Son una nueva generación de magos,las cartas mandadas por lechuzas y los mensajes a través de patronus han llegado a su fin.
Hace diecinueve años que Voldemort fue derrotado y esta nueva generación tiene muchas cosas que contar y experimentar.¿Es...
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Los Wagner iban a ser mi perdición. Primero, como la gran mayoría de las Weasley, había tenido un fuerte crush en Ian; Luego, en su hermana Katherine pero, Colin Wagner me estaba volviendo loco.
No sé si era por sus ojos tan verdes como una hoja, su pelo color chocolate o su altura, es decir, sus padres si que lo habían hecho con amor.
—Tierra llamando a Louis—Dominique pasó una mano por mi cara—¿Estás bien?
—¿Eh?—Creo que había estado mirando a Colin más tiempo del que debería.
Estábamos en la Madriguera y Colin estaba con nosotros porque era uno de los mejores amigos de Rose. Dominique palmeó mi hombro.
—Si te gusta, díselo—me animó.
—¿No sería un poco extraño?—me quejé— Su primo está saliendo con mi prima, ¿eso no nos hace familia?
—Estoy muy segura de que no—se burló—Además, los Wagner nunca sobran, ¿verdad?
Besó mi mejilla y se fue a hablar con James y Lyssander. Seguí mirando a Colin, era una vista agradable. Una mano se posó en mi hombro, me giré y Lucille me sonrió.
—Conozco esa mirada, Lou—murmuró—No es fácil desenamorarse de un Wagner, yo lo intenté. Ten cuidado.
—Y fracasaste.
—Indudablemente.
Se alejó de mí y se acercó a Ian que rodeó sus hombros con un brazo y besó su frente. Los dos se alejaron, dejando, así, a Colin solo. Tomé una respiración profunda y me acerqué a él. Me sonrió.
—Hombre, al fin te atreves a acercarte, niño guapo—dijo con una sonrisa, noté mis mejillas encenderse—Ya pensé que solo me mirarías desde la lejanía.
No sabía ni que decir, él soltó una carcajada.
—Tranquilo, suele pasar cada vez que hablas con un Wagner—se encogió de hombros— En unos segundos recuperarás tu voz.
—Eres un poco presumido, ¿no?
—¿Por qué no lo eres tú?—preguntó, elevé una ceja—Eres muy guapo, sin duda, podrías serlo.
—Gra...¿Gracias?—dije, él soltó una pequeña carcajada.
—Ven, te invito a un zumo de naranja—dije mientras caminaba hacia la mesa donde estaban las bebidas.
