Lo aprendí de ti

Cap 14: No eres mi niñera

Cuando aquel hombre me dijo con su gruesa voz "Abner Finlay tuvo que ser trasladado al John medical center, debido su estado de coma alcohólico y la fractura de un brazo, causado por el choque de un auto que él provocó" casi me muero. Escuché todo lo que me dijo en silencio hasta que reaccioné y enseguida llamé a su madre, le avisé a Louis y los tres fuimos a buscarlo.

Antes, mi amigo pasó por la casa de Denise, ya que quedaba de paso, y la dejó allí.

No quisimos avisarle nada a Max y Jacque porque iba a ser una pérdida de tiempo, ambos borrachos y sin entender nada. Los dejamos en el antro y luego si, partimos.

Al llegar, lo vimos en la zona de emergencias, acostado en una camilla con la frente y parte de la mejilla derecha ensangrentadas, también un vendaje en el brazo izquierdo. Estaba dormido, había perdido el conocimiento.

Katy, su madre, le comenzó a acariciar el cabello y se le escaparon varias lágrimas.

No pude evitar sentirme culpable y me largué a llorar porque yo estaba ahí, en el momento que se fue y no lo detuve. Louis me abrazó, hundiendo su rostro en mi cabello y el llanto se hizo peor.

Nunca entenderé porque todo me sale mal, todo me sale al revés. Intento hacer algo bien pero termino haciendo todo lo contrario.
No me comprendo y cada vez me estoy decepcionando más de mi misma.

El oficial que había llamado al celular de Jacque se nos acercó, le pidió a Katy que firme unos papeles y le dijo que no le atendía el teléfono y por eso tuvo que llamar a mi amiga.

Abner vive sólo con su madre, su padre los abandonó cuando él a penas tenía tres años y no se acuerda nada de él.

Siempre la vi a ella como una gran mujer, con mucho valor y dedicación. Sufrió mucho y luego de bastante tiempo logró recuperarse, me contó Abner alguna vez.

Por eso me culpo de todo lo que está sucediendo, ella no se merece pasar por todo esto.

Después de disculparme más de una vez nos dijo que nos fuéramos tranquilos, que ella iba a pasar la noche allí. Claramente me negué y me ofrecí a quedarme a ayudarla en lo que necesite.

Como no se permitían más de dos personas, Louis se despidió, dejándonos en el pasillo, mientras una enfermera movía la camilla de mi amigo, con la intención de trasladarlo a una habitación.

(...)

Abro mi casillero y saco las carpetas que use estos últimos tres días. Al fin es viernes, pero luego de esta hora libre tenemos clase de deportes, volleyball para ser específica, horrible manera de terminar un día.

A mi lado, Abner hace lo mismo que yo pero con más dificultad.

—Déjame ayudarte —le digo sacando sus carpetas y las guardo en su mochila.

—Gracias Jess, me has ayudado mucho estos días, no sé como agradecerte —me dice y se cuelga la mochila al hombro.

Ha pasado una semana desde el día del accidente y todavía se hacen visibles sus signos. Tiene raspones y moretones en varias partes del cuerpo.

Todos estos días fui a su casa y lo ayude en todo lo que pude, a pesar de que no somos tan cercanos como lo soy con Louis por ejemplo.

—No tienes que hacerlo, sólo ve a casa a descansar y aprovecha que no tienes que hacer deportes por tres semanas —le digo sonriendo.

Por suerte la fractura no fue tan grave y en poco tiempo va a sanar.

Cuando cierro mi casillero me encuentro con Louis abriendo los ojos exageradamente y haciendo una sonrisa poco normal. Me sobresalto y le golpeo el hombro.