Bad bitch.

Capítulo 6.

- No puede ser.- dice Dev.

- Es una puta broma.- dice Aiden.

- No entiendo.- dice Theo y todos rodamos los ojos.

- Sigue igual de sexy.- digo yo y todos voltean a verme y me hacen mala cara, menos Theo que sigue sin saber que pasa.- ¿que? Es la verdad, no me miren así.- Rebecca Foster, tan guapa, sexy, alocada y tan insoportable, es una jodida loca, lesbiana pero ama que los hombres se vuelvan locos por ella, solo escupe veneno, la conocimos en un bar ella era la camarera, es insoportablemente sexy, nunca tuve nada que ver con ella.

Si claro, como no.

Cállate jodida conciencia, si no lo recuerdo no pasó.

Pero lo recuerdas, ese es el punto.

Ignorando a mi conciencia, ella esta un poco obsesionada conmigo, pero como yo no quiero nada enserio me odia, se acuesta conmigo pero aún así me odia, que inteligente.

- Aún podemos irnos sin que nos...- ella voltea y Dev se queda callada, camina hacia nosotros.- vea.- termina Dev.

- Hola chicos.- dice en cuanto llega, todos sonríen hipócritamente, yo solo estoy sería mirando a todos.- Hola Hayley.

-Hola Rebecca.- digo sin verla, se que ha de estar muriendo del coraje por no recibir mi atención.

- Luego podríamos salir.- dice viéndome.- ya sabes..., a recordar viejos tiempos.- se cruza de brazos y su muy ajustado escote enseña más de lo que ya enseñaba. Quito mis ojos de ahí y vuelvo a mirar a los chicos, exactamente a Dev y ella me mira mal porque sabe lo que estaba viendo.

- Claro, luego.- respondo indiferente.- yo te llamo.

- De acuerdo, luego nos vemos chicos.- dice y camina hasta mi.- Adiós Hayley.- se inclina, besa la comisura de mis labios y se acerca a mi oído.- se que llamarás, no soy buena, al contrarío, soy tan mierda como tú.- me tenso en cuanto termina y ella se separa y comienza a caminar. Siempre tan hija de puta, me levanto y camino hasta ella, la jalo del brazo y se voltea golpeando mi pecho, me dolió pero me aguanto.

- jamás podrás ser lo mierda que soy yo, soy peor que tú.- me acerco a su boca dejando muy poco espacio.- pero aún así sigues tratando de llamar mi atención, de arrastrarte a mi.- se separa de mi y me da una mirada de odio, se voltea y comienza a caminar.
Vuelvo a mi silla y todos me están viendo. - ¿Qué?

- Le mirabas los pechos.- me dice Dev.

- Hasta el señor de la otra mesa lo hacía, casi se le salen, no es mi culpa.- me defiendo y ella solo rueda los ojos.

- ¿Que te dijo en español?

- Da igual, saben cómo es, ¿nos vamos?- les digo y todos asienten. Los únicos que sabemos español somos Aiden, Alex y yo, los demás no lo saben en absoluto, lo aprendí por Frederick y Josh, toda la familia es de México pero todos están en Beverly Hills. Todos se llevan bien, ambas partes de mi familia, son buenos, aunque eso solo lo sé por mi padre, tal vez eran malos con Frederick. Cuando me golpeaba solía gritarme en español y cuando hablábamos también me hablaba en español, mi padre las pocas veces que lo vi, me habló en español, así que aprendí por ellos.

- ¿Quien maneja?- dice Aiden cuando llegamos al jeep, Dante dice que el maneja y todos subimos.

                            .  .  .

- Que aburrido es esto.- digo yo, después de llegar nos pusimos a ver la serie de The Vampire Diaries, llevamos varios capítulos, son las 6 de la tarde.- Saldré a caminar.- me levanto pero Dante me agarra la mano y me hace volver a sentarme.

- No, después llegas a las tres de la madrugada y borracha.- dice Dante.

- No estaba borracha.

- Y Connor nos regaña por tu culpa.- dice Theo.

- Que niñitas son.

- sabes que no sabemos español.- dicen Dante y Theo al unísono.

- Me vale mierda.- les digo y ruedan los ojos.- Entonces me iré a mi cuarto a dormir.

-Genial, nosotros estaremos aquí.- asiento y camino hasta las escaleras y subo a mi cuarto, entro y cierro con seguro, voy al cajón de los cigarrillos y tomó la caja junto con mi encendedor, camino a el balcón y me siento en el sillón, enciendo un cigarrillo. Siento una mirada en mi, pero sigo fumando, hasta que volteo a la casa de Ale, en el balcón de su casa está un muchacho, jodidamente sexy, sentado en un sillón casi como el mío, con una camisa negra y unos pantalones igual, tiene tatuajes y sus ojos puestos en mi. Apagó mi cigarro y me levanto y camino a la puerta para entrar a la habitación, antes de entrar volteo a ver al Dios griego y le guiñó un ojo, entro y cierro la puerta de el balcón, camino a mi baño y lavo mis dientes, regresó a la habitación y me dirijo al armario, entro y tomó un pantalón negro que me queda muy pegado y un top rojo, unas zapatillas negras y camino a la cama, me cambio y peino mi pelo, me maquillo y tomó un bolso, meto mi celular, mis llaves y mi billetera. Abro la puerta del balcón y la cierro en cuanto entro, dios griego sigue ahí, camino a el otro lado del balcón y por la barda de la casa hay una escalera bajo por ahí y ya abajo veo a Dios griego recargado en la barda del balcón aún fumando, vuelvo a guiñarle el ojo y camino por el costado de la casa, por el jardín y salgo a la calle, subo a mi jeep y conduzco a algún lugar de aquí.

Después de mucho rato, llegó a un antro que se ve muy prestigioso, estaciono el jeep y bajo, pongo seguro y camino a la entrada, la fila es larga pero por el símbolo que hay en el letrero sé que no tendré que hacer fila.

Flashback:

- Ya que tu asqueroso tío murió, tu nos perteneces, harás todo lo que te digamos.- dice Frank.- No te dejaste prostituir, así que ya sellaste tú destino.- camina hacia los demás jefes, intentó con todas mis fuerzas liberarme de la silla a la que estoy amarrada pero no puedo. Frank regresa a mi y golpea mi mejilla, tiene más fuerza que Frederick.- Si creías que este infierno era horrible con tu tío aquí, sabrás lo que es conocer al verdadero infierno conmigo, desearas que alguien te mate para acabar con todo esto.

- No será prostituida, saldrá a vender drogas y entrará en las peleas, con hombres y mujeres.- dice uno de los jefes, solo conozco a Frank por que el era el único que venía a supervisar a Frederick.- Tendrás el tatuaje de nuestra mafia, serás tratada igual que a un hombre, sellaste tú destino.

A las mujeres del infierno no las obligan a tatuarse pues lo único que hacen es prostituirse, a los hombres en cambio los tatúan pues tienen que vender droga, así es como los identifican para saber de qué lado están, el lado en el que estoy yo ahora.

Fin del flashback.

Selle mi destino, aún escapando de ahí sigo siendo una de ellos. Las alas en el letrero del antro, las alas en mi espalda, el mismo lado, la misma mafia