Los Hermanos Black.

prologo

Un lindo día, un cielo hermoso pintaba el paisaje y dos personas iban saliendo de un consultorio de maternidad, eran un hombre y una mujer. La mujer era delgada de figura esbelta pero con un pequeño vientre abultado , tenía 4 meses de embarazo , y desde el momento que supo que estaba embarazada sabía que iba a ser un niño o bueno eso presintio así que desde un principio tuvo un nombre y su acompañante, el cual era el padre de aquella criatura que se formaba en el vientre de aquella hermosa mujer no tenía ningún problema por su parte, ya que el estaría feliz viéndola a ella feliz .

El la miraba como lo más único en el mundo y como no aquella mujer era más bella que muchas modelos y actrices, con su esbelta figura y gran altura , sus cabellos castaños tan claros que con el sol se podría acercar un poco al rubio oscuro y caían en unos hermosos rizos , sus pequeños ojos azules con motas grisáceas acompañados por unas largas y hermosas pestañas, sus labios de un lindo color rosado ni muy gruesos ni tampoco delgados y sus mejillas eran tan suaves y bellas . Aquella mujer era todo para él y él lo era todo para ella .

el era un hombre guapísimo, sus rasgos bien definidos, lo hacían ver masculino y vaya que su cuerpo ayudaba en eso con sus músculos marcados, su cabello rubio y su piel un poco bronceada acompañada por una hermosa sonrisa y esos ojos tan azules como el mismísimo mar. Ambos una pareja digna de admirar, ellos eran Megan Stark y Jackson Black. Ya en su casa ella se acomoda y al ver que él se dirige nuevamente a la puerta le detiene .

–¿Jack a dónde vas?–preguntó ella con cierto tono de voz preocupante y Con tanta calma , esa voz , aquella voz digna de admirar.

– A buscarles un mejor futuro a ti y a Estefan, Megan– Responde él Con cierto tono de dulzura y en sus ojos expresando aquel amor hacía ella.

–Espera–le dice ella, él se devuelve y la mira fijamente sus ojos, a esos ojos azules con pequeñas motas grises y ella le devuelve la mirada.

–¿Qué sucede pequeña?– pregunta él después de unos segundos.

Ella lo mira un Poco incrédula y con cierto toque de diversión mientras una sonrisa juguetona Se forma en sus dulces y rosados labios.

–¿pequeña?, ¿a quien le llamas pequeña, grandísimo estúpido?, ¿se te olvida que tengo a tu hijo en mi enorme panza?–le responde ella con tono divertido, acompañado de una sonrisa.

–oh, no se me olvida para nada, pequeña. fui yo quien lo dejó ahí–le responde él moviendo sus cejas de arriba hacia debajo de forma pícara al igual que su sonrisa ladeada.

–grandísimo zoquete, menos mal que por tu culpa tengo un bebé, porque ahora mismo te estuviera pateando ese hermoso trasero que tienes– dice ella con su ceño fruncido, pero sin quitar su sonrisa. Él la observa divertido mientras se le acerca.

–en ese caso menos mal que reconoces que mi trasero es lindo –le susurra contra sus labios.

–hijo de la fruta , Ojalá mi gusanito no salga tan egocéntrico como tú–murmura ella con tono borde, lo suficientemente alto como para que el la escuche.

–¡hey!–Se queja él–ese niño va a ser igual de hermoso que yo. Aunque pensándolo bien me encantaría que se pareciera a ti ¡mírate aún embarazada eres perfecta!–dijo él Con admiración hacia ella logrando que sus ojos chispean y se abran un poco más.

–cállate –detuvo ella riendo por sus ocurrencias– no hice que te devolvieran para eso, gran pendejo– dice ella logrando que sus pestañas largas revoloteen un poco .

–como amo tus motes y apodos tan cariñosos, bebé –ella suelta una risita para al Fin sonreír con suficiencia – dime para qué me has llamado– Respondió él frunciendo el ceño.

–ha sido para preguntarte ¿Qué si también quieres tener una niña? obvio después de mi gusanito–él la observa un poco sorprendido.

–oh, princesa por su puesto ,pero eso lo hablamos después– responde él Con una mirada tierna.

–Bueno ya vete que se te hace tarde y no creas que me tragué el cuento del mejor futuro, eso es tan cliché –le dice ella con un suspiro falso, provocando que el suelte una risita –¡a la proxima se mas original!–le grita ella cuando ve que el se aleja para salir de la casa.el se aleja riendo, esa mujer algún día lo mataría, porque loco ya está y es una locura que sólo ella es capaz de comprender.

-y'l.