A sally Brooks...¿Ya no le gusta Even? [ASLGE#2]

Razón N °2

Martes.
El día que esperé toda mi vida.
Ok, bueno, creo que exageré...pero si era un día importante ¡Por primera vez en bastante tiempo, le iba a dar una carta a Sally!

Me asomé por detrás de la columna.
Sally estaba hablando con Willow y el Sr. músculos, mejor conocido como Tom.
La rubia abrió el casillero y tomó la nota que yo le había dejado; al ver la cara de confusión de Tom mi corazón comenzó a latir muy rápido, y por mi mente pasaron las imágenes de un Tom muy enojado pegándome por mandarle cartitas a su novia.

-¿Qué es eso?-preguntó él.
En ese momento, Sally todavía no abrió la nota, cosa que agradecí.

-Eh...La lista de compras que me dio mi mamá.-Respondió ella.
Me sorprendió que le mintiera a su novio. Supuse que que entendió que era una carta mía, digamos que mi caligrafía no era de lad mejores.

-Ah, Ok. Bueno, debo irme, le prometí a Cole que nos encontraríamos en Macie's para comer algo. -Patrañas, se iba a ver a Lily McFly. ¿Cómo lo sé? Fácil, ellos se encontraban cada martes en la plaza que quedaba a la vuelta del edifico en donde vivía y hoy era martes.

Tom abandonó el pasillo dejando sola a Sally guardando sus cosas con una mano y con mi carta en la otra. Cuando terminó miró a todas partes del pasillo.

-¡EVEN, YA SAL DE DÓNDE ESTÁS!-El grito de la chiflada Brooks erizó mis pelos del brazo.
No sabía si moverme, me quedé estático en mi lugar esperando que sus verdes ojos no me interceptaran, su grito demostraba que la idea de que yo le envíe notas no le agradaba en lo más mínimo.-¡SÉ HOMBRE Y MUESTRA LA CARA, RUBIO OXIGENADO!- ¡Ah, no! Nadie le dice Rubio oxigenado a Even Clark. Nunca. No dejaría que la tonta de Sally me dijera eso; así que me armé de valor y salí de mi escondite.

-¡Oxigenada tu abuela!-grité con los ojos en llamas.

-¡Oh, ahí estás!-el repiqueteo de sus zapatillas con un pequeño tacón bien a los año cincuentas me dio la sensación de que estaba en un película de terror y que debía escapar en ese mismo momento.

Tragué saliva, más por la pena que por otra cosa: me había escondido cómo un niño pequeño.
-Hola...¿Cómo va todo?-pregunté.

-¿Qué es esto?-me interrogó con carta en mano ignorando por completo mi cordial pregunta.-Creí que ya habíamos superado la fase de mandarnos correo.

Ya que no le respondí, ella misma abrió el sobre que contenía lo que yo escribí el día anterior.
Empezó a leer, cada palabra, cada letra, en voz medianamente alta lo suficientemente para que yo pudiera escucharla.
En el momento en donde terminó, sacudió la nota, pegó una patada al suelo e histéricamente me dijo:

-¡Even! ¡Tengo novio! No puedes enviarme este tipo de notas ¿Por qué me envías este tipo de notas?...

-¡Ay! No seas exagerada- De la nada sus ojos se desviaron a mi mano izquierda mientras yo hablaba.

-¿Qué tienes ahí?- Observé el papel que tenía entre los dedos; automáticamente lo escondí detrás de mi espalda-Even.- su voz sonó como la de mi tío cuando yo intentaba desafiarlo.
Sus muy abiertos ojos se posaron en los míos casi obligándome a extenderle el sobre de papel.

Ok, digamos que de camino a la escuela me tomé la libertad de escribir otra razón por la cual Sally y yo deberíamos estar juntos.

Al ver que el sobre tenía su nombre entendió todo.

-¡Estás loco! ¿Sabes que hará Tom si se entera de esto?

-Si es tu novio el que te preocupa, creeme que está bien ocupado en sus asuntos como para enterarse de esto.- Dije con toda la ironía posible refiriéndome a Lily McFly.