6. Quiebre

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  El primer encuentro que tuvieron con los hombres de Huang ocurrió dos semanas más tarde, a los alrededores de las calles comerciales de Seúl, en donde acababan de abrir un salón de juegos; uno de los tantos negocios cuya principal función era encubrir los fondos ilegales.     

Jonghyun decidió llevar con él a Kibum a la apertura del salón, la actitud entre ellos seguía siendo distante pero Kibum se había mantenido tranquilo durante ese tiempo, fiel a su palabra y buscándolo solo cuando necesitaba tomar un respiro.   También él había intentado comprender su situación, imaginaba lo difícil que era para el joven haber sido alejado de su cuidad y amigos para aislarlo en una casa rodeado de hombres que no tenían ni el tiempo ni la disposición para acercarse al hijo del jefe; incluso el señor Kim compartía escasas horas junto a su hijo, más pendiente de los negocios que de su comodidad.     En ese tiempo sin embargo, Kibum y Taemin habían comenzado a pasar bastante tiempo juntos desde que el menor se moviera a la casa principal con el fin de cumplir mejor su función de ayudante.    Le agradaba la amistad que ambos jóvenes estaban desarrollando, en esos pocos días había visto a Taemin tratar a Kibum con la misma confianza que a él, pero al contrario que en su caso, junto a Kibum se permitía actuar como un joven normal, buscando constantemente su atención y sonriendo cuando estaba a su alrededor; observándolos interactuar había pronto descubierto que el joven Kim tenía una especial debilidad por aquello que encontraba lindo, Taemin se veía incluido en esa categoría por lo que solía recibir los cuidados del mayor. 

  Fue al momento de aparcar en que notó la gran cantidad de gente que se alejaba del lugar, alarmado, le indicó a Kibum que se mantuviera cerca de la multitud que observaba la pelea desde una distancia segura y que no se alejara de ellos, corrió entonces hasta quitar de encima a uno de los chicos que parecía tener la ventaja sobre uno de sus compañeros, algunos de los hombres corrían después de haber destruido las vitrinas, otros tantos golpeaban en pequeños grupos a quienes habían organizado la recepción e intentaban proteger lo que quedaba del recinto.    Ayudó a algunos de su grupo lanzando golpes a los desconocidos que se cernían sobre ellos; Taemin estaba en el lugar y no podía encontrarlo, cuando tomaron la ventaja vio al menor aparecer desde el interior, su rostro lucía algunas raspaduras pero no parecía realmente lastimado.    Con su vista encontró también a quien sería el encargado del salón, y apuntándolo ladró enfadado que se encargara de proteger a Taemin y Kibum o él mismo se encargaría de que lo pagara con su vida.  Corrió entonces tras los hombres que escapaban pero ya no había nada que hacer, ordenó a quienes lo seguían que se detuvieran y volvieran, con un ataque planeado como ese aún cabía la posibilidad de que los estuvieran guiando a algún tipo de emboscada.

Cuando regresó, Kibum estaba atendiendo a Taemin, se acercó hasta ellos para comprobar por sí mismo los daños.    Los arreglos florales yacían deshechos en la entrada, los vidrios de las que eran hermosas vitrinas cubrían el suelo y las costosas máquinas estaban totalmente inutilizables.

 — ¿Qué fue exactamente lo que ocurrió? - Preguntó a Taemin cuando llegó a su lado — ¿Por qué estabas aquí en primer lugar?

Taemin evitó responder a lo último ganando de inmediato una mirada molesta del mayor, él mismo se había ofrecido a asistir, Minho aún se estaba recuperando de su herida y aquel acto no debería presentar peligro —No estoy seguro, cuando hyung estaba haciendo las presentaciones y abriendo las puertas para el público, ellos salieron de entre la multitud y comenzaron a destruir todo.

Jonghyun asintió inclinándose, escaneando con su vista en busca de heridas profundas y sin dejar pasar totalmente su pregunta —No debiste involucrarte.

¿Qué?, no iba a quedarme sentado viendo como lo destruían todo - El mayor ignoró su respuesta cuando escuchó que la policía iba en camino, ordenó a los hombres que se encargaran del asunto y llevó a Taemin y Kibum hasta el auto.



Kibum volvió a su cuarto, su padre y el resto se volvían a encerrar en la oficina, probablemente buscando culpables cuando para él estaba más que claro que los únicos causantes de todo aquel alboroto eran ellos y su estúpida ambición.      Revisó los mensajes de sus amigos en el móvil, ellos pensaban que estaba en algún bonito lugar tomando unas vacaciones de su trabajo, algo en lo que obviamente su padre había intervenido; odiaba mentirles a ellos pero no quería ponerlos en peligro y, también temía que se alejaran al saber el tipo de vida que llevaba su familia.    Se tendió en su cama y escondió el rostro entre las almohadas sintiéndose deprimido, recordando como todos solían alejarse de él, pero no era algo que había tenido la oportunidad de elegir, aún cuando había intentado alejarse su padre volvía a arrastrarlo cuando algo grande ocurría.

 El móvil vibró contra sus manos cuando recibió un nuevo mensaje, sacándolo de su momentáneo trance y logrando de inmediato que su sonrisa aflorara, era él, no lo había vuelto a ver desde aquella cita en que Jonghyun lo acompañó y esta le parecía la oportunidad perfecta. Su guardián probablemente permanecería junto a su padre en la reunión por un par de horas más, por lo que tomando su bolso salió de manera sigilosa, atravesando los pasillos hasta el exterior para conseguir un taxi.



Jonghyun llevaba media hora recorriendo los alrededores y los pocos lugares a los que hasta ahora había acompañado a Kibum, luego de algunas horas en que se mantuvieron discutiendo, el Sr. Kim lo había enviado por su hijo, el cual supuestamente estaba en la seguridad de la casa que era custodiada por los subordinados de Kim y aún así, el muchacho se las había arreglado para escapar nuevamente; estaba enfadado consigo mismo por haber bajado la guardia con el chico problema, su cabeza y la de sus hombres se encontraban en juego.  Aunque había intentado llamarlo sin descanso, no había recibido ninguna respuesta, pero tiempo más tarde recibió un mensaje con la dirección en que se encontraba y enfadado tomó rumbo hasta un conocido parque.

 Contuvo los juramentos cuando lo vio sentado en una banca bajo el cobijo de un árbol, y con pisadas firmes se plantó frente al menor apretando los puños para contener las ganas de golpearlo.

Escucha bien niñato!, el mundo no gira a tu alrededor, ¡¿has puesto a mis hombres en peligro para venir a pasear?!. - Levantó la voz cada vez más enfadado porque el otro no lo enfrentaba  — ¿Piensas acaso que esto es un juego?, deja de ser una carga, ¿crees que estoy tras tus pasos por mi elección?!...- Sus duras palabras murieron cuando el menor levantó la vista hasta él, sus bonitos ojos estaban anegados en lágrimas que intentaba contener y él solo podía seguir de pie, sorprendido y entrando poco a poco en pánico sin saber cómo afrontar aquella situación.

Lo siento - Habló Kibum con voz rasposa y bajando la vista, sus manos temblaban y Jonghyun comprendió que el muchacho había estado aguantando demasiado, una fugaz imagen apareció en su mente y sin pensarlo, atrajo al chico hasta su pecho para envolverlo en un protector abrazo.




The fox and the houndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora