Ahora... no sabía que debía hacer, si sollozar por la falta de un día de tranquilidad o alegrarse de ver que no había sido un juguete para un rato.
Por otro lado, el de ojos azules estaba teniendo un debate interno.
¿Debía o no conservarle con vida?
Le hacía sentir tantas cosas que creyó olvidadas que no podía saber si debía alegrarse o asustarse.
Él jamás se había preocupado por otro, mucho menos por una presa, pero ahí estaba, viéndolo con una creciente ansiedad al verle tan demacrado.
¿Tan mal le había sentado follar con él?
—Ey, bolsa de sangre— sí, definitivamente consolar no era lo suyo, mucho menos ser cariñoso, pero cabía destacar que había llamado su atención— Hoy no te haré nada— se acercó con lentitud, como si temiese que al más brusco movimiento se desatase la más peligrosa estampida, aunque si hablaba de su pequeño lo más seguro que seguro sería que recibiera uno que otro rasguño digno de un gatito salvaje.
El pequeño suspiro resignado al escucharle y antes de poder actuar o más bien dejarle pensar, se desplomó en el suelo.
Esa noche definitivamente sería larga.Hola de nuevo, la pérdida ya ha regresado.
¿Wiii?¿Quién desea matarme por el retraso?
Este ha sido corto, así que espero reponerlo con el otro.
¿Quién quiere más amor? ¡Digan yo!Nos leemos pronto
Emilyeliza
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La mascota del depredador
VampireNunca debió cruzarse en su camino, nunca debió enamorarse del predador.