Siempre pasas junto a mi, y no puedo… tan solo no puedo evitar sentir como un nerviosismo está en mi estómago y sube para sentir mis mejillas arder y ver como mi cara está totalmente sonrojada.
– Turco! – Gritaste en la conferencia cuando me viste, mi mirada se tornó nerviosa y ansiosa al ver como el inglés desteñido no soltaba tu mano en aquél simple saludo contigo.
– Fracis… ¡Que bueno verte! – Dije evitando mi nerviosismo en todo momento.
– Lo sé… pensé que traerías a una de tus esposas… hace tiempo que no las veo – Dijiste intentando establecer una conversación, aunque los dos sabíamos que con el inglés de por medio, iba a ser bastante difícil.
– Si, es que un par están embarazadas y las otras las ayudan… prefiero venir solo – Dije sonriendo de lado, y aunque me encantara estar en casa, no podía evitar pensar que en casa mi único trabajo era comprar alguna comida rara o aún peor terminar mudando a uno de mis hijos… cuando aquello era una tarea femenina por excelencia.
– Ahh… – Dijiste, viendo que no había más conversación.
– Bueno, los dejo… tengo que hablar algo importante con Japón, si me disculpan – Terminé diciendo mientras me alejaba de tu presencia, así no me podía poner nervioso e incluso no tenía que ver como el desaliñado te besaba en los labios como si fuera lo último en el mundo.
Odiaba pensar en como aquél estúpido que te odiaba hace no más de un año, ahora era la persona más cariñosa del mundo y aún más sacaba en cara frente a todos besando de manera profunda y deseosa tus labios. Cuando debería ser solo yo el que pudiera tocar esos gruesos labios, reclamar tu cuerpo o hacerte retorcer de placer.
Recuerdo la primera vez que hablamos, estabas triste y al parecer tus amigos de siempre no estaban ahí para poder escucharte, fue extraño porque a pesar de ser europeos no, nos conocíamos nada y aún peor estabamos hablando como si fueramos intimos.
– Me encanta demasiado como para rendirme, pero sus palabras me duelen montones – Tus ojos llorosos llegan y calaron fondo en mi corazón y no pude evitar sonreir y abrazar tu delicado cuerpo.
Te veías tan pequeño y delicado. Pero no fue hasta que pude sentir tu aroma y que nuestra confianza había crecido cuando sentí que me habías hechizado completamente, el problema es que amabas al inglés.
– Le voy a dar una semana más… si no me dice nada dejaré de proponer cosas a él – Me dijiste un día y no pude evitar sentir como mi pecho se inflaba… tan solo tenía que esperar una semana y con mis encantos caerías en mi pies.
Grande fue la sorpresa cuando un día llegaste agarrado de su brazo y una enorme sonrisa enorme… el te había dicho que sí.
Por lo mismo… siempre que apago la luz, lo hago tan solo para imaginar que estas junto a mi, que puedo sentir tu aroma, tu dulce y delicada piel y que gimes cada vez que te toco, que gritas mi nombre a todo pulmón o incluso para poder pensar que eres tú quien me abraza en medio de la noche para poder sentir que te protejo y eres lo más importante en el mundo para mi.
