SUGA DADDY ━ YOONSEOK

O8

—¿que hiciste qué? —el pelirosado alzó un poco la voz, casi ganando la atención de otros alumnos a parte de su compañero de banco.

—dios mío, jimin, baja la voz.

—no puedo creer que hayas hecho eso... —susurró—. lo que quieres hacer es mil veces peor —acotó, abriendo sus ojos de manera dramática.

—¿podrías, por favor, dejar de ser tan exagerado? —musitó hoseok.

—mi hyung es un depravado.

—no estoy haciendo nada que tú no hayas hecho con... ya sabes quién —acusó el mayor, alzando sus cejas.

las mejillas de jimin se tiñeron de un color rosado, y antes de que diga alguna palabra para defenderse, el timbre sonó, avisando al alumnado que podría retirarse.

—bueno, mañana me cuentas cómo te fue con yoongi —jimin se paró de su lugar para guardar sus cosas.

—mañana es sábado, no hay clases —recordó el mayor, imitando la acción de su amigo.

jimin soltó una carcajada, a la vez que sus ojos se achinaban—. cierto, lo olvidé.

—te mandaré un mensaje mañana y te contaré cómo me fue, ¿bien?

hoseok comenzó a caminar hacia la salida del aula y siguió por los pasillos, mientras el menor iba detrás suyo.

—está bien.

🍡🍡🍡🍡

hoseok suspiró y volvió a mirar el reloj que se encontraba en su pared, no faltaban menos de cinco minutos.
de pronto se sintió un poco nervioso y negativo, ¿qué sucedería si yoongi no correspondía su acción? ¿y si es realidad hoseok había estado malinterpretando las cosas?
en realidad, estaba muriendo de incertidumbre.
no veía a yoongi desde anoche, cuando estuvieron juntos luego de la cena con la familia jung.

en sí, no le daba nervios verlo luego de haberle causado una erección, sino le daba incertidumbre querer saber qué pensará el pelinegro sobre él.
conociendo a su mejor amigo, hoseok apostaba con que no captó ninguna de sus indirectas, porque en el fondo yoongi tenía tildado a hoseok aún como un pequeño niño inocente, tal cuál lo era hace un par de años. y en realidad, aunque los efectos de la pubertad le jueguen en contra, hoseok seguía siendo inocente.
al menos no de mente, pero si de cuerpo... más o menos.

elevó la vista y el reloj marcó las siete y veinte, eso significaba que yoongi había regresado a su hogar hace unos minutos. y hoseok iría a verlo. pero esta vez, yendo más lejos.
se paró de la cama, acomodó un poco el fino buzo gris que llevaba, a conjunto con unos jeans algo... apretados, sí, bastante apretados, lo suficiente para marcar sus piernas y trasero. con unas zapatillas negras.

salió de su cuarto y al encontrarse con su familia los saludó, despidiéndose de ellos y partiendo hacia la casa de su mejor amigo.
no tardó mucho en llegar, fue a pasos rápidos, y cuando estuvo frente a su puerta tocó dos veces.
estaba algo nervioso, y eso era notable por la manera en la que jugaba con sus dedos mientras mordía su labio.
tan nervioso estaba, que no escuchó los pasos aproximarse a la puerta, por ende, cuando yoongi la abrió, hoseok se sobresaltó un poco.

—¿qué pasó? —preguntó el mayor al ver que hoseok había dado un pequeño salto en su lugar con una cara de espanto.

—me asusté cuando abriste la puerta —rió.

la vista de hoseok fue hacia el mayor. su cabello estaba algo ordenado, llevaba unos jeans negros, junto a una camiseta negra que hacían una tierna combinación con las medias de dibujitos animados que llevaba.

—ven, pasa —el pelinegro le abrió camino al pelirrubio, dejándolo pasar adelante de él.

su vista de forma inevitable cayó en el trasero de hoseok.
se dio una cachetada mental por eso.

—que linda combinación —dijo el menor mientras señalaba el atuendo del contrario, por sus medias infantiles.

-cállate -soltó una leve carcajada.

"oblígame." pensó hoseok.
pero simplemente rió con el pelinegro.

—¿necesitas algo, pequeñín?

—sí... pero antes, ¿puedo beber agua? tengo sed.

yoongi asintió—. descuida, iré yo —volvió a hablar cuando vio que su mejor amigo iba a buscarle agua.

—¿qué más querías? -inquirió el pelinegro.

—simplemente quería pasar tiempo contigo, te extrañé.

hoseok se puso de puntitas y se estiró intentando alcanzar un vaso de la alacena.
la vista del pelinegro de nuevo fue, inevitablemente, a su trasero y su cintura.
se dio otras tres cachetadas mentales por eso.

—eres muy tierno, hobi —musitó—. te esperaré en el sofá.

caminó unos pocos pasos y llegó al sofá, tirándose a un costado de este. suspiró mientras masajeaba un poco su sien con dos de sus dedos.
realmente era un poco estresante lo que estaba viviendo.

hoseok entró con una sonrisa en su rostro y se tiró al sofá junto a yoongi.

—¿cómo estuviste, oppa? —preguntó el menor mientras se acercaba un poco hacia yoongi y acostaba su cabeza en el hombro contrario.

—bien, ¿y tú seokseok?

—muy bien, hyung —musitó mientras abrazaba al mayor, este sólo sonrió y no devolvió la acción—. ¿por qué no me abrazas como solíamos hacerlo antes, hyung? —susurró.

—uhm... no lo sé.

—entonces, abrázame —se quejó.

tomó un brazo de yoongi y lo pasó por su cintura, el otro brazo igual lo rodeó, las manos de yoongi se entrelazaron. hasta que hoseok quedó encerrado por los brazos contrarios, casi encima de yoongi.
los brazos del pelirubio estaban tomados del cuello contrario.

—te quiero mucho, oppa.

—yo también te quiero.

hoseok alzó la vista y quedó demasiado cerca del rostro contrario.
hoseok podía percibir el olor a coco que yoongi tenía, y le encantaba. mientras tanto, el mayor llegó a sentir el olor a frutillas que tenía él pelirubio.

—yo te quiero mucho, oppa. mucho, mucho, mucho —dijo.

—yo también, hobi —murmuró mientras observaba los orbes del contrario.

—pero yo te quiero, de diferentes maneras y formas —acercó su rostro al del pelinegro.

este no hizo nada, no habló ni se separó.

—con otros límites —agregó hoseok.

yoongi no hizo nada, y eso dio una luz verde a que el menor se terminé acercando a él hasta juntar sus labios de manera brusca. el mayor no hizo nada, se quedó sorpresivo. sin embargo cuando hoseok comenzó a acercarse más, y aumentó la calidez del beso fue casi sin darse cuenta que yoongi terminó por bajar sus manos al trasero de hoseok para tocarlo.
el rubio disfrutaba mucho ese contacto, los labios de yoongi eran simplemente muy suaves y tiernos como para querer colisionarlos siempre.

pero de pronto las manos de yoongi lo separaron de él, bruscamente.