-¡Llegamos a Nunca Jamás!-gritó el capitán del barco. Los cabellos de todos se encontraban un poco despeinados debido al remolino. Melania despegó su cabeza del brazo de Garfio y miró a su alrededor. A lo lejos podía verse una enorme isla verde, con una gran montaña casi en el centro. Detrás de ellos los primeros rayos de sol se asomaban por el horizonte.
Melania frunció el ceño y apuntó hacia el sol, el cual salía para dar inicio a un nuevo día.
-Creí que estaba anocheciendo allá en el reino- preguntó extrañada. Garfio volteó y sonrió de lado antes de contestarle a la morena.
-Aquí las cosas son un poco distintas- comentó mientras se picaba la punta de su nariz con el garfio-, cuando en nuestro mundo anochece, aquí amanece.
-¿Así que esta isla es otro mundo?-preguntó ella mirando el cielo anaranjado.
-Es más bien una estrella, amor- Melania volteó a verlo maravillada por lo que había escuchado, aunque después le pegó juguetonamente en el brazo.
-¿Y eso por qué fue?- preguntó Garfio.
-Oh tú sabes porque fue eso, amor- respondió haciendo énfasis en la última palabra, mientras sonreía de lado. Garfio soltó una pequeña carcajeada por el comentario de la joven.
-Si no me dices tu nombre, ¿cómo quieres que te diga?- la miró levantando levemente su ceja derecha.
-Melania, mi nombre es Melania- dijo ella.
-¿Melania? Jamás había escuchado ese nombre.
-Sí, es un poco raro- dijo ella mientras volvía a mirar el paisaje.
-¿Y de dónde proviene?-preguntó Garfio curioso.
-Bueno.- Ella bajo un poco la mirada y empezó a jugar con sus pies- Mis padres, ambos tenían sangre francesa, pero los unió su pasión por la mitología griega. Así que decidieron nombrarnos a mí y a mi hermano con nombres provenientes de esta cultura.
-¿Tenían?¿Qué sucedió con ellos?
-Ellos fallecieron cuando teníamos ocho años- comentó Melania cabizbaja.
-Lo lamento mucho- Garfio colocó su mano sobre el hombro de la chica.
-Gracias.- Melania suspiró hondo y recordó que había dejado su arco con las demás cosas dentro del baúl- Olvidé mi arco abajo, iré por él.
-Ah ah ah, no lo creo.- Le impidió el paso, mientras la miraba con una sonrisa traviesa.
-Necesito mi arco, capitán- habló la joven.
-No, no lo haces- dijo él mientras la hacía una seña a uno de sus tripulantes. Un hombre alto y musculoso se acercó a ellos y le entregó una espada en su funda.
-Ya que ahora eres una pirata, necesitarás el arma adecuada- comentó mientras le entregaba la espada a Melania, quien lo miraba sorprendida.
-Ah y-yo no sé cómo usar una espada- dijo un poco nerviosa, he intentó no tomar el arma, mas Garfio insistió y ella no tuvo más remedio que aceptarla.
-Para eso estoy yo- dijo un poco orgulloso-, yo voy a enseñarte a usar la espada.
Dicho esto tomó a Melania y bajaron de la toldilla y se dirigieron al centro del barco. Algunos hombres se colocaron alrededor de ellos para observar bien el "entrenamiento". Garfio le indicó a Melania que se colocara el cinturón que sujetaba la espada y ella así lo hizo.
-Bien, empezaremos con algo simple- dijo mientras desenvainaba su espada, Melania imitó su acción-, tú solo dedícate a cubrir mis ataques ¿vale?- Melania iba a responder cuando Garfio soltó el primer ataque, que por poco rasguña a la morena.
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The Real Queen Of Neverland
FanfictionMelania se vio obligada a dejar su hogar y embarcarse en una nueva aventura cuando su hermano Karan desapareció del pueblo. Tiempo después escuchó rumores acerca de un flautista que se llevaba a los niños por la noche, encantándolos con el sonido de...