Razón N°28

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A pesar de todo lo que había pasado, al día siguiente intenté seguir con mi rutina: levantarme, ir a la escuela, darle una nota a Sally, mis clases de fotografía, etc.

Rob me dio una charla de que no dejaría que Dianna me viera o llevara a Cuba, aunque, a mí me daba curiosidad el asunto.
Como anteriormente pensé, podría existir una mínima posibilidad de que ella de verdad me quisiera o se arrepintiera de lo que hizo. Y en ese caso... ¿Por qué no tomar esa posibilidad?
Yo nunca la odié. Mas bien, me sentí herido por lo que hizo.
Tampoco la idea de irme de mi hogar me apetecía pero no me pareció mala la idea de mantenerme en contacto con ella. ¿De alguna forma eso heriría a mi tío? Tal vez. No obstante, si Dianna había vuelto era por algo. Y ese algo o alguien podría ser yo. ¿Verdad?

Ni en la escuela dejé de pensar en eso, casi todo el día actué raro. De eso me di cuenta yo solo: no hablé mucho, me costó prestar atención a las clases y ni la comida me apeteció . Es decir, NI LA COMIDA. ¿DESDE CUÁNDO YO NO TENGO HAMBRE LAS VEINTICUATRO HORAS DEL DÍA?

La señora Brown estuvo especialmente amable conmigo (probablemente gracias a Rob, que seguramente le había informado de lo sucedido) y mis amigos no me presionaron en nada.
La compañía de Aris y Sally me hizo bien puesto que me distrajeron lo más que pudieron, sin embargo, la última campana del día sonó, lo que significaba que el día terminaba para la mayoría, excepto para aquellos que debían hacer actividades extra curriculares o eran sobrinos del director y tenían que esperar que termine con su trabajo por que eran demasiado vagos como para tomar el autobús a casa.
En el grupo de "aquellos", se encontraban Aris, (que hacía fútbol) y Sally (que cantaba en el coro escolar). Así que yo quedé solo en los pasillos del Lane Adams.
La soledad y el silencio me hacían volver a pensar. Pensar en mi mamá; en todo, la verdad. Fue entonces cuando decidí distraerme y escribirle a Sally otra Razón.

Ya en el salón dónde tenía matemáticas, sentado en un pupitre escrito con insultos de todo tipo, me dispuse a escribir.
Saqué una hoja, una lapicera negra y empecé:

🌼

Sally:

Ayer me abrazaste. Me gustó.
La verdad es que no la pase del todo bien ayer y eso me hizo sentir un poco mejor. De verdad fue un lindo gesto.
No me suelen gustar los abrazos, me siento un poco sofocado cuando me los dan, o incómodo. Pero tengo el recuerdo de que nunca me pasó eso contigo Salls.
No te voy a mentirte, esto que escribo hoy es para distraerme pero no significa que no sea verdad, eso te lo aseguro.
Así qué... gracias. Y perdón si te sentiste incómoda en mi casa.

La carta de este día es media rara, lo sé. ¿Cursi quizá? Tampoco es la primera vez que esto ocurre. Soy un poco raro, era de esperárselo.
Tal vez esta no sea solo la típica nota de "debes salir conmigo porque..." y pongo algo que te hará reír, puesto que quería darte las gracias.
Aún así creo que las costumbres son buenas por lo que hoy tendrás una razón. Así es, no dejaré de escribirte.

Bueno, como dije das buenos abrazos y te gusta darlos, aunque a todos no les agrada que alguien los estruje de repente pero... ¿A mi si? Digamos que sí.
¡Entonces tenemos otra razón por la que deberíamos estar juntos! :

¡Sería tu bolita anti-estrés!

–Even

Pd: ¿Ya viste los signos de exclamación? Me estoy esforzando.
🌼

Al terminar la carta me sentí mejor, había vuelto un poco más a la rutina que me hacía olvidar que probablemente me iría de mi ciudad por un buen tiempo.
Esa mejora me duró muy poco, porque cuando junté mis cosas y quise salir, me encontré con la cara de mi mamá.

—Hola Even...¿Que tal si hablamos? En un lugar privado, digo.

No respondí por un tiempo largo. Otra vez estaba en shock.
Ella me agarró del hombro y me condujo hasta la salida de la escuela.

🌼❤️🌼❤️🌼❤️

Volví perras ✨🤟🏽

A sally Brooks...¿Ya no le gusta Even? [ASLGE#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora