Si amas de nuevo. [Levi Ackerman x Tú]

Tanto te quise besar.

Sus labios rozan mi oreja, mis sentidos comienzan a sensibilizarse y mi temperatura se eleva.

-No te duermas aún. -dice Levi deslizando sus dedos por mi vientre.
-Ahh.. tus manos están frías.
-Calientalas.
-¿Qu-

Un beso detiene mis palabras, en un segundo tengo su cuerpo sobre el mío, cierro lentamente mis ojos, su lengua toca la mía y mi respiración se pone difícil de sacar. Se despega de mi boca y comienza a bajar por mi mentón.

-Le-Levi, nos escucha... ran. -susurro.
-Entonces controla tu voz.
-Pe-pero..
-¿No puedes?

Se sienta sobre la cama y pone mis piernas sobre sus muslos, vuelve a bajar para besarme, sus labios son tan adictivos, en el momento en que los siento sobre los míos quisiera no separarme más de ellos. Con mis manos tomo sus hombros y subo por ellos hasta su cuello. Beso sus labios una y otra vez, estos días sin estar así con él se me hacían infinitos y no me daba cuenta, era como si hubieran pasado años sin si quiera verle, tanto deseaba esto que ahora que pasa mi cuerpo está completamente a su disposición.

-Levi.. -susurro.

Baja por mi mentón deslizando su nariz por mi cuerpo, enredo mis dedos en su cabello.

-¿Qué haces? -digo.
-¿Qué parece que hago?

Saca lentamente mi ropa inferior, cierro mis ojos y pongo mis manos sobre mi rostro, ¿porqué siento tanta vergüenza?

-Relajate, no te sentirás mal. -susurra Levi.
Puedo sentir su respiración cerca de mi sexo, derrepente siento como mi cuerpo entero se estremece, nunca había sentido esta sensación en mi vida, su lengua es tan suave y sus manos suben hasta mi pecho, las tomo entrelazando mis dedos con los suyos.

Intento calmar mis gemidos apretando mis labios pero casi es imposible, que Levi haga esto en mi ¿como podría controlarme?

Noto como su cuerpo se levanta, y quita su ropa, la poca luz que hay en la habitación por la vela que aún está encendida me deja ver su cuerpo, su abdomen y su pecho que podrían gustar a quien sea.

-¿Porqué me ves así? -dice Levi.
-Ah, es.. no es nada.
-Siempre pones ese rostro cuando estamos en esta situación.
-¿Qué ro-rostro?
-Tu boca se entreabre y pestañeas más lento, como diciendo "ojalá esto no acabara".
-...
-¿Sigo?

Toma mi cintura y me acerca a él, su mano sube por mi espalda y llega hasta mi cuello, aún tengo mi ropa superior puesta pero él no demora en quitármela. Nuevamente estoy desnuda ante él, tengo mis brazos rodeando su cuello y mi pecho pegado al suyo.

-No podré besarte si tu rostro está metido en mi cuello. -susurra.
-Levi..
-¿Qué?
-¿Deberíamos estar haciendo esto?
-...
-Después de todo... es un momento crítico.
-Lo sé, pero poder estar así contigo, besarte y tocarte, hace que olvide todo eso por un momento.
-Mh..
-Amarte es lo único bueno de todo esto.

Saco mi cabeza de su cuello y pongo mi mirada en él.

-¿Me amas?
-¿Hablas en serio? -pone una de sus manos en mi mejilla. -desde el primer momento en que te vi.
-No se si creerlo si lo dices con ese rostro.
-No comiences.
-Está bien, está bien, lo siento. -tapo mi boca para no dejar oír mi risa.

Él saca mi mano y acerca su boca a la mía, sus labios tan únicos, tan míos me besan como siempre y como nunca, toma mi cadera y me sube a sus piernas, nuestros corazones están más juntos que nunca, mi piel se comienza a erizar, paseo mis dedos por su nuca y sus hombros. Separa su cuerpo del mío y me recuesta sobre la cama.

-Te amo. -susurra a mi oído.

Sus besos detienen mi respuesta, sus manos bajan y suben mis piernas, lentamente siento como entra en mi, puedo escuchar ligeramente como su respiración se va agitando al igual que la mía, me tomo de su espalda y lo abrazo contra mi.