Si amas de nuevo. [Levi Ackerman x Tú]

Con tu amor me siento viva.

-Hanji dice que se parece a mi pero de seguro tendrá la personalidad de Levi -digo -aunque quizás eso sea bueno ¿no? será divertido ver una mujer con esa personalidad tan interesante que tiene él.

Miro la lápida de Erwin, un porcentaje de mi sigue sin creer que ya no esté aquí, siempre creí que yo sería la primera en partir.

-Me hubiese gustado que la conocieras, ella -miro a Kuchel. -te hubiera amado, habrías sido un muy buen tío.

Tengo a Kuchel en mis brazos, ya han pasado dos meses desde su nacimiento, mis ojos se sienten húmedos y sin duda me he estado aguantando el llanto por prometí ser fuerte ante ella, después de todo mirarla solo me causa alegría.

-Oye.

Escucho la voz de Levi por detrás mío, no me doy la vuelta pero noto como Kuchel abre sus ojos por completo.

-Empezará a hacer frío -llega a mi lado. -deberíamos irnos.
-Si..
-¿Estas bien?
-Si, vamos.

Él pone su mano en mi espalda y nos damos la vuelta para irnos, mis manos están un poco heladas.

-¿De verdad te sientes bien? -dice subiendo su mano a mi hombro.
-Solo.. tengo un poco de frío.
-Deberíamos haber venido más temprano.
-Está bien, solo.. vamos a casa.

Camino junto a él por entre las lápidas, como desearía que este lugar no fuese tan grande.
Al llegar a casa dejo a Kuchel sobre una silla de meser para poder quitarme mi chaqueta, noto las manos de Levi ayudarme y dejar la chaqueta colgada en el perchero.

-Gracias. -digo.
-De que.

Él pone un beso en mi hombro y avanza hasta Kuchel.

-¿Quieres un poco de té? -digo.
-Si, gracias.

Pongo agua a hervir mientras saco las tazas y el té para preparar. Siento nuevamente las manos de Levi sobre mi, puestas en mis hombros, toma mi cabello y roza sus dedos con mi cuello.

-Oye. -dice.
-¿Que?
-Estas caliente.
-¿Eh?
-Tu temperatura -me da la vuelta. -es muy alta.

Pone su mano en mi frente y luego en mi mejilla.

-Tienes fiebre. -dice.
-N-no.
-Claro que si.
-Pero debo..
-Deberías ir a descansar.
-El té..
-¿Que importa el té? ven, vamos.

Toma mi cintura y me impulsa para ir a la cama.

-Ku-Kuchel.. debo darle de comer y..
-Yo me haré cargo.
-Levi.
-Oye, confía un poco en mi.
-*suspiro* Sabes que confió en ti.
-Entonces, vamos.

Camino con él hasta la cama, me siento en ella e intento quitar mis zapatos pero al agacharme mi cabeza pesa como nunca.

-Maldicion. -susurro.
-¿Que ocurre?
-Mi cabeza, duele.
-Te ayudo.

Se agacha frente a mi y quita mis zapatos, miro desde arriba su cabeza, su cabello negro se ve tan brillante, alzo mi mano y la pongo sobre ella.

-Gracias -digo -eres tan bueno conmigo.
-Acuestate.

Me recuesto en la cama y el me cubre con una manta, pone un beso en mi frente y avanza hasta la puerta.

-Traeré un paño frío para la fiebre, esperame.
-Si.

Él sale de la habitación y yo cierro mis ojos, intento recordar un momento en el que pude haber tomado lo que sea que tengo en este momento.

Abro mis ojos y tengo un paño sobre mi frente, mi blusa está abierta pero sigo cubierta con la manta, miro hacia mi lado y veo un plato hondo con agua.