Siempre había detestado la manera en que la gente se aferraba a otros buscando escapar de su soledad, irrumpiendo en sus vidas y forzando un espacio en ella, pero casi podía comprenderlo ahora, mientras esperaba sentado a que se cumpliera su sentencia.
Estaba asustado, Minho llevaba días desaparecido y era solo cuestión de tiempo que lo delatara ante el resto. No sabía si sería capaz de soportarlo y aunque la idea de que verse expuesto ante ellos le aterraba, tampoco tenía la fortaleza suficiente para acabar con su propia vida, no podía hacerlo cuando sentía que debía pagar de alguna forma por todo el daño que había causado. Ver el odio en la mirada de Minho había sido incluso más doloroso que tener que lidiar con sus recuerdos y sabía que cuando Jonghyun y Kibum se enteraran recibiría la misma reacción.
Morir podría ser una salida fácil, era algo que sinceramente ansiaba pero que sabía no obtendría tan fácilmente, y ya no quería seguir escapando porque finalmente lo comprendía. Nunca fue parte de una familia funcional ni se permitió apegarse a nadie, pero tanto Jonghyun como el joven Kim, aún en medio de su difícil situación, le habían demostrado lo que esto significaba.
Kibum se había acercado a él preocupado por su súbita debilidad, lo había arrastrado hasta la cocina explicándole con calma que la desintegración del grupo no significaba que fueran a abandonarlo. Kibum quería llevarlo a vivir junto a él y darle una vida cuando él acababa de destruir la suya, el joven no fue capaz de interpretar sus lágrimas de forma correcta y lo envolvió en un abrazo que Taemin descubrió que añoraba, tampoco Jonghyun sería capaz de abandonarlo y aquella convicción lo hizo darse cuenta de lo idiota que había sido al alejarse de ellos por temor, cuando desde el comienzo se había sentido cómodo en su compañía. Eso era lo que realmente significaba una familia, la protección y el cariño que ellos le brindaban, y ahora que conocía ese sentimiento no quería perderlo pero era inevitable, aún si no podía soportar el castigo tenía la esperanza de que algún día pudieran perdonarlo y quería aferrarse a ella porque ahora era el único motivo por el que podría seguir adelante.
La noticia de la desaparición de Park había estallado a penas dos días después de la repentina ausencia de Minho, aún habían muchas especulaciones al respecto pero para él quedó claro cuando el día anterior recibió una llamada de Minho, aunque no dio grandes explicaciones, fue suficiente para comprender el cómo se veía involucrado.
Minho no podía acercarse a ninguna de las locaciones que había ocupado alguna vez y pidió entonces a Jonghyun, como primer y único favor, que llevara a Kibum a un lugar donde pudieran reunirse; necesitaba despedirse de él antes de abandonar el país. Llevó a ambos jóvenes junto a él a su departamento, ese en donde tiempo atrás se habían ocultado y donde comenzó a acercarse a Kibum, Taemin accedió con facilidad, después de todo, ese había sido su hogar también por algún tiempo; era también el único lugar en que Jinki no mantendría su vigilancia.
El policía, como era de esperarse, acudió a él en busca de una información que aunque quisiera no podía entregar; Minho había hecho lo que él mismo si tuviese la oportunidad, se trataba de proteger y vengar a su familia sin importar las consecuencias y Jonghyun no iba a delatarlo cuando era consciente de que, en parte, también lo había hecho por proteger a Kibum.
Se dirigió de todas formas a su encuentro, no esperando más que sus usuales informes y las preguntas a las que debería responder con alguna excusa, pero Jinki lucía inusualmente serio ese día.
—¿Sabes algo sobre la desaparición de Park? - Preguntó, serio y directo cuando Jonghyun tomó asiento frente a él.
—Sé que debe estar relacionado con la muerte de Kim, pero eso también tú lo sabes.
—¿Qué hay de Choi Minho?
—Desapareció hace algunos días, luego de la recepción en la casa Kim - Jinki mantuvo la vista puesta en él, sopesando sus opciones. No había tenido la intención de aplazar tanto esa conversación, pero el grupo estaba totalmente fragmentado y sus oportunidades de retenerlos se estaban diluyendo y había no obstante un asunto aún más importante, la conexión de los casos en donde ahora se sumaba la desaparición de Park. —Bien - Cedió luego de algunos minutos en completo mutismo —Hay algo que debes saber, pero necesito que me escuches hasta el final - Advirtió antes de contar el resultado de su investigación.
El padre de Kim no había estado directamente relacionado con las kkangpae pero era por todos bien sabido que estos grupos habían intercedido a su favor en un negocio que años más tarde se vería recompensado con apoyo financiero. La gran mayoría de políticos y empresarios comenzaban de esa forma, pidiendo el patrocinio de los grupos en una especie de retroalimentación de influencias y dinero en donde seguían siendo las mafias locales quienes tenían la última palabra.
Fue la expansión del negocio Kim uno de los grandes alicientes para que aceptaran a su hijo, primero como un miembro y luego como una de las nuevas cabezas, y aunque la mayoría de los grupos intentaba evitar la violencia para mantenerse fuera de aprietos legales, su asenso al liderazgo no había estado libre de enfrentamientos, algunos más directos que otros en donde cualquier oportunidad debía ser utilizada en su contra, era entonces donde había entrado el padre de Jonghyun.
El hombre había estado junto a la familia Kim desde sus inicios, pero su conducta imprudente los había arrastrado a un montón de problemas que lo llevaron finalmente a su expulsión, el hombre se vio entonces desamparado, habiendo perdido la custodia de su hijo tampoco tenía un apoyo económico, y desesperado había intentado extorsionarlos, Kim enfadado por su acción hizo que sus hombres se encargaran de él, golpeándolo y quitando cualquier tipo de apoyo económico que hasta entonces conservaba.
Cuando Kim finalmente asumió el mando el padre de Jonghyun aprovechó las riñas internas a su favor, vendiendo información y prestando ayuda a sus principales contrincantes y, aunque solo había pretendido causar un accidente menor, su acción tuvo consecuencias fatales.
La investigación había sido interceptada entonces, según el ex-agente Cho la orden de detener la pesquisa había llegado desde los altos mandos; él sin embargo, había seguido al pendiente de la investigación hasta que fue transferido. El padre de Jonghyun se sintió a salvo luego de dos años en que nada había cambiado y fue entonces cuando el grupo decidió ir por su cabeza.
Vio a Jonghyun temblar contra su asiento, con su rostro volviéndose pálido y el sudor comenzando a perlar su frente.
—Lo que estoy diciendo - Habló cuidando que la atención de su amigo estuviese sobre él —Es que su segundo al mando fue el encargado de ejecutar la orden... ¿puedes comprenderlo, Jonghyun?. Choi Minho es quien asesinó a tu hermano.
Minho y él no eran amigos, ni siquiera confiaban en el otro y aún así fue inevitable sentirse traicionado, porque él había facilitado su encuentro con Kibum en su departamento, lo estaba cubriendo en ese preciso momento, maldición.
Las piezas comenzaron a calzar rápido en su mente, el accidente del que tanto Kibum como Minho le hablaron; los negocios ocultos y la facilidad de aquel hombre al que alguna vez había llamado padre, de verse envuelto en problemas. Lo odiaba, odiaba a ese hombre porque a pesar de estar muerto podía seguir causándole daño, era él quien había acabado tanto con su hermano como con la familia de Kibum, y cómo rayos podía volver junto a él sabiendo eso, cómo podría volver a ver su rostro sin sentirse culpable, era un idiota por dejarse llevar, por enamorarse cuando sabía que aquello iba a terminar mal.
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The fox and the hound
FanfictionA pasos rápidos se escabulló en el mar de gente que, estresada, atestaba la ciudad a esa hora, probablemente preocupada de aprovechar el poco tiempo antes de volver a sus rutinas de trabajo; con solo ver sus rostros se alegraba de no tener que pasar...