4. Límites

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Cuando escuchó por los pasillos sobre la llegada de Jonghyun junto al hijo del sr. Kim, Taemin saltó en dirección a la entrada, para su sorpresa vio a varios hombres correr en dirección al auto y se asustó al pensar en que algo podría haber ocurrido en el camino.   Al llegar pudo ver que no se trataba del auto de Jonghyun y como este ayudaba a cargar a un herido Minho y a uno de sus hombres con el que parecía estar discutiendo.

¡Un verdadero líder no abandonaría a sus hombres! - Vio como Minho se soltó del agarre de Jonghyun y, aún con su hombro herido, tomó al otro hombre desde el cuello de su camisa.

Estaba muerto; si realmente querías seguir su camino podrías haberlo dicho y te hubiese lanzado junto a él. - Soltó en un frío susurro para luego seguir su camino. Taemin notó el rastro de sangre que dejó el alto a su paso y se preguntó cómo podía soportar el dolor sin mostrarlo en su rostro.

Jonghyun se acercó a él sacudiendo su cabello como saludo antes de volver su atención a su superior y al chico que se acercaba junto a él. Ambos se inclinaron en un saludo cuando el sr. Kim le indicó a Jonghyun que lo acompañara.

Se escurrió entonces en busca de Minho, le preocupaba la condición en que se encontraba. Aunque era Jonghyun su tutor oficial, Minho le había enseñado a usar armas cuando Jonghyun se había negado argumentando que era solo un niño; no podía decir que fueran cercanos porque Minho no dejaba que nadie se le acercara pero tampoco podía evitar la creciente preocupación que sentía por el mayor.

Golpeó con algo de inseguridad la superficie de madera y esperó algunos segundos hasta escuchar de el otro lado una respuesta.   Avanzó con cautela por el espacioso cuarto, buscando con la mirada al herido pelinegro para luego llamarlo, al contrario de lo que cualquiera podría imaginar, el cuarto de su hyung siempre tenía las cortinas abiertas permitiendo que la luz del exterior se apoderara del espacio, el papel tapiz oscuro cubierto de pequeñas florecillas y los pocos muebles daban un aspecto serio y refinado totalmente acorde con la personalidad del mayor.  Sobre los muebles había escasas pertenencias personales, solo Minho y algunos de los hombres de confianza de Kim habitaban la casa, también él y Jonghyun tenían cuartos temporales en la estancia pero nada tan espacioso como esto.

¿Qué haces aquí, Taemin? - Escuchó la voz del mayor amortiguada desde el cuarto contiguo y se dirigió hasta el lugar.

Hyung, ¿te encuentras bien? - Preguntó acercándose hasta el cuarto de baño —Solo... quería saber si es muy grave.

No lo es ... - Respondió cuando el menor finalmente se asomó en el lugar. El mayor estaba sentado en la orilla de la bañera, la camisa manchada de rojo en el suelo y su vista enfocada revisando la profundidad de la herida.

 ¿Puedo ayudar? parece que estás teniendo problemas - El mayor dirigió su vista hacia él y, entregándole los implementos, asintió en silencio. Taemin se sentó a su lado y Minho volteó de modo que su hombro lastimado estuviese más cerca del menor.

Oh, hay mucha sangre aún. ¿No sería mejor que alguien lo revise?

Puede esperar. Necesito hablar con Jonghyun antes.

Entiendo. No parece demasiado profunda - Con el ceño fruncido Minho volvió a asentir y el menor comprendió que era el final de la conversación.

Hizo lo posible por que el otro no notara el temblor de sus manos y apretó el vendaje asegurándose de no lastimarlo, Minho era sin duda una persona muy fuerte y atractiva, pensó que no había una razón real para el súbito nerviosismo naciendo en su estómago que la admiración que desde siempre había sentido por él.



Había demasiadas cosas fuera de lugar y a él le molestaba de sobremanera no saber qué estaba pasando. Según Minho, los tipos que los habían acorralado esperaban por alguien y habían podido confirmarlo cuando, esa misma tarde, Huang había solicitado una reunión con los principales lideres de la región; las noticias habían corrido rápido y los recientes enfrentamientos que habían llevado a la muerte a dos de los aliados de la familia Kim, obedecían al reciente asenso de un nuevo líder a la cabeza de los Huang.  Aún si no habían sido ellos quienes habían causado las pérdidas del grupo, el verse involucrados en la persecución los había puesto directamente en la línea de fuego, habían caído en una trampa.

Los Huang eran conscientes de lo insignificantes que eran las Kang pae ante el poderío de sus aliados chinos, sumado a ello, habían creado una ruta de armamentos a través de la zona desmilitarizada en su frontera, teniendo buenas relaciones con la otra mitad de su país, cobraban un elevado impuesto para transportar los envíos de los grupos internos y los micro traficantes ganando con ello una buena cantidad de aliados dispuestos a apoyarlos por los beneficios que brindaba su protección.   Tampoco Kim estaba contento con la muerte de dos de sus hombres, pasar estos enfrentamientos por alto sería una muestra de debilidad; Kim de ningún modo permitiría que aquellos extranjeros se adueñaran del territorio.



Taemin esperó pacientemente hasta que los hombres abandonaron la oficina del jefe, era consciente de lo que ocurría y no estaba dispuesto a quedarse observando, había decidido por ello pasar a formar parte del equipo de Minho.   Ingresó cuando el sr. Kim le concedió el permiso, junto a él se encontraba Jonghyun y en un sillón apartado y observando todo como si estuviera fuera de escena, permanecía el joven Kim.  Fue Jonghyun quien llamó su atención instándolo a hablar.

Maestro - Comenzó ofreciendo una inclinación al mayor —Estoy listo para servir al grupo.

¿De qué hablas? - Reaccionó Jonghyun siendo ignorado por el menor.

Sé que Minho hyung ha perdido a algunos de sus hombres y quiero formar parte de su equipo  - Un tenso silencio se instaló en el cuarto para ser roto segundos después por la carcajada de su superior.

Has convivido demasiado tiempo con Jonghyun, te has vuelto impertinente - de inmediato Jonghyun empujó su cabeza haciendo que Taemin ofreciera una reverencia —Oh, déjalo, está bien...

Jefe...

Tiene iniciativa y ha estado bajo tu cuidado por bastante tiempo.  Minho necesita ayuda ahora mismo - el mayor señaló su brazo recordando la herida del nombrado —Si él está de acuerdo entonces puedes unirte - indicó saliendo del lugar, los dos subordinados inclinándose de inmediato.  Cuando escucharon el golpe de la puerta Jonghyun volteó llevando una de su manos hasta su cabello para luego enfrentar al menor.

¿En qué estabas pensando?!, debiste consultarme.

Si lo hacia era obvio que te negarías

Por que eres un niño, ¡¿Crees que Minho va a cuidar de ti?!

No necesito que me cuiden, sabes que puedo arreglármelas 

Tienes alguna idea de lo que estás diciendo... - Prosiguió dando vueltas por el cuarto —Sabes en qué tipo de problemas te estás metiendo?!

Lo sé, no se trata de tu decisión. No eres mi familia y ni siquiera tienes algún derecho sobre mi - sentenció el menor saliendo enfadado del lugar.

Jonghyun volteó molesto pateando el mueble que se encontraba a su lado; desde la esquina olvidada Kibum observó el desplante de su guardián, sentía curiosidad por la cercana relación de esos dos.


The fox and the houndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora