Cap 2: No te enojes, pero no eres mi tipo

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Una vez allí, me siento en un banco y comienzo a llorar, lloro por ser idiota y no poder hablar con la gente como cualquier persona normal, lloro porque me quejo de que ningún chico me habla y una vez que uno lo hace me pongo nerviosa y no sé que hacer, lloro porque odio mi forma de ser y por no saber afrontar las situaciones como se debe.

Levanto la mirada luego de tanto llorar y enfrente de mí se encuentra Thales mirándome.

—¿Por qué lloras? —me pregunta acercándose y puedo percibir su perfume.

—Creo que no te interesa —limpio mis lágrimas con una mano.

—No sé si me interesa, pero tenía un almuerzo contigo y estoy perdiendo el tiempo —dice con un tono egocéntrico. —Podría estar haciendo muchas cosas interesantes, sin embargo tuve que venir a tu casa y el colmo de todo esto es tener que verte llorar. 
         
—Tus padres te obligaron, ¿no?

—¿A qué? —pregunta alarmado. Me sorprende su reacción y rio levemente.

—A venir a mi casa

—Algo así —contesta más calmado.

—Em...¿quién te dijo que vinieras a buscarme?

—Tu madre, dijo que eres una chica muy sensible y te molesta todo, me pidió que venga ya que si venía ella no irías —vaya, habrán pensado que soy una loca.

—Lo siento —digo algo apenada.

—¿Puedes levantarte?, tengo hambre

—¿Qué te hace pensar que porque vengas tú voy a ir? —me sorprendo de mi reacción y me pongo roja al instante, yo no soy de contestar así. También me sorprende que Thales me hable de esta manera.

—Vamos, me lo pidió tu madre, ten consideración —tendré que ir si no quiero quedarme sin cupcakes por un mes entero.

—Está bien, pero no por ti

—¿Y quién dijo que irías por mi?—ruedo los ojos y nos dirigimos al comedor.

Entramos y Helen está en plena explicación sobre quien sabe que.

—Thales estudió un mes en la universidad de Cambridge como estudiante de intercambio, ahí aprendió muchísimas cosas y además sabe mucho de etiqueta, también estuvo a punto de entrar a Harvard,  pero como él no se quería mudar, se quedó en una universidad de por aquí cerca, aún teniendo la posiblidad de aspirar a otras con mayor nivel, se nota que ama mucho esta ciudad.

Así que tiene muchos estudios, lo que no entiendo es por que cuando se dirige a mi sin la presencia de sus padres se comporta diferente.

—Y tú Jessa, ¿cuántos años tienes?

—Diecisiete —respondo con total seguridad y miro a mi madre quien me está mirando mal.

—En realidad tiene dieciséis —dice sin quitarme la vista y observo como Thales se ahoga con el agua por reírse.

—Hijo, compórtate —le dice su padre, me causa gracia, lo regañan como si fuera un niño y tiene dieciocho seguramente.

—Dentro de una semana cumplirá los diecisiete —dice mi madre.

Lo había olvidado por completo, el domingo que viene es mi cumpleaños. Lo único que espero es que a mi madre no se le ocurra invitarlos.

—Pueden venir a la fiesta si así lo desean —pareciera que me leyó la mente. Primero y principal, no quiero hacer una fiesta, segundo, odio que tome decisiones en mi lugar, tercero y último pero no menos importante, no quiero ver a Thales Clerval nuevamente en mi casa.

—Oh estaremos encantados —dice Helen. Ya no tengo esperanzas de pasar mi cumpleaños como yo quiero.

—Si, además a Thales le hará bien salir un poco, se la pasa todo el día estudiado —agrega Jeremy.

—Aquí estaremos señora Trotwood —le dice Thales a mi madre mientras me mira con una sonrisa ante mi cara de disgusto.

(...)

Estoy recostada en mi cama mientras escucho música con los auriculares, la verdad es que me estaba aburriendo abajo, con tan sólo oír a mis padres y a los de Thales hablar de trabajo vine enseguida.

De pronto comienza a sonar mi cancion favorita, obviamente la canto a todo pulmón y cierro los ojos para disfrutarla.

En un momento abro los ojos y me encuentro con Thales cruzado de brazos, recostado en el umbral de la puerta y mirándome con una sonrisa burlona. Vaya este chico parece que me persigue.

Ahogo un grito y siento que la sangre sube a mis mejillas, él se da cuenta y se ríe.

—Ahórrate las risas y dime que haces aquí, ¿no te enseñaron a tocar la puerta? "Chico educado"—está invadiendo mi privacidad, ¿se imaginan si me encontraba en ropa interior?

—¿Chico educado? ¿En serio? ¿No tenías otro apodo? —me dice sin dejar de reír. —Estuve tocando un buen rato y como no abrías decidí entrar, pero te vi tan ocupada que no quise interrumpir tu show

En este momento quisiera que se abra la tierra y me trague, Thales me escuchó cantar y para serles sinceras no soy la gemela de Whitney Houston. Y ¿"decidí entrar"?, vamos ni que estuviera en su casa.

—¿Me vas a decir que haces aquí?

—Van a servir el postre y escuché a tu madre decir que te encantan los cupcakes, entonces le dije que te vendría a buscar —me sorprende su actitud pero a la vez me parece gentil.

—Em...gracias —le digo mirándolo a los ojos y noto que son mucho más bonitos de los que me parecieron hoy.

—Espera, espera, deja de que tu cerebrito invente historias de amor porque no vine por ti princesita, vine con esa excusa sólo para ver como es la planta alta —al parecer tiene mucho sentido del humor, es lindo, pero irritante.

No te ofendas, pero no eres mi tipo —su sonrisa se desvanece. —Ah, y me voy antes de que se terminen los cupcakes.

(...)

Una vez que se fueron no faltaron los gritos de mi madre, se enojó porque "no me comporté" frente a los invitados y yo le dije que estaba cansada de que me hagan preguntas y que Thales no es tan educado como ella decía, claramente me dejó sin cupcakes por una semana, el peor castigo.

~~~

Gigi Hadid como Jessa Trotwood 💫

A partir de ahora voy a actualizar los martes y viernes.

Gracias por leer ♡


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