color negro, el cuello era en forma de v, así que dejaba una parte de su pecho al descubierto.
hoseok apoyó su mano ahí, sintiendo lo caliente que su piel estaba. y lo suave que esta era.

—estás hirviendo... —aseguró mientras quitaba la mano del pecho contrario—. es un efecto de la migraña.

—¿es normal sentir que me pique tanto el cuero cabelludo? —preguntó mientras se rascaba la nuca.

—leí algo de eso —el pelirrubio torció sus labios.

llevó una mano al cabello de yoongi, y comenzó a acariciarlo. el pelinegro dio un jadeo de alivio mientras se relajaba y cerraba los ojos.
hoseok comenzó a trazar círculos con sus dedos lentamente, sonrió al ver que yoongi disfrutaba de su tacto.

—¿te gusta? —preguntó el menor intentando ocultar la emoción en su voz.

—uhm... demasiado.

hoseok se mordió el labio al notar que la voz de yoongi salió demasiado ronca.
siguió unos segundos más masajeándolo hasta que podía asegurar que se quedó dormido, entonces paró.

—siento mis labios y lengua dormidos —la voz de yoongi sonaba demasiado apagada.

—leí que eso podría pasar —musitó—. no sé si hay forma de hacer que vuelvan a... uhm... despertar —el menor comenzó a jugar con su remera por el nerviosismo que tuvo repentinamente.

—supongo que... —bostezó—, ya pasará...

hoseok notó que su mejor amigo estaba durmiéndose.
yoongi aún seguía con los ojos cerrados, así que el menor quitó la almohada de su espalda para que este se acueste correctamente.

—duerme bien, hyung.

hobi lo cubrió con las frazadas y le dio un beso en la frente. se paró de la cama dispuesto a irse cuando sintió que la mano de yoongi atrapó su manga.

—quédate conmigo —susurró aún con los ojos cerrados.

—hyung, son las tres de la tarde —frunció el ceño.

—perfecto, dormiremos la siesta juntos —sonrió levemente.

hoseok bufó un poco y se sacó las zapatillas, luego entró a la cama al lado de yoongi, quien le estaba dando la espalda.
estando más cerca aspiró el perfume que tenía, ese que tanto le gustaba.
de cierto modo, se entristeció un poco cuando yoongi no lo abrazó como solían hacerlo.
se dió la vuelta, dándole la espalda al pelinegro y en sus labios se formó un puchero.
unos segundos después se escuchó el ruido de la cama, entendió que ese sonido fue provocado porque yoongi se dio vuelta al sentir uno de sus brazos ser pasados por su torso.
entonces una sonrisa adornó el rostro de hoseok, antes de terminar dormido.

SUGA DADDY ━ YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora