Thales POV
Que situación tan penosa. Los cuatro parados en la puerta de la casa, sin saber que decir.
Al parecer, Jessa no tenía ni idea que este chico vendría. Su cara es indescriptible.
Me causa gracia que él la quiera invitar a salir, pero el rostro de ella no demuestre que esté alegre.Aún siento culpa por haberla tratado así, cuando estábamos en el lago, pero hoy no tuve un buen día y me la agarro con medio mundo.
He discutido con mis padres esta mañana y hasta le contesté mal a Max. Me puse muy mal y decidí ir al lago a sosegarme y reflexionar.
A veces no se dan cuenta que ya soy mayor de edad y me viven diciendo lo que tengo que hacer, como si fuera un niño, lo peor de todo es que no me puedo mudar para estar tranquilo, y eso me saca de quicio.
—Em...yo me tengo que ir —digo rascándome la nuca. Él único que está de más aquí soy yo.
—Adiós Thales, ten cuidado y mándale saludos a tu madre —me dice Lauren sin salir del umbral de la puerta, mientras Jessa y el chico se miran sin decir nada.
Los saludo con un asentimiento y decido que tengo que irme, para que sigan con su guerra de miradas.
Me doy vuelta y comienzo a caminar normalmente, pero una atípica sensación se apodera de mí.
Estuvimos hablando tan bien con Jessa, tan fluidamente, sin miradas asesinas y sin comentarios sarcásticos.Lo último que quiero es tener un mal vínculo con ella, porque nuestros padres son amigos y tenemos en claro que nos vamos a tener que ver seguido.
(...)
—Mueve el trasero, es hora de levantarse, bella durmiente
Giro en la cama y me encuentro con Denise parada enfrente mío posando sus manos en su cintura. Lleva un conjunto deportivo y una bolsa en una de sus manos.
—¿Qué quieres? Estoy durmiendo —digo frotándome los ojos y bostezo.
Suelta una carcajada y dice:
—Juraría que te vi así en un sueño, sólo que ahí tenías peluca rubia y tacones rojos
—Cierra el pico —digo y le lanzo una almohada.
—Yo fui a la universidad por la mañana, luego fui al gimnasio y también pasé por la heladería ¿Y tú aquí acostado? —dice y me devuelve la almohada, pegándome en la cara.
—Déjame en paz —digo rodando los ojos.
Ciertamente hoy no hice nada; No fui a la universidad y ni siquiera fui al gimnasio que está dentro de mi habitación. A penas salí a caminar.
Cuando llegué de la casa de Jessa, agradecí que mis padres no estuvieran aquí y me tiré en la cama a dormir una siesta.
Estoy en ropa interior, pero no es una novedad que Denise me vea así. Se ha quedado a dormir miles de veces en mi casa y tenemos mucha confianza, demasiada confianza.
Una noche, cuando teníamos dieciséis años, tomamos de más en una fiesta de un amigo mío y terminamos entre las sábanas de mi cama. Ambos éramos unos inexpertos y fue de alguna manera especial tener nuestra primera vez juntos.
Desde esa vez, nuestro vínculo se fortaleció y llegamos a ser mucho más unidos de lo que éramos. Todos se sorprenden de que no seamos novios, pero nosotros estamos bien así. Luego de eso, sólo nos acostamos una vez más, poco antes de que conozca a Louis.
—Mira, traje helado, ¿quieres ver una película? —dice sentándose en la cama, al lado mío.
—Denise, no estoy de humor, lo siento—digo mientras me coloco una camiseta.
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Lo aprendí de ti
Teen FictionJessa está a punto de cumplir diecisiete años, es linda y tiene dinero eso si, es muy introvertida, un problema para ella. Pero Thales es el que logra revertir un poco esta situación cuando llega a su vida, haciéndola reconsiderar muchas cosas al oc...