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🍃✨¿Te importa si...?✨🍃

Lucille Weasley

Habían pasado varios días desde mi pequeño incidente con Daniel e Ian se había encargado de distraerme de tanto drama, me gustaba tenerlo alrededor, me venía bien su positivismo en este momento.

Estábamos en mi habitación, estaba tumbado junto a mí con su mirada fija en su móvil, pasé mi mano por su pelo, ¿como carajos lo conseguía tener tan suave?

Se giró para mirarme y me sonrió, mi corazón casi sale de mi pecho.Se apoyó en su codo y sujetó su cabeza con su mano.

—¿Quieres venir esta noche a una fiesta en casa de uno de mis compañeros?—preguntó, arrugué un poco la nariz, yo prefería quedarme en casa y ver una película con él.Hizo un puchero y puso esa mirada suya de cachorro abandonado—Vamos, lo pasaremos bien.

Golpeó mi nariz con su dedo.

—Está bien—sonrió

Se fue un rato después, tras haberme prometido que pasaría por mí en una hora.Y entonces comenzó la parte complicada, ¿qué diablos me ponía?

Molly entró en mi habitación, aunque tenía su casa aún pasaba mucho tiempo aquí.Se tumbó en mi cama con un paquete de patatas entre sus brazos.

—¿Vas a salir esta noche?—preguntó antes de meter una patata en su boca.

—Voy a ir a una fiesta con Ian—murmuré mientras rebuscaba en mi armario.

—Oh, entonces, ¿estás buscando algo que deje al pobre chico sin aliento?

Me sonrojé

—No digas tonterías, para Ian solo soy una amiga—murmuré—Y solo es una fiesta.

—Claro—alargó ella, se puso de pie y se acercó al armario, se apoyó en él—Ponte el vestido negro, eso hará que su barbilla toque el suelo.

—Me lo voy a poner porque es mi favorito, no porque quiera impresionar a Ian.

—Lo que sea—dijo, antes de salir, se giró—Esos tacones rojos que tanto te gustan siguen en mi habitación.

Una hora después, esperaba a Ian en el porche de mi casa, al final me había puesto el vestido negro que se pegaba a las partes indicadas de mi cuerpo para hacerlo más curvilíneo y los tacones rojos de Molly. Ian llegó unos dos minutos después, me dio un repaso con su mirada antes de clavarla en mis ojos.

—Madre mía, Lu—murmuró mientras se rascaba el labio inferior con su pulgar—Ya no tengo tan claro eso de querer ir a la fiesta.

Os juro que me daba una mirada y una sonrisa más de esa e iba a mandar a la mierda esa estúpida fiesta.Sonreí y golpeé su pecho.

—Idiota—dije

Ian me guiñó el ojo antes de tomar mi mano y enlazar nuestros dedos.Nos aparecimos en el porche de una casa de paredes blancas y tejado negro.

Ian no soltó nuestras manos, no lo hizo mientras su amigo le daba uno de esos abrazos masculinos, no lo hizo mientras me guiaba a través de la gente y no lo hizo cuando una chica se paro para coquetearle.De hecho, no lo hizo hasta que estuvimos los dos solos en la barra donde estaban todas las bebidas y eso no me podía hacer más feliz.

Ian preparó un par de bebidas y me pasó una.

—¿Por los dramas que unen a amigos?—preguntó mientras sujetaba su vaso

—Mejor por nosotros—dije mientras chocaba mi vaso con el de él.

Estuvimos hablando y bebiendo un rato largo, empezó a sonar una canción en un idioma que yo no podía comprender.

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