Razón N°29

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Cuando Sally al fin salió del baño entendí que ella estaba tan sorprendida de verme como sus padres.
No sabía que bien que decir o por dónde comenzar, pero si gracias al cielo de que ella salió vestida del baño. Me reduje a sentarme en su cama extremadamente ordenada en comparación a todo su cuarto, y largué un gran suspiro. Sally lo supo. Sabía que algo no estaba bien y no me preguntó nada, simplemente se sentó debajo mío en el suelo sobre algunas de su ropa tirada y raramente abrazó mis piernas, apoyando su mejilla en mi rodilla.
Aún incluso cuando Sally se mostró compasiva, sentí que debía explicarme.

—Yo... —empecé sin mucha emoción en mi voz.
—Lo sé, la vi llegar a tu casa desde mi ventana antes de entrar a ducharme —me respondió haciendo contacto visual por primera vez.

Al principio no comprendí pero luego todo tuvo sentido: Sally me conocía desde que éramos pequeños y sabía la historia que yo tenía con mi progenitora.

—¿Cómo...? —no terminé de preguntar.
—Even eres igual a ella aunque no quieras verlo. —a pesar de que las palabras que salieron de su boca de  forma dulce y sensible, debo admitir que en su momento, bajo mi susceptibilidad, sus palabras se sintieron un tanto hirientes y humillantes.
No quería parecerme a Diana. Ya no. Por lo que luego de esa afirmación tan rotunda a mis oídos, no supe que decir así que me mantuve en silencio. No había nada que pudiera decir que hiciera la situación menos vulnerable e incómoda.
Sally se dio cuenta de aquello realmente rápido por lo que decidió empezar a mostrarme su colección de collages súper raros pero muy divertidos a la vez.
me reí un poco con uno que era una postal navideña de su familia, que contra cualquier tradición festiva, las cabezas de cada integrante de los Brooks fue intercambiada por una de un animal diferente: el papá era un golden retriever (muy acorde con su personalidad por cierto), su mamá un gato anaranjado muy simpático, el hermano un murciélago que iba muy bien con sus vibras emo sin vida, y Sally no era ni más ni menos que un ave. Un ave que yo conocía muy bien por ser el animal preferido de ella: el colibrí. Un ser de apariencia elegante y vuelo majestuoso, con colores que alegraban los jardines más sombríos...justo como Sally.
La observé mientras me hablaba de cómo había logrado obtener cada foto y los materiales para realizar aquella pieza pero, su voz se fue enterrando en una nebulosa. Juro que quería escucharla, pero no pude.
Un ensordecedor golpe de entendimiento me pego en el cerebro: Ahí fue cuando lo supe. Mi cabeza parecía escribir razones automáticamente:

🌼

Sally:

Eres simplemente asombrosa.

—Even

🌼

Luego de pensar eso me sentí extrañamente incómodo, como si alguien me estuviese acusando de algo realmente vergonzoso así que, preferí que aquella realización de domingo se quedara solamente en mi cabeza.

🌼🌼🌼
📷:cande_tosich

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2020 ⏰

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A sally Brooks...¿Ya no le gusta Even? [ASLGE#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora