Cap 12: Es sólo una incógnita que juro resolver

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— Todavía me debes un reto —me dice sonriendo de costado.

¿Un reto?

—¿Qué? Eso ya no tiene sentido  —le digo frunciendo el ceño.

—Yo no escuché que alguien haya dicho que el juego ha acabado —me dice arqueando una ceja.

Recuerdo que ese día mi padre nos interrumpió el juego y luego no lo seguimos. Pero no entiendo por qué viene a decírmelo ahora.

Ya no queda mucha gente en el parque y está empezando a hacer frío. Lo que más quiero ahora es estar en mi cama, tapada hasta el cuello, mirando alguna serie.

Me cruzo de brazos por la corriente de aire que hay. Thales me mira esperando una respuesta, al igual que Louis y Denise.

— Es verdad, aún le debes un reto — dice Denise, separándose de Louis y come un trozo del algodón. Me mira desafiante, como si le debiera algo a ella, agh.

—Pero eso fue hace mucho... no creo que sea válido. Además... — argumenta Louis a mi defensa, pero Thales lo interrumpe.

— Subirás a la vuelta al mundo — me reta con una mirada competitiva

Oh por Dios. Me arrepiento de haber dicho que odio las alturas, a penas llegamos.
Dije que no pensaba subirme a ese juego, señalando el círculo gigante.

— Thales... por favor, ten consideración... yo... — digo nerviosa.

— Andando — dice moviendo la mano en señal de que lo siga.

Ahora entiendo que es capaz de cualquier cosa. Yo no le he hecho nada, no sé por qué es así conmigo.

Aquel día, antes de que fuera a mi casa por primera vez, pensé que nisiquiera me miraría, que no me prestaría atención. Estuve equivocada, pero nada de eso fue para bien, él sólo me trae disgustos.

Comenzamos a caminar los tres atrás de Thales y yo quiero salir corriendo de aquí.
Le tengo terror a ese juego. Cuando era pequeña, subí con mi prima y se quedó trabado, justo cuando estábamos en la parte más alta, yo lloraba de la desesperación y ella, al ser más grande, intentaba calmarme, en vano.

Hace unos años, intenté subirme por segunda vez, pero tuve que bajarme en cuanto empezó a rodar porque me  entró un miedo horrible.

— Ve a esperar allí — me dice Thales una vez que llegamos al juego. Me dirijo hacia el lugar y él se va a comprar el boleto. Mi amigo y Denise lo siguen.

— ¿Dos? — le pregunto cuando se acerca a mi. Trae dos boletos en sus manos.

— Subiré contigo — me dice con su característica sonrisa de costado.

Nos sentamos en el pequeño asiento y veo como nuestros amigos se alejan abrazados. En el juego estamos sólo nosotros.

La rueda comienza a girar levemente y siento un temblor. No quiero ponerme mal enfrente de él, pero sé que se me va a hacer difícil mantener la postura firme.

Cierro los ojos y me agarro del borde del asiento. Antes de que de la primera vuelta, escucho su voz.

— Cherry — me susurra.

Abro los ojos y giro hacia él.

— ¿Cómo te fue en la cita con el niño de ojos azules? — me pregunta en un tono de voz normal.

— Se llama Aaron y no fui a ninguna cita, sino no estaría ahora contigo ¿no crees? — le digo entrecerrando los ojos.

—Tienes razón — me dice con una sonrisa.

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