Capítulo 22.

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HAYLEY.

Voy caminando hacia Ares, la jodida pelea lo único que hizo fue hacerme sentir más ganas de meterme con alguien y justamente ahora, Ares es un excelente candidato, hay alguien a su lado que también observa a mi dirección, se que llevo en mis labios una sonrisa pícara aunque ahora no estoy muy consciente de todo. Estoy a unos dos metros de ellos ya que eh tenido que rodear un poco por haber bajado del lado opuesto al que están ellos, cuando siento como alguien jala mi brazo, Stefano.

- ¿A donde crees que vas pequeña asesina?- me dice y me pega mucho a su pecho.

- Pequeña la tienes, idiota.- le digo y trató de soltarme pero no puedo. El ríe y termina soltándome.

- Vamos por unos tragos, yo invitó.- me dice y yo asiento, de pronto todos comienzan a salir apresurados a la salida.- la policía.- dice este, corremos a la salida pero por toda la gente aquí terminó por perder a Stefano, ya afuera logro ver como algunos policías sujetan a muchos y los meten a sus carros, alguien toma mi brazo y me giro para darle un golpe directo a la cara, pero me detengo al notar que es Ares el que sostiene mi brazo.

- Eh, Tranquila fiera.- dice este y yo ruedo los ojos.- vamos.

- ¿De que hablas?

- No querrás que te arresten ¿o si?- me pregunta y yo niego.- entonces sígueme.- le hago caso y corremos hasta su moto, sube el primero.
Me quedo mirando cuando un recuerdo invade mi mente.

FLASHBACK:
-Estás en el infierno Hayley, Toda chica mala sabe cómo andar en una moto.- dice ese chico tan sexy.- Vamos, no muerde.- dice y yo niego.

- Sabes que les temo a esas cosas, Caín.- el ríe y niega, Conocí a Caín cuando me hicieron tener una pequeña pelea con el, no fue muy dulce, ni yo tampoco, desde ahí supe que me traería muchos problemas pero como negarse a un chico tan guapo, a mis trece años, (en unos pocos días catorce) no había visto a un chico más guapo, algunos no estaban mal pero no me habían atraído tanto como Caín, no solo era su carácter tan duro y su forma de intimidar a cualquiera con solo verlo, si no que era tres años mayor a mi, de cierto modo era un tanto excitante. Llevábamos conociéndonos dos meses y nos queremos, nos estamos enamorando.

- Mi chica debería ser más atrevida, todos aquí son nada comparados conmigo, mi chica debe ser como yo.- a pesar de lo que dijo, a mi me hizo sentir mariposas en el estomago.

- Si, tienes razón.- le dije y camine hasta el, subí en la moto. Estuvimos toda la tarde así, el me decía que hacer y cómo hacerlo, al final termine aprendiendo muy bien cómo manejar su moto.

- Esa es mi chica, no era tan difícil hacer feliz a tu chico.- dice y me atrae hacia él, me besa desesperadamente, siempre es así, además también es demasiado posesivo y controlador, se separa. Veo sus ojos, tres días antes de conocer a Caín habían muerto mi padre y Frederick, los jefes decidieron que como me rehusaba a prostituirme me harían vender droga e incluso pelearía con hombres y mujeres, ah y como si fuera poco, tendría que competir en carreras de motos y carros.- mañana empezaremos con el entrenamiento, eres buena con los golpes pero te faltan técnicas, eres muy dulce, necesitas ser más dura.- dice y asiento.- iré a una fiesta esta noche, nos vemos mañana.- gracias a que el es de confianza para los jefes nos dejaron salir a que me enseñara a conducir la moto. Llegamos hasta el edificio y entramos, me lleva a mi habitación y se despide de un beso.

- ¿Me contaras como te fue?- dice devora.

- Estuvo normal, supongo.- digo y me encojo de hombros, conozco a está chica desde hace un año, justamente dos días después de mi cumpleaños se cumple un año de haberla conocido. Ella rueda los ojos.

- Los chicos vinieron, al parecer conseguimos el permiso para ir a una fiesta.- dice está y sonríe, le encanta poder salir de esta mierda de edificio.

- Solo quieren que vendamos sus drogas Dev, por eso nos dejan salir.- le digo.

-da igual.-

Pasan las horas y estamos a la dichosa fiesta, llevamos por lo menos una hora aquí y ya he vendido la droga que me dieron los jefes, estoy fastidiada y tengo ganas de ir al baño, subo unas escaleras de esta casa de niños ricos y voy abriendo las puertas tratando de averiguar cuál es el baño, solo quedan dos puertas así que abro la de la derecha primero y me arrepiento, un chico y una chica están en la cama y teniendo sexo, cerraría la puerta y me iría pero al reconocer tan bien esos tatuajes me quedo estática, en shock y mis ojos comienzan a llenarse de lagrimas, Caín, mi Caín junto a otra chica. El parece darse cuanta de que alguien está viéndolos y voltea, me ve pero antes de que diga algo yo me voy corriendo de ahí, entro al baño y me encierro con seguro y comienzo a llorar.

FIN DEL FLASHBACK.

- Joder Hayley, apúrate.- Ares me saca de ese jodido recuerdo, la primera de infinitas veces que Caín me rompió el corazón, reaccionó y subo a la moto.- ¿no vas a abrazarme? Mira que puedes caerte.- dice y yo suelto una risilla.

- Para eso es que tiene esto.- digo y me agarro de la parte trasera de la moto, que justamente sirve para agarrarte y el suelta una risa. Acelera y conduce hasta nuestras casas. Justo cuando bajó de la moto mi celular vibra y caigo en cuenta que Connor y los demás me han marcado como 300 veces, pero esta llamada es de Stefano.

- ¡¿Donde jodida mierda te metiste?!

- Buenas noches para ti también Stefano.- le digo algo irónica.

- No juegues conmigo, ¿donde estás?

- Bueno me dejaste ahí así que conseguí a alguien que me trajera a casa.- le digo y suelta un bufido.- ¿te preocupas por mí? Oh eso es tan dulce.

- me vales una mierda, lo sabes.

- Lo sé, entonces estás cabreado por haberme dado una jodida pastilla que hizo que además de querer moler a golpes a mi contrincante, quisiera follar hasta morir, solo que la policial llego a cagarte el momento y tuviste que dejarme y no pudiste acostarte conmigo.- le digo y observó a Ares mirarme con sorpresa.

- Puede ser...- dice y ruedo los ojos.

- Adiós Stefano.- digo y cuelgo.

- Valla, yo que tú ya estuviera matando a ese idiota por haberme hecho eso.- me dice Ares y me encojo de hombros.

- No lo consiguió para que cabrearme.- le digo y el asiente.- estuve a dos metros de haberme podido acostar contigo.- este se queda sorprendido por lo que dije.- Gracias Dios griego, buenas noches.- camine hasta mi casa y saque las llaves, abrí la puerta y solté un suspiro, sabia lo que seguía.

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Foto en multimedia: Caín 💀

Bad bitch.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora