The Real Queen Of Neverland

Capítulo 8

Caminaba de un lado a otro. Se encontraba confuso, aquello lo había tomado desprevenido. Pasó una mano por sus cabellos castaños mientras soltaba un suspiro. Se sentó en la orilla de su cama repasando en su mente el suceso ocurrido. Sombra entró por la ventana a sus espaldas, creando un poco de brisa en la habitación.

-Espero que hayas visto lo que nuestra querida Melania hizo hace poco- dijo Pan, aun dándole la espalda a la oscura figura que flotaba en el aire.

-Sí, lo he visto- respondió Sombra. Pan se levantó y empezó a caminar de nuevo por la habitación.

-Su tiro fue perfecto, no dudó en ningún momento, pero después de que el veneno matara al árbol, ella... ella simplemente lo curó- pensó en voz alta, moviéndose de aquí para allá.

-¿Sabes lo que eso significa?- habló Sombra, quien lo observaba con sus ojos blancos.

-Ella es la reina de Nunca Jamás- dijo un poco irritado, pero se detuvo y encaró a Sombra-. No creas que voy cederle el puesto a ella, ¡Yo soy el rey!- amenazó claramente molesto, Sombra hizo un sonido de desesperación, negando levemente con su cabeza.

-Eso ya lo sé, pero en realidad a lo que me refería es que, Melania está conectada con la isla.

-Sí, eso ya lo habías mencionado antes- le interrumpió Pan.

-Pan, lo que quiero decir es que ella tiene tanto poder como la isla, y eso significa que ella puede darte la vida eterna- dijo Sombra, captando la atención de Pan, quien lo miró con interés.

-¿Estás diciendo que ya no necesitaría el corazón del verdadero creyente?- preguntó Pan un poco emocionado.

-Sí, ella puede liberarte del reloj, mas tendrás que convencerla.

-Ella me odia, estoy seguro de eso, pero puedo jugar un pequeño juego- dijo empezando a elaborar un plan en su mente.

-Tú tendrás que ocuparte de eso, yo podría enseñarle más sobre su conexión con la isla- comentó Sombra acercándose a la ventana.

-¿A caso no sabe nada sobre ello?- preguntó Pan. Sombra se detuvo y volteó a verlo.

-No, eso es lo que parece- respondió-. Y sí, omitiré la parte en la que ella es la reina de la isla- dijo, sabiendo que Pan iba a pedir aquello.

Pan observó cómo Sombra salía de su cabaña. Sacó la imagen del dueño del corazón del verdadero creyente de uno de sus bolsillos y lo guardó en un cajón de su cómoda.

La noche se estaba acercando. El cielo empezaba a pintarse de naranja, la misma despedida del sol, como todos los días. El lugar estaba húmedo, había llovido, pero el agua se había detenido hace tiempo, mientras hablaba con Sombra. Pan caminaba con prisa hacia el campamento, Melania y Karan deberían ya estar de vuelta.

Tenía sus dudas, acerca de la relación de ellos dos. No iba a permitir, que uno de sus niños perdidos se interpusiera en su plan. Sabía lo que tenía que hacer. Si enamoraba a Melania, sería muy fácil conseguir que ella lo ayudara. Pero si Karan era algo de ella, la cosa se complicaría, no podría matarlo, ella lo odiaría aún más, cosa que no le serviría. Mas podría fingir un pequeño accidente, donde desgraciadamente Karan muera.

Dejó sus pensamientos a un lado cuando llegó al campamento. Escaneó de forma rápida todas las caras ahí, mas solo estaba Karan devuelta, sentado en un tronco con la mirada perdida. Estaba alejado de los demás niños, ni siquiera Joseph estaba con él como las otras veces.

-¿Dónde está Melania?- preguntó Pan mientras se acercaba a él. Cruzó sus brazos mientras esperaba una respuesta del chico. Karan inhaló y exhaló pesadamente.