Me despierto toda sudada y agitada, me levanto, corro al baño y vomitó, todas las noches es igual, lo único que cambia es la pesadilla, esos recuerdos que siempre estarán en mi mente.
Camino a el tocador y abro un cajón donde se encuentran mis condones y mis cigarrillos, sacó la caja de cigarros y tomó uno, junto con el encendedor. Tomó mi celular y veo la hora, 4 de la madrugada. Camino hacia el balcón y me siento en el sillón negro, enciendo mi cigarro.
Primera calada, mi papá murió.
Segunda calada, mi tío murió.
Tercera calada, los jefes me odian.
Sigo repasando con cada calada, cada cosa que e pasado.. . .
Llevo una hora sentada, recordando cada cosa por la que he pasado, me levanto y vuelvo adentro, entró al baño a tomar una ducha, lleno la bañera y me meto, otra hora.
Seis de la mañana me salgo y tomó una toalla, lavo mi cara y mi boca, salgo y me cambio, una blusa manga larga pero corta de el abdomen, blanca, unos jeans negros y unos tenis blancos. Cepillo mi pelo y lo seco, me maquillo solo un poco, no lo necesito mucho y salgo de mi cuarto cerrando con llave.
Bajo las escaleras y tengo más que claro que los idiotas no se han levantado, el que se levanta más temprano es Alex a las 10 de la mañana. Salgo de la casa y pongo seguro a la puerta, veo a una señora que va junto con una niña de por lo menos unos 5 años, van saliendo de su casa, que está al lado derecho de nosotros, la casa es casi igual a la de nosotros solo que con color diferente, esa es roja con negro. La señora es de por lo menos unos 30 a 40 años, tiene un buen cuerpo para su edad, seguro es de las ricas huecas y plásticas.
Ella está caminando a su auto que está aparcado en la calle y yo voy hacia ella, por la banqueta ya que iré a comprar algo para desayunar, los idiotas no saben ni freír un huevo, estoy a unos metros de la señora, ella está buscando sus llaves en su bolsa y cuando las encuentra levanta su mirada y se encuentra con la mía, me sonríe y yo le devuelvo el gesto sin pensarlo, no soy de modales pero ella me sonrió primero y llego justo a un metro de ella.-Tu debes ser de los nuevos vecinos, soy Alessandra Clark y tengo 35 años mucho gusto.- me dice y me tiende su mano y yo hago lo mismo.- Y está es mi hija Cailin.- la niñita me sonríe y me tiende su manita, correspondo el saludo.
-Es un placer Señora y...- digo pero me interrumpe.
- Dime Ale, aún no quiero sentirme vieja.- me dice en broma y ambas reímos.
- De acuerdo, Ale.- le sonrió.- Me llamó Hayley Wells.
- Un placer conocerte, lamento no haber ido ayer a llevarles un presente a ti y tus padres solo que e estado un poco atareada.- me dice y me tenso al escuchar lo de "padres".
- Yo emmm..., no, no vivo con mis padres, mi, mi madre murió al darme a luz y mi padre sufrió un accidente, mi familia no es cercana a mi así que vivo con mis mejores amigos, casi hermanos de hecho.- le digo y ella al instante me abraza.
- Dios, lo lamento tanto, yo... yo no...-
- No se preocupe, usted no sabía.- le digo.- ¿puedo decirle algo con total sinceridad?- ella asiente.- Creí que era de esas viejas plásticas huecas, me alegra que no sea así, de hecho, me alegra que sea así de simpática y dulce.-
- Muchas gracias cielo, la verdad ni yo que ya llevo algo de tiempo viviendo aquí me llevo bien con las demás vecinas, todo lo mío es natural, digo lo que aún queda.- dice y ambas reímos.
- Pero si tiene el cuerpo que yo quisiera tener.- le digo sonriente y ella solo niega riendo.
- ¿A dónde vas tan temprano y en domingo? Si se puede saber, no quiero que pienses que soy una metiche.
- Por supuesto que no creo eso.- le digo.- iba al súper, a comprar cosas para nuestra nevera, para alimentar a mis hermanos, ellos no saben ni freír un huevo.- ella ríe
- Yo voy a lo mismo, ¿quieres ir conmigo?
- Claro, sería grandioso, me ahorro la caminada.- ambas reímos y subimos al coche.
. . .
- Gracias, Ale.- digo cuando regresamos de el súper, me ayudó a escoger algunas cosas como jugos, leche, huevos, cereales, galletas y algunas cosas más, son muchas cosas pero por suerte veo a Alex en la puerta y le hago una seña para que venga a ayudarme, el toma todas y camina con ellas hasta la casa, es bueno tener a estos gorilas.- no se que hubiera hecho sin ti, creo que habría tenido que hacer unos 10 viajes.
- No es nada Hayley, cuando me necesites no dudes en hablarme.- me dice y camina a su casa y yo a la mía. Entro a la casa y voy directo a la cocina, Alex está ahí revisando las bolsas. Fue la hora y media más rápida de mi vida.
- ¿Te caíste de la cama?.- le digo a Alex y el ríe.- apenas son las 8 de la mañana.
- Tenía hambre, aparte escuche un carro y tu risa, tenía que venir a ver quién era con quién estabas.- lo miró mal.
- No soy una niña de 5 años a la cual cuidar.- ahora el me mira mal.
- Perdón por querer cuidarte.
- No es que no lo tome en cuenta y que no me sienta agradecida pero tienen que entender que no pueden controlar cada cosa que hago.- le digo y camino hasta el.- Agradezco que me amen y que me quieran proteger, pero yo me sé cuidar sola.
El me abraza.- No queremos que nada te pase.- dice y se separa de mi.
- Pero eso ella no lo entiende.- dice Connor recargado en el marco de la puerta.
- Dejare que hablen, iré a levantar a los demás.- dice Alex y besa mi coronilla antes de salir.
Me volteo y abro la nevera, meto la leche y los jugos, mantequilla y huevos, la cierro y voy por otra bolsa, veo a Connor y el me está observando con mucha atención.- Una foto dura más.- le digo y el me mira mal.- ¿Tienes algo que decir?
- Eres una niña terca.- me dice.- pero aún así te ame en cuanto te conocí, quise protegerte y me prometí hacerlo pero no lo haces fácil.- dice y camina hasta mi.
- No puedes tenerme en una repisa de cristal, no pienso pasar mi vida con miedo, por fin estamos fuera del infierno no voy a vivir mi vida encerrada.- le digo y retrocedo un paso.
- No te quiero en una repisa de cristal ni encerrada, solo quiero que no te acerques a lugares malos cuando no estamos para cuidarte.- se acerca un paso.
- Crecí en un lugar malo, donde estuve a punto de ser violada, me defendí sola, soy capaz de hacerlo mil veces más.- le digo.- pero gracias, gracias por estar aquí para mí y gracias por amarme, eres mi hermano mayor, solo, no intentes controlarme.- le digo y lo abrazo, el me corresponde el abrazo.
- De acuerdo, niña terca.
- Eso fue tan conmovedor, me hicieron llorar.- dice Dante en la ventana de la cocina, limpiando una lagrima imaginaria, Connor y yo rodamos los ojos.
- Idiota.- le digo yo.
Escuchamos el timbre y ellos me señalan diciendo que abra yo.
- Los odio.
- Pero si hace 3 minutos decías amarme.- dice Connor poniendo una mano en su pecho indignado, le paró el dedo y camino a la puerta.
La abro y mi corazón se acelera, me quedo en shock, no puede ser.
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Bad bitch.
أدب المراهقينEn el infierno solo el demonio más cruel, inteligente, fuerte y sobre todo sin la menor pizca de piedad es el que puede tener el control. Por más que quieras salir de el una vez que entras no hay salida. Ganas o mueres, no hay tercera opción.