El partido

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No había rastros de Willow. Habíamos quedado en encontrarnos en la quinta fila de la segunda grada pero ella pareció olvidarlo. Desde que volvió de su campamento a un lago de Carolina del Norte no nos vemos mucho.
Está diferente, parece que últimamente no le agrada nada de lo que digo y no en plan "No concuerdo o creo otra cosa" sino en "Sally, eso es estúpido. ¿Qué no tienes buenas ideas?" y faltó dos veces seguidas a nuestra salida semanal, por lo que me quedé sola viendo películas en mi casa.
Esperaba que eso cambiara, porque de verdad la extrañaba mucho.

Cuando al fin se dignó en aparecer con un tarro lleno de snaks para el partido pasó a un lado mío sin saludarme o contarme algo de su día como normalmente hacía, sino que se sentó en el lugar arreglado y me miró con cara de ¿Vienes o qué?.
Es entonces cuando me senté y le dije:

-Willow ¿Hice algo que...-No pude terminar. Todos saltaron y gritaron al ver que el partido comenzó.

Las mascotas de ambas escuelas salieron junto con las porristas.
Siempre creí que las porristas eran de lo más estúpido pero ese año intenté entrar muchas veces. No lo logré, la elasticidad no era mi fuerte.
Quería que me trataran bien, intentar encajar en el grupo de amigos de Tom. Y lo logré a medias, mimetizándome con las chicas. A Willow le encantaba pero yo lo odiaba: Si no hablabas de otra cosa que no sean chicos, fiestas, maquillaje, etcétera; te convertías por poco en una pecadora.
Realmente no me sentía cómoda, aunque me fui acostumbrando.

Los jugadores de fútbol de nuestra escuela aparecieron y dejé de pensar en mis disgustos sociales.

Even salió último porque era el once que lucía nervioso pero yo tenía confianza en él puesto a que me comentó que pasó todo el día de ayer viendo partidos de fútbol.

Creí que avanzarían con los símbolos patrios o institucionales pero en vez de eso una pelota saltó al estadio y todos los chicos se acomodaron por la cancha en sus respectivos puestos.

Entendí que los rojos y azul eran de nuestra escuela mientras los verde y negro pertenecían a Atlanta.

Un verde se la pasó a otro de su equipo, los rojos mas cercanos corrieron a ellos. Uno logró apoderarse de la pelota, lamentablemente por unos segundos ya que un verde se la quitó y avanzó para el arco del Lane Adams. Iba a hacer gol. IBA.
Even salió totalmente de su puesto para literalmente correr y tacklear al pobre chico de Georgia haciéndolo caer al piso muy feo.

Allí caí en la cuenta de que cuando me dijo lo de "vi muchos partidos de fútbol" se refería a fútbol sí, ¡PERO AMERICANO! ¡EN SU VIDA HABÍA VISTO UN PARTIDO DE FÚTBOL! Y aparentemente se le mezclaron las reglas.
Santa madre, que sería de nosotros sin un chico tan especial.
Nótese el sarcasmo.

Todos lo abuchearon, incluso los del Adams; obviamente se merecía una tarjeta roja y eso perjudicaba al equipo completamente. Ev parecía confundido.
Un árbitro lo levantó del suelo verde para ponerle una carta roja en la cara

-¡Eh! ¡¿Por qué?!-Gritó.

-Quedas afuera del partido, es roja, fue un movimiento totalmente no autorizado, hijo. Dejaste al chico imposibilitado para jugar.

-¡Bah! ¡Pero ese no soporta nada, sólo le he empujado poco! ¡¿De qué movimiento no autorizado me habla?!-Mientras Even decía eso los enfermeros con una camilla se llevaba al del equipo contrario retorciéndose de dolor.

-Debes irte del partido. Adiós.-Aseguró el hombre vestido a rayas monocromáticas.

-¡No! ¡NO ME VOY NADA!-Gritó para salir corriendo al rededor del campo de juego sin parar.

-¡Ven aquí, niño!-El árbitro junto con un personal de seguridad empezó a correr al rubio sin parar.

-¡A MÍ NO ME SACA NADIE!-Seguía mientras el partido se reanudaba con él corriendo y todo. Giré la cabeza para ver como nuestro director que se encontraba unas filas atrás, se agarraba la cabeza.
Cuando creías que lo iban a agarrar, se escabullía ágilmente a la misma velocidad.
Finalmente, los de seguridad y el árbitro entendieron que no iban a poder sacarlo así que se rindieron y Even continúo jugando como si nada pasó.
Corría emocionado detrás de la pelota a pesar de que casi nunca la tocaba. Muchas veces se cayó, e incluso casi logra un gol en contra. Pero él estaba feliz. Ponía lo mejor de sí, estaba segura.
Logré que haga pases con Tom unas cuantas veces, lo suficientemente para que se enderezara creyendo que era el mejor jugador de la historia. Uno muy competitivo.
Pero, pesar de su felicidad, al Lane Adams le estaba llendo muy parejo, no por Even, sino porque la escuela de Atlanta era muy buena y a sólo unos minutos del final se apoderaron de la pelota. Así que todos dieron por perdido el partido.
Íbamos 2 a 2 si hacían un punto más nos ganaban.

Uno rojo debía lanzar la pelota en un pase muy fácil que probablemente los llevaba a la victoria, pero este chico la tiró justo a dónde estaba Even que, para no sufrir un golpe, le pegó una patada monumental. Tan monumental que la envió directo al arco de Atlanta y consiguió hacer el punto que nos faltaba para ganar.
Todos saltaron y festejaron pero Even no se dio cuanta de su hazaña accidental y se dedicó a que el árbitro le impusiera una tarjeta amarilla o roja al equipo de los rojos:

-¡ESO ES VIOLENCIA! ¡A-auch!-Se tiró al suelo tomando su pie-¡ME LO ROMPÍ! ¡MI PIE ESTÁ ROTO!-Mintió.-Eso requiere...¡TARJETA ROJA!-Aseguró apuntando con el dedo al chico castaño oscuro.

Antes de que siguiera con su teatro todos del equipo lo alzaron e hicieron saltar.

-¿Y a ustedes que les pasa? ¡¿Que hacen?! ¡SUÉLTENME!-Ordenó a su equipo confundido.

-¡Metiste el gol final! ¡Even ganamos por ti!-Explicó un Aris transpirado desde abajo.

-¿Q-Qué hice?

-¡Metiste el gol final, tarado!-Grité desde mi lugar contenta.

-Metí el gol final...¡HICE EL GOL FINAL, SALLY!

-¡Lo sé, Ev!-Respondí sostenida de la baranda delimitadora.

Sonrió para mí y disfrutó de las celebraciones masculinas abajo suyo. Hasta cierto punto.

-¡Hey! Ya pueden bajarme.-Ni caso.-¡QUE ME BAJEN, DIJE!-Y le pegó al chico que lo sostenía.
Even se cayó, acomodó su camiseta se acercó a mí enojado. Lo abracé estrujándolo y dijo:

-Creo que mejor voy a probar con el tenis. Dan clases los miércoles a las cuatro, ¿No?

Me reí y lo agarré por el hombro.

-Es una muy buena idea.-Coincidí mientras caminábamos a la salida del estadio pequeño de la escuela.

-Pero no es porque no sea bueno en el fútbol, es decir, probablemente soy el mejor del equipo...-Aclaró de manera altanera con una media sonrisa.

Yo sólo asentí y seguí caminando.
Habían cosas que Even jamás cambiaría.

🌼❤🌼❤🌼❤

Holasas ¡Otro capítulo! Uno de mis favoritos, la verdad...es que amo a Even. <3
Seguro que hoy publico otro cap, pero no estoy segura. ¿A alguien más sus profesores les dejan un montón de tarea por ser fin de año?
Ojalá no ser la única.
En finnnn. Díganme que les pareció el capítulo o que quieren que pase y que no.

🌞Buen día🌞

A sally Brooks...¿Ya no le gusta Even? [ASLGE#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora