Si amas de nuevo. [Levi Ackerman x Tú]

Para que fue todo esto.

Han pasado ya años, la relación con Levi sigue siendo la igual, fría y sin ningún tipo de acercamiento más allá del que debemos tener los dos somos capitanes de un escuadrón, junto con Hanji, mi hermano es comandante, a veces no puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo.

Hace dos meses que estaba en el centro de la cuidad pero me llamaron para algo importante ya que hace cinco años, fuimos atacados por los titanes, destrozando nuestros muros, de ahora en adelante todo será diferente en mi vida.

-¿Todos estos chicos se unirán a nosotros? -digo.
-Así es. -dice el instructor Shadis.
-Una mujer saco el primer lugar, interesante.
-Lo sé, su potencial es increíble.
-Y pensar que su primera misión será limpiar la muralla.
-Por algo se empieza ¿no?
-Claro, bien, me parece que debo presentarme.
-Adelante.

Nunca he sido buena para hablar fuerte y ésta no será la excepción.

-Me puede ayudar. -digo.
-Por su puesto.

El Instructor da un paso adelante, toma aire, debo tapar mis oídos.

-¡Atención! -mira hacia mi. -por favor.

Doy también un paso hacia adelante e intento hablar lo más alto que puedo.

-Soy ...(N) Smith, desde hoy, ésta tropa será comandada por mi junto con el Instructor Shadis, un gusto en conocerles.

Hago nuestro saludo y retrocedo, no entiendo como mi hermano es capaz de hablar ante tantos muchachos tan tranquilamente.

Después de eso me dirijo a mi habitación, mi cabeza duele, Erwin me ha puesto un trabajo pesado sobre mis hombros pero por lo menos me reconforta saber que no saldré de los muros por unas semanas. Mientras cambio mi ropa alguien golpea mi puerta.

-¿Quien es? -digo.
-Yo, Levi.

Trago saliva, lo quiera o no, aún en alguna parte de mi corazón late distinto al sentir su presencia.

-¿Qué necesitas? ya es tarde.
-Necesito decirte algo, abre.
-Voy en un momento.

Vuelvo a abrochar mi camisa y me dirijo a abrir la puerta.

-¿Qué es? -digo mirando sus ojos.
-¿Puedo pasar?
-Si, solo está un poco desordenado.
-No importa. -dice entrando a la pieza.
-Si quieres toma asiento.

Se sienta sobre mi cama, como si fuese la suya, mis ojos se desvían a otra parte pero inevitablemente vuelven a él.

-Entonces ¿que necesitabas decirme?
-Sólo quería confirmar que hayas llegado bien.
-Estoy bien.

Como siempre, después de esto, no hay nada más que hablar, quizás el no lo entienda pero el rencor que le tenía hace mucho no existe pero mi orgullo no se va, ni siento que pueda sacarlo.

-Si no hay nada más que quieras decir, por favor, vete.
-Sabes -dice levantando la mirada. -he intentado comunicarme contigo de manera diferente pero siento esa maldita barrera que pones y ya no puedo seguir.
-No entiendo a que te refieres.
-Han pasado años y aún no logro conseguir que dejes de odiarme.
-No te odio.
-Entonces -dice poniéndose de pie. -¿porqué no dejas que me acerque?

Guardo silencio, sinceramente no sé porque no dejo que esté cerca de mi, la confusión, el sentimiento que siento no se describe con una palabra.

-...(N).
-Vete, no tenemos que hablar nada más.
-No.
-Levi, por favor.

Él avanza hacia a mi y yo retrocedo, choco con la muralla e intento salir por al lado pero el pone su brazo y quedó entre sus brazos.

-Mírame. -dice.
-Déjame.
-Mírame.
-No, dejame..